lunes, 19 de octubre de 2009

La Policía prohíbe a Baldera Gómez dar entrevista a CDN

La Policía prohibió que el joven Eduardo Baldera Gómez concediera una entrevista a CDN, canal 37, alegando que los sicólogos de la institución recomendaron que “por el momento no era conveniente”.

El padre de Baldera Gómez, Eduardo Francisco Baldera, al ser contactado por CDN por la vía telefónica dijo que debía consultar con la jefatura de la Policía y el abogado de su hijo para “ver si era factible conceder la entrevista”.

El miércoles de la semana pasada, cuando un equipo de CDN se disponía a viajar a Nagua a entrevistar a Baldera Gómez, el abogado de la familia comunicó que la entrevista había sido cancelada.

De nuevo, este lunes, CDN llamó por teléfono al doctor Pedro Baldera, abogado del joven alegadamente secuestrado, quien hizo contacto con los familiares de su defendido para comunicarle la solicitud de la entrevista.

Veinte minutos después, el abogado devolvió la llamada a la redacción de CDN, confirmando que cualquier entrevista con Baldera Gómez debía ser aprobada por la Jefatura de la Policía.

´´Pa fuera Pa La Calle´´Notifican orden libertad a favor Sobeida Féliz vinculada a decomiso millones de dólares

Santo Domingo.- La secretaria del Séptimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional notificó esta mañana la orden de libertad emitida a favor de Sobeida Féliz Morel vinculada al decomiso de 4.6 millones de dólares.

La secretaria del tribunal, Yoselín Hidalgo, remitió la orden de libertad al despacho del fiscal, y se espera que el las próximas horas el titular, Alejandro Moscoso Segarra ejecute la orden de libertad.

El pasado jueves, la jueza Roxanna Vásquez dispuso la inmediata puesta en libertad de Sobeida Féliz Morel, acusada de tener en su poder las llaves de una jeepeta Mercedez Benz donde las autoridades se incautaron de US$4.6 millones, supuestamente producto del narcotráfico.

La magistrada Roxanna Vásquez ordenó la libertad de la imputada, tras variar la medida de coerción e imponerle el pago de una garantía económica de RD$5 millones, impedimento de salida y presentación periódica por ante el Ministerio Público que tiene a su cargo la investigación.

Baldera relata que un secuestrador le dijo: “De aquí no te va a salvar nadie, ni Dios

SÓLO DOS HOMBRES SE QUEDABAN TODO EL TIEMPO CON ÉL Y SE TURNABAN PARA BUSCAR LOS ALIMENTOS ´´ Edward Baldera Gomez Narra Lo Que Paso´´
Un equipo encabezado por el director de LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, y el subdirector, Fabio Cabral, se trasladó a Nagua, para conocer la verdad de los hechos.
Es lampiño. Los familiares aseguran a Edward, como a otros varones de la familia, le crece muy poco el pelo.
Las llamadas. Los secuestradores llamaban a amigos de Baldera y de la familia para que no los rastrearan.
Desde la izquierda. El periodista Ramón Pérez Reyes, Francisco Baldera (el padre), Hilda Gómez (la madre), Edward, el director de LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, y el subdirector, Fabio Cabral.
Paciencia y estrategia. Edward explica como logró quitar los ganchos de la cadena.
Valor y oportunidad. Narró que comenzó a planificar la escapada desde el tercer día, pero a veces no encontraba la oportunidad y en otras no tenía el valor.
La ropa. Los familiares conservan la ropa con la que duró los casi 23 días de cautiverio.

Santo Domingo.- El día que lo secuestraron, Edward Baldera Gómez se levantó como de costumbre: a las seis de la mañana. Se bañó, se cambió y se fue a Samaná para atender el negocio familiar. Ese viernes, 18 de septiembre, parecía una fecha normal, pero fue un día que cambió el curso de la historia de la familia Baldera Gómez. El rapto de su hijo la sumergió en el dolor y la incertidumbre y la colocó en el ojo de la opinión pública. Su vida ya nunca será igual.

Un equipo encabezado por el director de LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, y el subdirector, Fabio Cabral, se trasladó a la ciudad de Nagua, para conocer la verdad de los hechos.

Este es el relato, contado por su propio protagonista:

¿Cómo fue ese día?
Eso fue un viernes, 18 de septiembre. Yo normalmente me levanto a las seis, me baño, me voy para mi trabajo con mi cuñado y otro empleado. Me fui para Samaná con un millón y pico de pesos. Como a las dos de la tarde vimos a unos tipos sospechosos allá; llamamos a mi papá y él llamó al coronel de la Policía en Samaná. La Policía fue y se los llevaron presos y todo fue normal, cerré el negocio como a las cinco de la tarde y cogí para acá, con los dólares y euros que compro. Llegamos en el transcurso de una hora, entro a mi casa, me cambio de ropa, guardo el dinero y salgo para el gimnasio. Salgo del gimnasio como a las 8:30 de la noche pero como mis padres estaban en un retiro en la capital, me voy para donde mi novia para poder venir temprano a mi casa. Como a las 9:00 llegan tres hombres, caminando y uno me dice:

- El coronel Escolástico te mandó a buscar

-¿Qué quiere el conmigo?

-No, él te va hacer un par de preguntas y vienes de una vez.

Entonces me pusieron las esposas y me preguntaron dónde estaban las llaves del vehículo y les dije que estaban encima de la mesa, donde también estaban los celulares, mío, de mi novia y el de mi suegra. Los cogieron todos. Me montaron en la camioneta, apuntándome con una Uzi, y mi novia se montó obligado porque la querían dejar y arrancamos. Cuando íbamos a salir camino a (San Francisco de Macorís) , me lo encontré raro. Entonces mi novia dijo que por ahí no quedaba el cuartel, pero ellos la mandaron a callar. Me llevaban con la cabeza abajada, encima de los muslos de mi novia y cuando íbamos por El Factor (municipio de Nagua), me taparon la cabeza y de ahí ya no vi nada.

