viernes, 6 de enero de 2012

Temblor provoca angustia en Ocoa y resto del país

Varios edificios públicos y viviendas con daños
Escrito por: JUAN M. RAMIREZ Y FIOR GIL (j.ramirez@hoy.com.do)
Una réplica de 4.1 grados en la escala de Ritcher se sintió ayer a las 6:02  de la tarde al noreste de Baní, sin que se hayan reportado más daños que los causados por el sismo de 5.3 grados que se sintió en casi todo el país a las 5:35 de la mañana, originado en la zona de San José de Ocoa.
El analista de datos sísmicos del Instituto Sismológico Universitario (ISU) de la UASD, Nelson Ramírez Tapia, informó que hasta las 9:00 de la noche de ayer se habían registrado cerca de 50 réplicas.  La de mayor intensidad registró 4.1 grados Richter.
El corresponsal en Ocoa, Freddy Ortiz, reportó a las 10:00 de la noche que la ciudad se alborotó un poco, pero que pronto volvió a la calma y que a esa hora se mantenían a la espectativa.
El sismo de la madrugada llegó en momentos en  que todos dormían, acurrucados por el frío invernal. El sacudión de la tierra despertó de manera abrupta a miles de personas en el país, pero con mayor intensidad a los habitantes de San José de Ocoa, Azua y Baní, zona del epicentro.
Según testimonios de residentes en la zona, algunos salieron casi desnudos a las calle y parques, pero otros corrieron gritando en busca de otros familiares vecinos, como ocurrió con Aníbal Tejeda, quien vive en la calle Manuel Guerrero, de San José de Ocoa.
Sonia de Jesús pensó que el techo  le iba a caer encima. Por eso despertó a su hija y salió corriendo temerosa, porque nunca antes había sentido algo parecido.
  Iris y Alexis, una pareja de esposos que habitaba la casa 16 de la calle 16 de Agosto, salieron huyendo y no pudieron  volver, porque la casa no quedó en condiciones para seguir viviendo. La señora Gladys Arias Pujol, de 72 años, quien vive en la  Manuel de Regla, tuvo que ser auxiliada por su hija Milagros, ya que el temblor la paralizó de tal forma, que no pudo caminar.
Un muerto. En la capital, un hombre murió  de un ataque al corazón que habría sido causado por la impresión ante el sismo.
Según su esposa María Victoria Cueva, Máximo Ramírez Rodríguez sufrió el infarto  frente al televisor en su habitación,  en el sector Las Cañitas. Tenía cuatro hijos.
Los daños.  Al menos unas diez edificaciones, entre públicas y privadas, incluyendo planteles escolares, sufrieron daños considerables en sus infraestructuras en el San José de Ocoa.
El temblor, cuyo epicentro se registró entre  Baní y San José de Ocoa, a 55 kilómetros al oeste de Santo Domingo, no causó  víctimas, pero el pánico se apoderó de los munícipes, quienes salieron despavoridos  por los estruendos que acompañaron al sismo.
Algunas edificaciones  tendrán que ser intervenidas, como la escuela Luisa Ozema Pellerano y el liceo José Núñez de Cáceres, los dos centros educativos de mayor población estudiantil en la localidad. También  el local del Distrito 03-03.
Osiris Féliz, director de la escuela básica Núñez de Cáceres, que además es politécnico y liceo secundario, donde estudian más de 2,500 alumnos, teme que luego del fenómeno la estructura del plantel se convierta en un peligro público, por lo que sugiere la intervención inmediata de las autoridades. Recuerda que el  martes la población estudiantil vuelve a clases y no estarán tranquilos si no están seguros de que no hay peligro.
Otras edificaciones que sufrieron daños en sus estructuras fueron el local de la Junta para el Desarrollo de San José de Ocoa, con grietas en los dos niveles. Se notan desperfectos en columnas y paredes laterales.
También, el restaurante Baco, ubicado en la calle 16 de Agosto, con agrietamiento en toda la fachada, en los balcones superiores y parte del piso del segundo nivel. Además, el Banco Cooperativa Ureña con agrietamientos en sus paredes delanteras y traseras.
