Washington
EFE. Científicos de EE.UU. y la empresa Johnson & Johnson han sumado esfuerzos para comercializar una nueva prueba capaz de detectar una sola célula cancerosa en el torrente sanguíneo y, con ello, transformar el tratamiento médico, informaron ayer las autoridades.
Aunque los médicos quieren utilizar inicialmente la prueba para determinar la eficacia de los tratamientos para varios tipos de cáncer, en particular los del pulmón, próstata o seno, ésta tiene el potencial de mejorar la detección del cáncer en el cuerpo, según los expertos.
“Esta nueva tecnología tiene el potencial de facilitar una prueba de sangre no invasiva y fácil de suministrar que nos permitiría contar las células cancerosas y clasificar la biología de las células”, explicó en un comunicado Robert McCormack, director de innovaciones tecnológicas de Veridex, que participa en la comercialización de la prueba junto a Johnson & Johnson. McCormack considera que esta prueba, a su vez, podría ayudar a los médicos a seleccionar el tratamiento más indicado para cada tipo de tumor y vigilar de cerca la respuesta de cada paciente al tratamiento.
En total, cuatro centros de investigación del cáncer participarán en una serie de estudios de la nueva prueba este año, incluyendo el Hospital General de Massachusetts. “Hemos desarrollado y continuamos desarrollando una amplia gama de tecnologías que están evolucionando lo que sabemos del cáncer y su tratamiento. Esta colaboración ofrece una oportunidad para aplicar nuestros conocimientos al avance de una plataforma que en última instancia beneficiará a pacientes con cáncer”, dijo Mehmet Toner, del Centro para la Ingeniería en la Medicina del Hospital General de Massachusetts. Los expertos consideran que, en general, cuando se detecta la presencia de algunas células cancerosas en la sangre es muy probable que el tumor se ha propagado a otras partes del cuerpo, o pueda hacerlo en un futuro.
Células dañadas dan el aviso
La presencia de algunas células cancerígenas en la sangre significa que un tumor se ha propagado o esta por hacerlo, a decir de muchos doctores. Una prueba que pueda detectar esas células tiene el potencial de transformar el tratamiento para muchos tipos de cáncer, en especial los de seno, próstata, colon y pulmón. Se espera que con el tiempo la prueba pueda servir para detectar el cáncer además de las mamografías, colonoscopías y otros métodos que se utilizan ahora y están lejos de ser los ideales. “Estas pruebas tienen mucho potencial, por eso hay tanta expectativa”, dijo el doctor Mark Kris, jefe de cáncer de pulmón en el centro del Cancer Memorial Sloan-Kettering en Nueva York. Kris no participó en el desarrollo de la prueba, pero el centro Sloan-Kettering es uno de los lugares que la estudiarán este año. A muchas personas se les diagnostica el cáncer mediante la toma de biopsias con agujas.
Las muestras a menudo no son suficientes para determinar qué genes o variables controlan el crecimiento de un tumor. En otros casos la muestra quizá ya no esté disponible para cuando el paciente es enviado al especialista que prescribirá el tratamiento. Los médicos aplican de manera ordinaria un tratamiento con fármacos o radiaciones y efectúan un examen tomocomputarizado con escáner dos meses después para observar el la reducción del tumor.
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