Luego ellos se paran y le dicen a mi novia que se quedara. Ella dice que no, que la dejaran más adelante frente a una casa, pero ella lo que quería era ir conmigo. A la tercera vez que se pararon le dijeron que se quedara “porque nosotros no somos relajo y ahí estaba claro”.

La desmontaron, y el de atrás le dijo a otro que le diera 50 pesos para el pasaje. Después que la desmontaron a mí me pusieron un saco negro, me arroparon la cabeza

Cuando íbamos más adelante, el chofer dijo que se estaba acabando el combustible. Es un vehículo de gasoil que casi no hace mucha bulla. Ellos me preguntaron a mí que de qué era, y yo les digo que era de gasolina, para engañarlos. Intentaron pararse en un sitio, pero otro le dijo que no, entonces sentí que doblaron por una callecita y se escuchaba un reggaetón que decía “el poco tiempo que te queda a ti de vida”.

Eso me asustó, porque pensé que era a mí y que me iban a matar. Entonces, más para adelante me sacaron y me tiraron en algo, sentí como que era el piso, y otro se fue a buscar combustible en un galón y después volvieron a buscarme. Cuando me volvieron a montar en el vehículo, me di cuenta que cambiaron a un personaje, que era el que iba atrás conmigo, porque el primero que iba tenía la voz más joven y el que montaron hablaba como un viejito. Entonces corrimos unos kilómetros y viene la camioneta “pan, tira un tiro y se apaga”, ellos se averan y preguntan:

-¿Qué le pasa al vehículo?

-No sé.

-Dime lo que le pasa sino quieres que te dé un tiro, habla, habla.

Me puyaban con la punta del arma, sentía que me apuntaban.

-Yo no sé, porque este vehículo es de mi papá, hace como tres o cuatro días que lo compró, yo lo monté por primera vez.

Ahí se desmontaron los dos de adelante y me dejaron con el que está atrás y pasaron como dos horas en eso y entonces vino un vehículo a rescatarnos, me desmontan y me montan en un vehículo más bajito, yo sentía que era un carro. Se sentía que se montaron los tres que andaban conmigo y el que vino manejando el carro. Arrancamos. El vehículo corrió como una hora, me trasladaron a una yipeta. Cuando me trasladaron, dos se montaron atrás conmigo, fueron los dos que se quedaron conmigo.

Era una casa de campaña
Llegamos a un lugar, me hicieron volar un alambre y caminar, caminar, caminar. Iba caminando abajado y seguía esposado por detrás, uno me tenía la mano encima, solo veía para abajo. Caminamos alredor de una hora, Solo nos paramos como tres veces a descansar, pero un ratito, era una loma, yo chocaba con matas y eso, y ellos me guiaban diciendo sube, abájate, hasta que llegamos allá.

Hubo uno de los que nos fue a llevar que se devolvió. Cuando llegamos allí uno de ellos me quita el sweter y la frenela y me lo rompió, me quitaron los tenis, y el pantalón de ejercicios y me dejaron en bóxer...

¿Ahí fue que llegaron al lugar donde te tenían?
Sí, me cambiaron las esposas para adelante, me pusieron un plástico en el suelo y me preparan donde voy a dormir; entonces me quitan la chaqueta y me ponen otra capucha y cuando me van a quitar el saco que tengo en la cabeza, me dicen: “Siéntate y mira para allá”. Me dicen que no me atreva a mirar para atrás y ahí es que me ponen la capucha negra.

Me quedé ahí. Amaneció de una vez, porque era tarde ya, y se hizo de día, sentí la claridad. No dormí, me quedé ahí y amaneció.

¿Cómo era el lugar? ¿era una casa cerrada?
No, no era casa, era en la misma loma, abierto, al aire libre; ellos ponían un plástico para yo dormir, pero desde el primer día que llovió, me pusieron una casita de campaña. Ellos la amarraban. Una goleta se llama. El primer día me la prepararon porque llovía y de ahí en adelante me la preparaba todos los días para que no me molestara el sol, porque daba en lleno en ese lugar.

¿Permanecías siempre en la casita?
Sí, porque ellos me decían que me parara si quería, pero hasta donde llegaba la cadena, pero que tuviera cuidado si intentaba mirarlos “porque te damos un tiro”. Yo siempre estaba en la casita, me paraba a veces.

Oraciones y canciones
Siempre me ponía a orar, en la mañana, en la tarde, noche y de madrugada. Le pedía a Dios que me ayude. “Dame fuerza para salir de aquí, porque mi padre me necesita”. Desde que tenía tres días ahí me llegó a la mente escaparme. Después que yo tenía par de días, ellos comenzaron a quitarme las esposas en una sola mano para comer; después las dos, pero tenía los pies con la cadena. Ellos se acercaban a mí cuando me pedían los teléfonos de mi papá, de familiares, o amigos.

¿Cómo era la rutina de un día en el lugar?
Me levantaba. Ellos me dicen que si quería picar algo; cuando me daba hambre, les preguntaba qué había de comer, casi siempre pan con queso, conconetes, o galleticas.

¿Cómo se llamaban entre ellos?
Ellos se llamaban con nombres raros. El más flaco, (yo les veía las manos) era El Sargento y el que era más rudo conmigo, le decían Teniente. Ellos se sentaban lejos de mí y hablaban sus cosas. A veces iba otra persona a llevar comidas o informaciones, y llevaba una grabadora.

¿Hiciste grabaciones?
Sí, en tres situaciones. Ellos me dijeron que mi papá quería una prueba de vida, “traemos una grabadora para que tú le mandes a decir que tú estás vivo y que pagará por ti”. Me dijeron: “Habla lo que tu quieras, no importa el tiempo”. Y entonces yo grabé el primer mensaje diciendo: “Bendición mami, bendición papi, yo llevo muchos días secuestrado, estoy aquí, me estoy enfermando, no me siento bien; los secuestradores quieren que tú pagues por mí para ellos soltarme”. Ellos me decían por detrás: “Dile que te saque de aquí rápido”, y yo lo hice. Como dos días antes, mi mamá había cumplido años y yo la felicité y le mandé saludos a mis hermanas y a toda mi familia y también dije todo lo que ellos quisieron.