De igual modo, el templo evangélico Asambleas de Dios,  en la avenida Canadá, número 33, presenta rupturas en sus paredes, tanto en la parte delantera como en su interior.
Además, la vivienda en la avenida 16 de Agosto 114, propiedad de Noris Castillo, presenta  agrietamientos de gran magnitud en el primer nivel, por lo que sus habitantes debieron abandonarla por recomendación de las autoridades. 
También sufrieron daños los hoteles Las Vegas y El Balcón. Aunque no parecen graves,  habría que esperar las evaluaciones de las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
 Un informe   de   Obras Públicas dice que los peñascos desprendidos de las laderas  en  El Número, de Azua, fueron quitados de la vía y el tránsito fluye  normal. En la misma madrugada estaba en el lugar el ingeniero Danilo Pérez, encargado  en  Azua.
Las claves
1. Pánico en Ocoa
Casi todos los residentes en San José de Ocoa salieron despavoridos en la madrugada de ayer al sentir el temblor de 5.3 grados. La gente se tiró a las calles y parques por temor a quedar sepultados bajo escombros.
2.  Ausencia autoridad
Hasta el mediodía de ayer no  habían sido vistos en San José de Ocoa  ni el gobernador ni el senador ni diputados.
3. El alcalde de Ocoa
El alcalde del municipio de Ocoa, Aneudy Ortiz, era la única autoridad local que se levantó en la madrugada y acompañó a los munícipes que salieron despavoridos a la calles y se refugiaron en el  parque central.
4. En El Número
En El Número, de Azua, donde se produjo un deslizamiento, las autoridades municipales y de Obras Públicas acudieron rápido.
Una réplica de 4.1 grados en la escala de Ritcher se sintió ayer a las 6:02  de la tarde al noreste de Baní, sin que se hayan reportado más daños que los causados por el sismo de 5.3 grados que se sintió en casi todo el país a las 5:35 de la mañana, originado en la zona de San José de Ocoa.
El analista de datos sísmicos del Instituto Sismológico Universitario (ISU) de la UASD, Nelson Ramírez Tapia, informó que hasta las 9:00 de la noche de ayer se habían registrado cerca de 50 réplicas.  La de mayor intensidad registró 4.1 grados Richter.
El corresponsal en Ocoa, Freddy Ortiz, reportó a las 10:00 de la noche que la ciudad se alborotó un poco, pero que pronto volvió a la calma y que a esa hora se mantenían a la espectativa.
El sismo de la madrugada llegó en momentos en  que todos dormían, acurrucados por el frío invernal. El sacudión de la tierra despertó de manera abrupta a miles de personas en el país, pero con mayor intensidad a los habitantes de San José de Ocoa, Azua y Baní, zona del epicentro.
Según testimonios de residentes en la zona, algunos salieron casi desnudos a las calle y parques, pero otros corrieron gritando en busca de otros familiares vecinos, como ocurrió con Aníbal Tejeda, quien vive en la calle Manuel Guerrero, de San José de Ocoa.
Sonia de Jesús pensó que el techo  le iba a caer encima. Por eso despertó a su hija y salió corriendo temerosa, porque nunca antes había sentido algo parecido.
  Iris y Alexis, una pareja de esposos que habitaba la casa 16 de la calle 16 de Agosto, salieron huyendo y no pudieron  volver, porque la casa no quedó en condiciones para seguir viviendo. La señora Gladys Arias Pujol, de 72 años, quien vive en la  Manuel de Regla, tuvo que ser auxiliada por su hija Milagros, ya que el temblor la paralizó de tal forma, que no pudo caminar.
Un muerto. En la capital, un hombre murió  de un ataque al corazón que habría sido causado por la impresión ante el sismo.
Según su esposa María Victoria Cueva, Máximo Ramírez Rodríguez sufrió el infarto  frente al televisor en su habitación,  en el sector Las Cañitas. Tenía cuatro hijos.
Los daños.  Al menos unas diez edificaciones, entre públicas y privadas, incluyendo planteles escolares, sufrieron daños considerables en sus infraestructuras en el San José de Ocoa.