La segunda vez fue que ellos me dijeron que hicieron la grabación “pero tu papá no cree que eres tú, así que vamos a hacerla el nuevo”.

Francisco Baldera, el papá, interviene para explicar: Ellos me llaman para negociar y me dicen: “Mire tenemos su hijo y si no busca cinco millones de dólares vamos a actuar de otra manera”. Y yo les dije que cinco millones de dólares es mucho dinero. Además, yo estoy exigiendo una prueba de vida. Entonces ellos me dicen: “Tú sabes que eso es imposible”. Yo le digo que bajen la cantidad de dinero, porque eso no lo consigue nadie. Ellos me dicen que me enviaron una prueba y yo le digo que eso no me satisfacía porque lo quería oír personalmente. Ellos me dicen que eso es imposible, y yo le digo que hay dos cosas imposibles, que ustedes me devuelvan a mi hijo y que yo les entregue el dinero. Entonces me dicen: “Pero usted no quiere a su hijo”. Yo le digo: mi hijo vale más de ahí, pero yo no tengo ese dinero, pero si ustedes me dan tiempo yo empezaré a tocar puertas. Entonces me dijeron: “Está bien, nosotros se lo vamos a poner otra vez, entonces me trajeron otra grabación”.

Edward continúa el relato: En la segunda grabación ellos me dijeron: “Tu familia no cree que tú estás vivo, ahora queremos que digas cosas íntimas de tu casa, de tu relación con tus padres”. Me dijeron, piensa, para que sepas lo que vas decir.

Entonces saludé como siempre y le besé la mano y di detalles. Dije que atrás de la casa había un gallinero, una iguana, un pocito que hay una hicotea, que en medio de la casa hay unas cascadas, que en mi habitación había una computadora, unos cuadros y todos los detalles. Dije que mi papá y mi mamá que era una familia unida, que nos llevamos bien. Entonces me dijeron: “Di la fecha” y yo lo hice. Eso fue después de la segunda grabación, porque iban un día sí y otro no. Entonces se la llevaron y les oí decir: “Con esto ellos van a creer que está vivo porque él dijo cosas que solamente la saben ellos”.

Interviene otra vez Francisco: Yo la oí, pero le dije que lo quería oír yo, no una grabación, pero la segunda vez les dije que la repitieran para que su mamá la oyera y lo hicieron y la oyó su hermanita también e identificamos la voz correctamente como la de nuestro hijo, pero queríamos hablar personalmente y me dijeron: “Eso es imposible. Ve buscando los cuartos ya, nosotros somos serios en esto, y tenemos el control de ´tó´, la policía, eso es mierda”.

¿Siempre se comunicaban por tu celular?
No, una vez utilizaron a una persona de Samaná que tiene una casa de cambio cerca de nosotros, Ellos les pidieron el número a mis hijos de todas las personas relacionadas.

Tres preguntas, cuatro respuestas
Regresa Edward con la tercera grabación.

Pasó un día de la segunda, volvió el hombre con la grabadora y dijo: “Te vamos hacer otra, porque tu papá oyó la segunda y él sabe que eres tú, pero dice que no sabe cuando se grabó, que quiere saber si tu estás vivo y te mandó hacer tres preguntas. Él quiere saber cómo se llama el perfume que te trajo la última vez que viajó, cómo se llama la perrita de tu casa y cuál es tu comida favorita. También preguntó el instrumento que sabías tocar”.

Yo le dije: el perfume se llama Montana, el instrumento es la batería, la perrita se llama Titi y mi comida favorita es arroz, habichuela y carne (risas por lo de “la bandera”). Entonces uno de ellos dijo: “Ahora sí vamos a cobrar porque esas preguntas las mandó hacer el papá y con esto va a estar seguro de que su hijo está vivo. No te desespere, mi hijo, que si tu papá paga, nosotros te vamos a entregar vivo, pero si no paga tu vida corre peligro”.

¿Alguna vez sentiste que corrías peligro?
Ellos eran dos, un flaco y otro más llenito. El que era un chin más llenito se sentaba atrás de mí y me decía: “No me mires, si lo haces te doy un tiro, yo no relajo”. Un día me dijo: “Oye, ¿tú y tu papá se llevan mal?”, yo le dijo no, nos llevamos bien. Entonces me dijo: “Parece que tu papá no te quiere porque él no hace nada por ti, lo que quiere es que te maten, porque si él te hubiera querido, habría resuelto hace días. ¿Qué tú crees?,

Yo le dije, yo no sé. Entonces él me dijo: “Ellos lo que se pasan el día en la casa orando, ellos creen que Dios es que te va a salvar y de aquí no te salva nadie, aquí nadie te va encontrar, la Policía nunca va a llegar aquí a este lugar”.

¿Cómo planificas la escapada?
Desde el tercer día estaba planificando la escapada. Cuando ellos me soltaban una mano, me entretenía jugando y me ponía a mirar las esposas. Primero ellos me amarraron los pies con un lazo, pero después me pusieron las cadenas y la amarraban en una mata. Yo pensaba en cómo soltarme las manos y los pies. Lo de las manos comienza en la noche. Yo les decía que me dejaran las esposas flojas. Intentaba sacar la mano y las esposas no me pasaban y me pelaban, lo intentaba con la izquierda, porque la mano izquierda uno la tiene más fina, lo intentaba, pero de ahí no pasaba. Cuando me soltaban para comer, después me las ponían de una vez y no me daba tiempo de nada. Después de los días me cogieron confianza y me dejaron una mano suelta y como ya sabía como cerrarla, ya que ellos le entraban la llave y daba la vuelta completa y como que grapaba. Agarré un pedazo de madera y pelé un palito y lo corté y lo entré. Hizo “pac” y vi que abrió. Si la esposa la pasaba de tres toques ya no abría con el palito. Ellos me tenían confianza y hasta me decían que me las pusiera yo mismo y me las ponía pero sin los tres toques. Ellos solo revisaban y chequeaban que las tenía puestas y me dejaban solo. Como estaba solo en la casita de campaña y ellos cuando se oscurecía no dormían ahí adentro, aunque a veces iban a revisar con un foco, yo me quitaba las esposas y me arropaba con las sábanas. Me levantaba de madrugada a abrir las esposas. Entonces yo me dije: ya aprendí abrir las esposas, ahora tengo que buscar la manera de cómo abrir la cadena.

¿Siempre tenías la capucha?
De día, siempre; de noche me dejaban que la levantara, pero hasta cerca de la nariz, o si me daba calor, me la quitaba sin mirar para allá, y antes de amanecer tenía que ponérmela. Ellos dormían afuera. A veces por curiosidad intentaba mirar, pero ellos tenían capuchas, las de ellos eran blancas.

¿Siempre tuviste la misma ropa?
No, el primer día lo pasé en bóxer, pero al amanecer el tercer día, ellos me dijeron: “Te vamos a poner una ropa”. Me pararon y me pusieron un pantalón grandísimo, buscaron un cordón de un zapato, me amarraron, y me pusieron un swéter. En las fotos y la televisión yo aparezco con una camisa que me pusieron en el pueblo donde me ayudaron. Allá no había muchos mosquitos, normalmente me picaban en los pies.

(Los familiares conservan las ropas con la cual estuvo en cautiverio)

Ahí viene lo de las cadenas. Yo me decía: el nudo está demasiado lejos y no lo alcanzo, me puse a analizar, halé pero hizo bulla, los alerté, pero solo dijeron: ¿Qué pasa? y les dije no, nada, pero seguí halando.

Al otro día comencé a halar con los pies una piedra hasta que la puse al lado mío y le di al candado, y el más viejo vino con un foco y me dijo: ¿Que tú quieres? y se fue. Al otro día vio la piedra al lado y la botó. Entonces descarté lo del candado. Me quité el tennis, y la media y comencé a forzar la cadena y forcé hasta que me levanté el cuero y no pude. Entonces le pedí a Dios que me ayudara. Todos los días le pedía a Dios, oraba y lloraba. Me ponía a cantar y terminaba llorando, porque esos son los días más largos.

¿Qué cantabas?
Canciones viejas, que le gustan a mi papá: Camilo Sesto, José José, Charles Aznavour, Camboy Estévez, Antony Ríos y todos esos artistas. Cantaba, me entretenía y terminaba llorando y uno de ellos, el más flaquito, que tenía la voz de más viejito, me decía: “No te preocupes que tú vas salir vivo de aquí”. Pero el otro me decía: “Tú sales vivo de aquí si pagan”. Yo no tenía esperanzas.

¿Cuando llegó el momento en que no tenías esperanzas, ¿qué pensaste de ti?
El primer día que me llevaron, el más agresivo me dio dos golpes con el arma. Cuando ellos me volaron del alambre, en una que intenté levantarme, él me dijo: “Tú lo que quieres es vernos” y me dio en el estómago y cuando me encogía me repitió en la espalda con la misma arma y jamás volví a tratar de mirar, tenía un dolor de espalda inmenso. En lo primero creí que me iban a matar, pero después no. Porque les pregunté a ellos, ¿por qué a mí?, y “el malón”, me dijo: “Porque tu papá es el hombre más rico de Nagua”, y yo le dije: eso no es verdad. Me dijo: “Cállate, que nosotros no hacemos esto a lo loco, sabemos lo que hacemos”. Ese día ya yo sabía lo que era. Además él me dijo: “Tienes que darme los números de teléfonos”.

Después de los primeros ocho o diez días, ¿cómo te sentías frente a ellos?
Les tenía odio, aunque nunca se lo demostré, porque les tenía miedo. A veces pensaba, y no viene la Policía y los mata, pero ellos me decían: “Nosotros somos una banda fuerte, la Policía no va poder con nosotros, todas las personas, todo el personal de nosotros anda en las calles libre. Han agarrado algunas gentes de allá por ti, pero ninguna son de nosotros”.

¿Te bañaste?
Nunca, por la mañana con el agua de tomar me enjuagaba la boca. (En ese momento, Miguel, su padrino, abre una funda con la ropa que Edward usó siempre, bastante maloliente).

¿No te afeitabas?
Sí, yo me corto bajito, yo salgo en la foto en un baby shower de mi hermana. Esa fiesta fue el día 13 y me agarraron el día 18. (Ahí interviene el papá y dice todos somos lampiños y muestra a un primo que es igual.

¿Cuéntanos otras vivencias?
Nada, yo hacía tres Padre Nuestro todos los días, le pedía a Dios, por mi familia, por todos, algunos días hacía el Dios te salve, María.

¿Escuchabas algún ruido?
Siempre me quedaba escuchando y nunca escuché ni la bulla de un vehículo, ni la voz de una gente. A veces, cuando me levantaba un poco la capucha, trataba de ver si veía el mar, pero no lo veía.

¿Qué te hacía pensar que el mar estaba cerca?
Porque un día el más flaquito me estaba hablando de la playa y de ahí pensé que estaba cerca. Yo pensaba que estaba en el Sur, porque cuando me acostaba de frente veía el sol, que salía por el Este y se acostaba por el Oeste. Sabía que estaba lejos por lo mucho que duramos en el vehículo. Lo que más escuchaba era a las chicharras, yo no las conocía, pero un día le pregunté a uno, ¿cómo es? y me dijo cómo se llamaba, que era como una cucaracha pero color marrón.

¿Tuviste pesadillas?
Soñaba con Dios, con mi familia, me quedé pensando qué le había pasado a mi novia y ellos me dijeron que había llegado bien, no sé como lo supieron.

EL DÍA FINAL
¿Cómo sales en libertad?

Después de intentar varias veces romper el candado de la cadena, me pongo a ver el tejido y vi como tenía los ganchos y me puse a analizar cómo levanto los ganchitos y dije que con la esposa lo podía hacer, porque era como una cadena de perros, incluso la cadena la tiene el fiscal. Yo dormía con dos sábanas, una la ponía de almohada y la otra me arropaba. Me arropaba los pies y por debajo de la sábana me ponía a mirar cómo estaba engrapada la esposa. Agarré el tejido de la cadena y comencé a levantarlo, le metí fuerte, lo levanté un poquito y seguí intentándolo y, cuando llegué arriba, lo hice con la mano y no pude porque me cansé de tanto intentarlo. Al otro día seguí. La esposa tiene una parte donde engrampa y con esa parte agarré la parte que había levantado y la forcé hasta lograr doblarla y enderezarla, cuando la enderecé solo faltaba desengancharla y cuando lo intentaba se me devolvía. Lo intenté varias veces ese día, hasta que me cansé.