El temblor, cuyo epicentro se registró entre  Baní y San José de Ocoa, a 55 kilómetros al oeste de Santo Domingo, no causó  víctimas, pero el pánico se apoderó de los munícipes, quienes salieron despavoridos  por los estruendos que acompañaron al sismo.
Algunas edificaciones  tendrán que ser intervenidas, como la escuela Luisa Ozema Pellerano y el liceo José Núñez de Cáceres, los dos centros educativos de mayor población estudiantil en la localidad. También  el local del Distrito 03-03.
Osiris Féliz, director de la escuela básica Núñez de Cáceres, que además es politécnico y liceo secundario, donde estudian más de 2,500 alumnos, teme que luego del fenómeno la estructura del plantel se convierta en un peligro público, por lo que sugiere la intervención inmediata de las autoridades. Recuerda que el  martes la población estudiantil vuelve a clases y no estarán tranquilos si no están seguros de que no hay peligro.
Otras edificaciones que sufrieron daños en sus estructuras fueron el local de la Junta para el Desarrollo de San José de Ocoa, con grietas en los dos niveles. Se notan desperfectos en columnas y paredes laterales.
También, el restaurante Baco, ubicado en la calle 16 de Agosto, con agrietamiento en toda la fachada, en los balcones superiores y parte del piso del segundo nivel. Además, el Banco Cooperativa Ureña con agrietamientos en sus paredes delanteras y traseras.
De igual modo, el templo evangélico Asambleas de Dios,  en la avenida Canadá, número 33, presenta rupturas en sus paredes, tanto en la parte delantera como en su interior.
Además, la vivienda en la avenida 16 de Agosto 114, propiedad de Noris Castillo, presenta  agrietamientos de gran magnitud en el primer nivel, por lo que sus habitantes debieron abandonarla por recomendación de las autoridades. 
También sufrieron daños los hoteles Las Vegas y El Balcón. Aunque no parecen graves,  habría que esperar las evaluaciones de las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
 Un informe   de   Obras Públicas dice que los peñascos desprendidos de las laderas  en  El Número, de Azua, fueron quitados de la vía y el tránsito fluye  normal. En la misma madrugada estaba en el lugar el ingeniero Danilo Pérez, encargado  en  Azua.
Las claves
1. Pánico en Ocoa
Casi todos los residentes en San José de Ocoa salieron despavoridos en la madrugada de ayer al sentir el temblor de 5.3 grados. La gente se tiró a las calles y parques por temor a quedar sepultados bajo escombros.
2.  Ausencia autoridad
Hasta el mediodía de ayer no  habían sido vistos en San José de Ocoa  ni el gobernador ni el senador ni diputados.
3. El alcalde de Ocoa
El alcalde del municipio de Ocoa, Aneudy Ortiz, era la única autoridad local que se levantó en la madrugada y acompañó a los munícipes que salieron despavoridos a la calles y se refugiaron en el  parque central.
4. En El Número
En El Número, de Azua, donde se produjo un deslizamiento, las autoridades municipales y de Obras Públicas acudieron rápido.
país a las 5:35 de la mañana, originado en la zona de San José de Ocoa.
El analista de datos sísmicos del Instituto Sismológico Universitario (ISU) de la UASD, Nelson Ramírez Tapia, informó que hasta las 9:00 de la noche de ayer se habían registrado cerca de 50 réplicas.  La de mayor intensidad registró 4.1 grados Richter.
El corresponsal en Ocoa, Freddy Ortiz, reportó a las 10:00 de la noche que la ciudad se alborotó un poco, pero que pronto volvió a la calma y que a esa hora se mantenían a la espectativa.
El sismo de la madrugada llegó en momentos en  que todos dormían, acurrucados por el frío invernal. El sacudión de la tierra despertó de manera abrupta a miles de personas en el país, pero con mayor intensidad a los habitantes de San José de Ocoa, Azua y Baní, zona del epicentro.
Según testimonios de residentes en la zona, algunos salieron casi desnudos a las calle y parques, pero otros corrieron gritando en busca de otros familiares vecinos, como ocurrió con Aníbal Tejeda, quien vive en la calle Manuel Guerrero, de San José de Ocoa.