Al otro día sigo intentándolo; lo hice con fuerza y la cadena se desenganchó y me dije: “Dios mío, gracias, gracias por dejarme poder lograrlo”, pero la volvía enganchar con la mano y la metía debajo del tennis y la pisaba para que ellos no se dieran cuenta si entraban a inspeccionarme. A veces me la tapaba con la sábana para que ellos no se dieran cuenta. Cuando me llevaban a hacer mis necesidades, no se daban cuenta, porque no miraban la cadena, solo me iban apuntando con su arma. Yo siempre me decía: “Dios mío, que no se den cuenta”.

Valor a prueba
Ya yo tenía la solución de la esposa y de la cadena, solo me faltaba el momento y el valor. Yo siempre ve daba cuenta de que uno de los dos salía de madrugada, casi al amanecer y buscaba agua. Porque el otro que venía a veces se quedaba en un lugar y chocaba dos piedras , como una señal, y uno de ellos subía, y le entregaba la comida. A lo que yo veo era un poco retirado, porque él duraba rato para allá. El otro solo llegaba al sitio cuando iba a buscar las grabaciones o a llevar informaciones importantes o a preguntarme algo a mí, pero casi siempre se reunían allá arriba.

Como yo sabía que el más flaco era mayor, porque a los dos yo le veía las manos, yo me decía que el día que me iría a escapar tendría que quedarme con ese. Porque no me alcanzaría. El otro me hablaba mal, era rudo y yo le tenía miedo. Me decía: “El día que intentes escaparte -y me daba con el arma en el pecho-, vas a tener dos tiros en los pies, desde que te mandes”.

El martes fue el primer día que tenía en la mente irme. En la madrugada, él mandó al más flaco para arriba. Pasa el miércoles, y él también lo manda y el jueves también, el viernes va él, pero cuando él se va que voy hacer el intento, no me salió el valor, me acobardé. Eran como las cinco y pico.

Me senté a orar, ese día, yo oré como diez veces en el día, y me soñé aquí en la casa y cuando me desperté estaba positivo y sin miedo y sin ná. Eso era en la madrugada del sábado, vi que estaba haciendo una fogata, todavía estaban los dos ahí, la hicieron cerca de mí y los que hablaban ese día yo los oía. Entonces el rudo le dice al flaco: “Voy a subir a chequear la zona”. Parece que oían la noticias, porque le dijo: “La Policía está peinando el país y tenemos que chequear y después voy a encontrarme con la persona para buscar el agua y los alimentos”.

Yo escucha el ruido de las hojas y de las piedras cuando él iba subiendo. Cuando dejé de escucharlo me dije “este es el momento, Señor, de yo hacerlo”. Me quité las esposas y me la guardé en el bolsillo, me tapé con la sábana, me quité la cadena y me quedé ahí sentado, me levanto la capucha, me quedo esperando un rato y cuando pasan como 15 minutos ya estaba el cielo comenzando esclarecer y saco la cabeza y veo que el más viejito estaba de espalda a mí, con un pedazo de plástico de refresco, que era en el que bebíamos agua y su cepillo, está aplastado de espalda. Como yo estaba en la casita de campaña yo podía salir por el otro lado y no me veía y salí aplastado hasta salir dos matas más allá, cuando las pasé, me paré y me fui por la barranca más alta...

Sentí como que él se mandó detrás de mí, pero yo de una vez lo perdí, porque aún estaba oscuro y no se veía y corría sin rumbo, con las dos manos arriba y me quité la capucha y la llevaba en la mano, cada vez que me enredaba me caía, de nalga, de ¥lao¥, como quiera, pero seguía. Por ahí hay unas matas que son como forma de lazos, que tú te enganchas y me enganché en una y me caí y creía que tenía el cocote pelao. Se me quitó un tennis, lo cogí y seguí corriendo. Cuando no aguanté, me lo puse y seguí corriendo. Llegué como a una callecita y vi una cerca de alambres y la volé y me quedé parado. Como no escuchaba a nadie, miré para la derecha y para la izquierda y algo me dijo coje para la izquierda y por ahí me fui. Corrí, corrí, cuando llegué al fondo de esa calle, miré para los dos lados, pero ahí cogí para la derecha.

Iba caminando y agarré dos piedras, me dije: si viene un vehículo me escondo y si viene un motor le pido ayuda. Cuando llego al fondo de la calle doblo a la derecha y cojo por un lugar que hay muchos hoyos, y muchos cangrejos. Creía que eran otras cocas... Seguí caminado y llegue a un lugar grande y limpio y seguí derecho y encontré un camino y caminé muchísimo, hasta encontrar una finca de vacas y miro y sigo caminando, no aguantaba la sed. Me senté, me quité el poloshirt, descansé y seguí y veo otra finca y por fin veo un señor ordeñando y le digo: “Amigo, y un muchachito que está atrás me ve. Le pregunto que si el pueblo quedada lejos, me dice que como a dos horas y media. Ahí le digo que me tenían secuestrado y que me le escapé. Me dijo: “Mi hijo, tú eres igualito a tu papá, yo estaba viendo la noticia anoche y vi a tu mamá ahí gritando”. Me dijo: “Ven, ven por aquí, yo tengo una escopeta, yo soy el encargado de esta finca”. Yo le dije que estaba deshidratado y me preguntó que si bebía leche y agarró el cubo de la leche y me dio de beber.

Después me dijo que tenía unos haitianos podando; ellos cocinaron para que comiera. Le dije que ya no tenía hambre, me dijo que debía comer algo y que me mandaría para el pueblo. Me dieron espaguetis con yuca. Le dije que me venían siguiendo porque me les escapé. Entones, él mandó al muchachito al pueblo para que buscara a la policía.

Llegaron un sargento y un cabo y un señor con una yegua, me montaron y los policías, protegiéndome y mirando para todo los lados con sus armas de fuego y el hombre que vino guiando la yegua. Duramos como hora y media; se metieron por otro camino, no por donde yo vine. Cuando llegamos a otro lugar había un muchacho esperándome con un motor. Me montaron y en el motor duramos como 45 minutos corriendo, me lo dijo el muchacho. Salimos para el pueblo, cuando llegamos al pueblo todo el mundo sabía de mí. Ese camino estaba así, lleno de gente y pregunté donde quedaba el cuartel y no lo podía ver, por la gente. Me metieron para el cuartel y el guardia le dijo a un haitiano: “Que no entre nadie, mi hermano”. A ese haitiano le dieron un tumbón y la gente entró, todo el mundo tirándome foto. Fue ahí que el sargento me quitó el swéter y buscó una camisa, y el cabo me buscó una gorra y preguntaba: ¿Qué tu quieres? Yo quiero llamar a mi papá. “Vamos a llevarte para Villa Vásquez”, y buscaron a un señor con una camioneta y se montaron mucha gente atrás, armados, por si acaso. Adelante se montaron los policías y salimos de Copey para Villa Vásquez y ahí tuvieron que poner un lazo en la calle y la gente como quiera lo rompió. Ya ahí me sentía contento, pero quería hablar con mi papá. Los policías me recibieron bien preguntándome: ¿Que tú quieres, mi hijo? Me buscaron agua, refresco, entonces le dije a uno, yo quiero un teléfono para llamar a mi papá. Me dijo que le diera el número, le dije no, yo quiero llamarlo yo y lo llamé.

No pague, me escapé.
Le dije, papi, soy yo Edward, estoy vivo me escapé. Le dije: ¿Papi, tú pagaste el rescate por mí? No pagues que yo me fugué. El capitán me quitó el teléfono y le dijo: él está aquí, en Villa Vásquez con nosotros, vengan a buscarlo con todo y su familia.

¿Por qué le dijiste que no pague?
Le dije que no debe pagar, porque cada vez que me ponían a grabar, yo oía que decían, con esta sí va a pagar. Como desde el martes no tenía noticias, pensé que habían hecho negociaciones.

¿Qué piensas de tus secuestradores?
Que era una banda de secuestradores que me estaba chequeando a mí. Nunca sentí nada raro, parece que hacía su cosa bien hecha. Ramón Pérez Reyes/listin Diario

Filis toman ventaja de 2-1 ante los Dodgers

Cliff Lee lanzó pelota de ocho entradas en blanco, con tres hits y 10 ponches
FILADELFIA. Cliff Lee lanzó ocho entradas en blanco, en las que apenas permitió tres hits para conducir anoche a los Filis de Filadelfia a una fácil victoria, con blanqueada de 11 por 0 ante los Dodgers de los Angeles, colocando 2-1 a su favor la serie de campeonato de la Liga Nacional.

Además del buen pitcheo de Lee, quien ponchó a 10 y no otorgó bases por bolas, con 103 lanzamientos, 68 de ellos strikes, los Filis explotaron el pitcheo de los Dodgers, fabricándole seis carreras a su abridor Hiroki Kuroda en la misma primera entrada, tras lo cual le hicieron dos más a Chad Billingsley en el segundo, ventaja que no perdieron jamás, "ni por asomo".

El ataque de Filadelfia lo encabezaron Jayson Werth que disparó cuadrangular y empujó tres carreras, apoyado por el dominicano Pedro Feliz que pegó triple, anotó una y remolcó una. Por igual, James Rolling y Carlos Ruiz dispararon sendos dobles, con una anotada y una empujada. Para ponerle la tapa al pomo, Shane Victorino la sacó en el octavo con dos en circulación, en un inning en el que el propio Cliff Lee bateó de hit y anotó. Por los Dodgers, Rafael Furcal, de 3-0; Ron Belliard, de 3-1 y Manny Ramírez, de 3-2. Ramón Troncoso lanzó dos entradas en blanco.

Las adicciones son una enfermedad

SANTO DOMINGO. Adicción, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, es "Hábito de quien se deja dominar por el uso de alguna o algunas drogas tóxicas, o por la afición desmedida a ciertos juegos". Visto así, solamente se reduce a las drogas y los juegos. La realidad es otra.

Según la doctora Leticia Ubiñas, de la Fundación Krissalys, "el sexo y hasta emociones, entran dentro de las adicciones". ¿Cómo así las emociones? "Porque las emociones producen unos cambios químicos en el cerebro, que repetidas, actúan igual que las sustancias. Por eso es que el sexo, el juego y todos esos tipos de comportamientos, caben dentro de lo que se ha definido como adicción. Que es el comportamiento del cerebro, que responde al comportamiento del individuo", respondió a Diario Libre.

"El cerebro reacciona a las emociones sostenidas, igual que responde a sustancias, por lo tanto, habiendo unos factores predisponientes, tienes la fórmula para desarrollar la adicción", apunta.

"Esos factores predisponientes, son los que determinan el desarrollo de la enfermedad, frente a las sustancias, conductas y comportamientos", expresó.

"Si tienes padre, madre, o pariente que ha desarrollado alguna adicción, tienes un 50 a un 70% de posibilidad de desarrollar la enfermedad", explicó Ubiñas haciendo hincapié en los factores genéticos, psicológicos y ambientales.

La adicción, una enfermedad

"Se ha comprobado y se ha descrito que hay unos cambios químicos en el cerebro, y Continua Aqui De Diario Libre

El Día del Cáncer de Mama Yo me exploro; Interesantisimo

El autoexamen es un procedimiento rápido y simple de realizar que alerta de la presencia de quistes sospechosos en los senos

Escrito por: MILLIZEN URIBE (m.uribe@hoy.com.do )

Hoy es un buen día para empezar. Para ser más responsables con nuestra salud, con nuestras vidas, con nosotras mismas.

Hoy, 19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama, es el mejor de los días para hacerse un autoexamen en los senos.