Sonia de Jesús pensó que el techo  le iba a caer encima. Por eso despertó a su hija y salió corriendo temerosa, porque nunca antes había sentido algo parecido.
  Iris y Alexis, una pareja de esposos que habitaba la casa 16 de la calle 16 de Agosto, salieron huyendo y no pudieron  volver, porque la casa no quedó en condiciones para seguir viviendo. La señora Gladys Arias Pujol, de 72 años, quien vive en la  Manuel de Regla, tuvo que ser auxiliada por su hija Milagros, ya que el temblor la paralizó de tal forma, que no pudo caminar.
Un muerto. En la capital, un hombre murió  de un ataque al corazón que habría sido causado por la impresión ante el sismo.
Según su esposa María Victoria Cueva, Máximo Ramírez Rodríguez sufrió el infarto  frente al televisor en su habitación,  en el sector Las Cañitas. Tenía cuatro hijos.
Los daños.  Al menos unas diez edificaciones, entre públicas y privadas, incluyendo planteles escolares, sufrieron daños considerables en sus infraestructuras en el San José de Ocoa.
El temblor, cuyo epicentro se registró entre  Baní y San José de Ocoa, a 55 kilómetros al oeste de Santo Domingo, no causó  víctimas, pero el pánico se apoderó de los munícipes, quienes salieron despavoridos  por los estruendos que acompañaron al sismo.
Algunas edificaciones  tendrán que ser intervenidas, como la escuela Luisa Ozema Pellerano y el liceo José Núñez de Cáceres, los dos centros educativos de mayor población estudiantil en la localidad. También  el local del Distrito 03-03.
Osiris Féliz, director de la escuela básica Núñez de Cáceres, que además es politécnico y liceo secundario, donde estudian más de 2,500 alumnos, teme que luego del fenómeno la estructura del plantel se convierta en un peligro público, por lo que sugiere la intervención inmediata de las autoridades. Recuerda que el  martes la población estudiantil vuelve a clases y no estarán tranquilos si no están seguros de que no hay peligro.
Otras edificaciones que sufrieron daños en sus estructuras fueron el local de la Junta para el Desarrollo de San José de Ocoa, con grietas en los dos niveles. Se notan desperfectos en columnas y paredes laterales.
También, el restaurante Baco, ubicado en la calle 16 de Agosto, con agrietamiento en toda la fachada, en los balcones superiores y parte del piso del segundo nivel. Además, el Banco Cooperativa Ureña con agrietamientos en sus paredes delanteras y traseras.
De igual modo, el templo evangélico Asambleas de Dios,  en la avenida Canadá, número 33, presenta rupturas en sus paredes, tanto en la parte delantera como en su interior.
Además, la vivienda en la avenida 16 de Agosto 114, propiedad de Noris Castillo, presenta  agrietamientos de gran magnitud en el primer nivel, por lo que sus habitantes debieron abandonarla por recomendación de las autoridades. 
También sufrieron daños los hoteles Las Vegas y El Balcón. Aunque no parecen graves,  habría que esperar las evaluaciones de las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
 Un informe   de   Obras Públicas dice que los peñascos desprendidos de las laderas  en  El Número, de Azua, fueron quitados de la vía y el tránsito fluye  normal. En la misma madrugada estaba en el lugar el ingeniero Danilo Pérez, encargado  en  Azua.
Las claves
1. Pánico en Ocoa
Casi todos los residentes en San José de Ocoa salieron despavoridos en la madrugada de ayer al sentir el temblor de 5.3 grados. La gente se tiró a las calles y parques por temor a quedar sepultados bajo escombros.
2.  Ausencia autoridad
Hasta el mediodía de ayer no  habían sido vistos en San José de Ocoa  ni el gobernador ni el senador ni diputados.
3. El alcalde de Ocoa
El alcalde del municipio de Ocoa, Aneudy Ortiz, era la única autoridad local que se levantó en la madrugada y acompañó a los munícipes que salieron despavoridos a la calles y se refugiaron en el  parque central.
4. En El Número
En El Número, de Azua, donde se produjo un deslizamiento, las autoridades municipales y de Obras Públicas acudieron rápido.