Y es que aunque ser mujer definitivamente es un don divino (podemos dar vida, somos muy emocionales y tenemos facilidad de expresión), nuestra feminidad también nos hace portadoras de algunos riesgos. El cáncer de mama es uno de ellos. Mujeres famosas y no famosas, ricas y pobres, amas de casa y profesionales, tienen en común la probabilidad de padecerlo.

Así lo señalan las estadísticas y casos que evidencian que esta enfermedad va en aumento. Pero no se preocupe, ¡Hay una buena noticia! Y es que el cáncer de mama es una de esas enfermedades que, detectadas a tiempo, tienen mayores posibilidades de cura.

Una vez al mes

Sólo cerca del 10 al 20% de las mujeres que sufren cáncer de mama presentan algún síntoma. Por ello, el descubrimiento temprano, cuando el tumor no está extendido, eleva el porcentaje de curación a un 90%, y disminuye la mortalidad en un 30%, ya que se puede tratar. Continua Aqui

Leonel: no hacer más extensiones universitarias

De ese modo rechaza las peticiones de construcción de más centros de la UASD

Escrito por: ADALBERTO DE LA ROSA

El presidente Leonel Fernández se opone a seguir creando extensiones universitarias en el país. Estima que las aulas universitarias no tienen futuro ante la educación online que crece.

Cotuí, Juan Sánchez Ramírez. El presidente Leonel Fernández vaticinó que con el tiempo los edificios de aulas universitarias desaparecerán porque se impondrá la educación del siglo 21, a distancia y online, y los estudiantes podrán llevar la educación en un bolsillo.

El mandatario expresó de esa manera su rechazo a la demanda constante de centros de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Dijo que la idea de tener un centro en cada provincia no tiene sentido porque se carece de suficientes profesores capacitados para impartir docencia en cada uno.

Consideró que la educación del siglo 21 será semipresencial porque se desarrolla cada vez más el modelo a distancia en el que los estudiantes desde su casa o celular podrán adquirir los conocimientos que requiere la educación superior.

Sostuvo que el mundo está en la era del conocimiento y puso como ejemplo que ya Google anunció esta semana que tiene digitalizados y colocados en línea cinco millones de libros a los que cualquier persona puede acceder y que la meta es de 20 millones de textos.

Fernández al hablar ante decenas de personas durante el Consejo Popular celebrado en Cotuí, dijo que hay que desarrollar el capital humano y resaltó la labor que en ese sentido desarrolla el Instituto Tecnológico del Cibao Oriental (Iteco) al entregar al país cientos de profesionales en distintas áreas.

El mandatario declaró que el Gobierno fortalecerá el instituto y manifestó que de hecho se hace con la entrega de recursos.

Señaló que en el caso de la provincia Juan Sánchez Ramírez se desarrollará un programa de becas para beneficiar a profesionales.

Indicó que conversó con ejecutivos de la minera Barrick Gold, que explotará los yacimientos minerales de Cotuí, para que firme un acuerdo con Iteco y se ejecute un programa de becas a favor de egresados de la academia y puedan hacer postgrados en universidades de Canadá. Continua Aqui

Masacre estremece a Puerto Rico: 8 muertos

Balacera ocurren en reapertura de un bar y no se descarta vinculación con el narcotráfico

Ocho personas muertas y 20 heridas es el saldo de la masacre ocurrida antenoche en el sector Sabana Seca de Toa Baja, cerca de San Juan de Puerto Rico, reportó el periódico El Nuevo Día en su versión digital.

Los fallecidos -dice la nota noticiosa- son seis hombres, una mujer y un bebé. Mientras entre los heridos hay una niña de 9 años que está en condición estable. Pistoleros atacaron a los parroquianos de un congestionado bar que era reinaugurado. Una fiscal dijo que el panorama y la forma en que ocurrieron las muertes sugiere la lucha por el trasiego de sustancias controladas. El 70% de asesinatos en la isla se vinculan al narcotráfico.

SAN JUAN. AP. Al menos siete personas murieron y otras 20 resultaron heridas luego que pistoleros abrieran fuego contra la multitud congregada en un bar que celebraba su reapertura en una localidad al oeste de la capital puertorriqueña, informó la policía.

Sin embargo, el periódico digital elnuevodia.com informó que fueron ocho los muertos de la masacre ocurrida a las 11:50 p. m. en el sector Sabana Seca.

Según la información preliminar, la balacera surgió a eso de la medianoche del sábado en un negocio que abría bajo nueva administración en Toa Baja, una municipalidad a unos 26 kilómetros al oeste de San Juan.

Tres personas fueron halladas muertas en el interior del bar, otras tres afuera y una séptima pereció cuando recibía asistencia médica en un hospital; entre los heridos graves se encuentra una niña de 9 años y una mujer embarazada que perdió a su feto de ocho meses de gestación, dijo el coronel José Morales Vázquez en entrevista telefónica con la AP.

“El panorama y la forma en que se desarrollaron estas muertes sugiere, y no se puede descartar, la lucha por el trasiego de sustancias controladas” como el motivo de la matanza, manifestó Wanda Vázquez, quien dirige el grupo de fiscales que investiga el caso.

Las pesquisas que dirige buscarán determinar también “por qué una niña de esos (9) años estaba a esa hora en ese lugar”, afirmó la fiscal, quien adelantó que el Departamento de Justicia radicaría un cargo de asesinato por la muerte del feto de ocho meses.

Morales indicó que al menos dos hombres armados irrumpieron disparando en el bar La Tómbola, donde había música en vivo como parte de las celebraciones de la reapertura.

Algunas de las personas presentes en el local repelieron el ataque a tiros y la balacera se trasladó al exterior del negocio hasta que los pistoleros huyeron en un auto del que las autoridades no tenían descripción, precisó Morales, quien habló con la AP desde el lugar del tiroteo.

Vázquez destacó que la investigación era complicada porque “es una comunidad muy cerrada” y no ha recibido cooperación de testigos. El gobernador Luis Fortuño visitó a heridos en el Centro Médico de la capital, en donde ofreció una rueda de prensa, en la cual condenó el ataque.

Las claves

Wanda Vázquez, fiscal que indaga el caso

El panorama y la forma en que se desarrollaron estas muertes sugiere, y no se puede descartar, la lucha por el trasiego de sustancias controladas”.

Luis Fortuño

A los responsables los vamos a seguir”.

Via Periodico Hoy

Stoner y McKenry otorgan al Escogido su primer triunfo; Quitaron invicto al Licey

Los escarlatas vencen a los Tigres del Licey con marcador de 5-3
Wilson Betemit se barre quieto en la antesala ante el vano intento de D'Angelo Jiménez por ponerlo out en el tercer inning del partido dominical entre Licey y Leones.

Santo Domingo.- En esta ocasión, el lanzador abridor del Escogido fue capaz de superar los cinco episodios. Tobi Stoner tuvo un auspicioso debut con los Leones, actuando de manera eficaz durante cinco actos para detener el empuje del Licey, equipo al que venció con marcador de 5-3, en partido celebrado en el estadio Quisqueya.

Stoner permaneció durante cinco episodios en el montículo, permitió tres incogibles, una vuelta y abanicó a cinco para ser la figura más destacada en la primera victoria alcanzada por los melenudos en el joven torneo y de paso le quitaron el invicto al Licey.

El espigado monticulista, de origen aleman no permitió muchas libertades a los bates azules, un sencillo de Timo Pérez luego de un out en el segundo, un doblete de Juan Melo que remolcó a Pérez en el cuarto y un imparable al prado derecho de Yordanny Ramírez luego de dos outs en el quinto. Llegó un momento en que Stoner llegó a retirar ocho jugadores seguidos.

Su desempeño fue respaldado por Félix Heredia, quien lanzó una entrada efectiva, Ivan Nova, Wagner Madrigal, Claudio Galva y Jorge de Paula, este último se anotó el salvamento.

De su lado, los escarlatas batearon ocho imparables frente a ocho lanzadores del Licey, colocando temprano el partido a su favor, tras marcar cuatro vueltas en el segundo episodio.

En esa entrada, y frente al cubano Yadier Marti, la inició Conor Jackson con boleto, luego Alex Avila siguió con incogible, Michael Mc- Kenry continuó con largó triple por el jardín derecho, productor de dos vueltas, donde el defensor Alexis Gómez realizó un fildeo impreciso, convirtiéndose éste en el batazo más importante del acto. Jamie Hoffman siguió con doblete que trajo la tercera, avanzó a la antesala por un disparó errático y anotó por un balk de Marti.

Los melenudos marcaron otra vuelta en el tercero, producto de imparable de Wilson betemit al jardín derecho, se estafó la intermedia y luego de ponche a Jackson, el siguiente bateador Avila conectó infield por los predios del intermedista Yordanny Vardespin, quien cometió error en la jugada, lo que permitió a betemit entrar en carrera.

La segunda parte del encuentro permaneció sin anotaciones hasta que los Tigres trataron de remontar en el noveno , luego que DÁngelo Jiménez se embasara por boleto, de inmediato fue remolcado por doblete de Gómez por el prado central, y quien entró en carrera por imparable de Melo por los predios del campocortista Dioris Hernández, quien realizó un disparo errado a la inicial.

El emergente José Valdez se ponchó y Yovanny Vardespín continuó con imparable al cuadro, empero el relevista Jorge de Paula obligó a Matt Tupman a batear para doble matanzas para cerrar el partido.

Pedro G. Briceño/Listin Diario

El merengue le da cara a la bachata: El Torito versus Zacarías Ferreira

Santo Domingo.- Héctor Acosta y Zacarías Ferreira quedaron confirmados para enfrentarse en el show “Merengue contra bachata”, un evento que se realizará en el sábado 7 al lunes 9 de noviembre en el resort Moon Palace Casino Golf and Spa ubicado en Punta Cana.

En el evento musical también actuarán Rafely Rosario y Janio Lora, el sábado 7, y El Cieguito de Nagua, el domingo 8.

Aparte del banquete musical de fin de semana, el periodista Huchi Lora y el historiador Rafael Chaljub Mejía se encargarán de ofrecer el domingo a las 10:00 de la mañana una conferencia sobre el merengue típico.

Fernando Quezada, presidente de Quepe Tours (empresa organizadora del vieja musical), informó que tiene un atractivo paquete con el “todo incluido”, trasporte de ida y vuelta, comida y bebida premium ilimitadas, restaurantes a la carta, servicio en la habitación las 24 horas, 12 piscinas, llamadas gratis a Estados Unidos, entrada y bebida premium incluida en el concierto, fiesta en la playa.

La producción del evento está a cargo de Mauricio Rivera, y contará con la animación de Joel López.

De Listin Diario

Estiman que RD no saldrá de la miseria por migración haitiana

CUATRO PERSONALIDADES ABOGAN PORQUE SE APLIQUE UNA LEY PARA FRENAR LA INMIGRACIÓN DESDE HAITÍ
Leyes. “Todo aquel que esté en un país ajeno a su nacionalidad tiene que cumplir con la Ley”, dijo el diputado Víctor Bisonó, a quien le preocupa la migración haitiana en el país.

Santo Domingo.- El escritor e historiador Manuel Núñez consideró ayer que es imposible que República Dominicana salga de la miseria importando pobreza desde Haití.

“La nación dominicana no puede desarrollarse con una migración que destruye el empleo, y que es importada del país más pobre del mundo”, dijo Núñez.

Recordó que el año pasado el politólogo francés Aymeric Chauprade, durante una conferencia en la Fundación Global, dijo que República Dominicana no podrá impulsar una estrategia de desarrollo que supere la pobreza de sus habitantes, si se mantiene una migración haitiana descontrolada.

Según el escritor dominicano, “Haití y República Dominicana son dos estados distintos, cada uno tiene su territorio”, por lo que esta nación no es responsable de Haití, no puede cargar con Haití, no se le puede pasar responsabilidades en Haití”.

Sin embargo, para el corresponsal en el país del periódico francés Le Monde, Jean-Michel Caroit, en el tema de la migración haitiana hay hipocresía de mucha gente porque todo el mundo sabe que esa migración de indocumentados conviene a los sectores económicos. Continua Aqui