viernes, 13 de enero de 2012

Un grave error de Hipólito Mejía con Miguel Vargas

La política dominicana es compleja. ¿Sobrevivirá Hipólito Mejía a los torpedeos de Miguel Vargas y de los pocos seguidores que le quedan? ¿Sobrevivirá Miguel Vargas a la respuesta que pueda darle Hipólito Mejía en los organismos del PRD?

 Hipólito Mejía, candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, se equivoca con Miguel Vargas Maldonado, presidente de ese partido. No es el momento de plantear que ya se cansó de insistir con Vargas para que reaccione ante el proceso político en que se encuentra el país y en particular el partido que preside.

El PRD está en una lucha política por el poder, con un candidato escogido en una convención hace 10 meses y proclamado con todas las de la ley, pero en un acto insólito tiene el contra al presidente de esa organización política.
Se equivoca Hipólito Mejía al mantener presente, en los medios, un debate con Miguel Vargas Maldonado. Si han pasado 10 meses de la Convención y Miguel Vargas mantiene la distancia con el candidato del partido que él preside, es un error de Hipólito Mejía pensar que pudiera ocurrir un milagro y que la institucionalidad política pueda retornar a esa organización.
Lo que no ocurrió en 10 meses no ocurrirá en los próximos 4, de aquí a las elecciones. Miguel Vargas ha sido y podría seguir siendo un francotirador especializado en Hipólito Mejía, y probablemente lo seguirá siendo. ¿Qué otra cosa puede hacer en este proceso electoral Miguel Vargas Maldonado? Parece, todas las declaraciones que ha ofrecido, por los pactos que ha hecho con el presidente Fernández, que busca promoverse a sí mismo en un escenario en que no caben más opciones que los candidatos presidenciales. Miguel no es candidato presidencial.
¿Qué desea Hipólito Mejía de Miguel Vargas? No creemos que procure compañía en la campaña electoral. Es evidente que Miguel Vargas acusa a Hipólito Mejía de haberle estropeado la candidatura presidencial en el 2008, y pareciera querer venganza estropeando a Hipólito Mejía la candidatura presidencial del 2012.
Es así que se hace política en el PRD. Es una mala señal para lo que ese partido y su candidato estarían deseando proyectar. Miguel Vargas es un aliado del presidente Fernández en las Altas Cortes, y estará haciendo esfuerzos para ser el candidato presidencial del PRD en el 2016, procurando que su partido pierda ahora para que pueda ser opción en un próximo torneo electoral.
La política dominicana es compleja. ¿Sobrevivirá Hipólito Mejía a los torpedeos de Miguel Vargas y de los pocos seguidores que le quedan? ¿Sobrevivirá Miguel Vargas a la respuesta que pueda darle Hipólito Mejía en los organismos del PRD? ¿Cuándo será la próxima reunión de la Comisión Política o del CEN del PRD? Esas preguntas no tienen respuestas en este momento. Nadie sabe lo que pasará.
Es inquietante lo que está pasando y la gente se puede preguntar si el PRD es un partido político, con un órgano directivo que funcione, o es algo que solamente existe como sigla. Miguel Vargas es el presidente del PRD, preside la Comisión Política. Pero ese organismo hace más de 10 meses que no se reúne. Miguel Vargas no la convoca, pese a que hizo una alianza en nombre del PRD con el presidente Fernández para designar las Altas Cortes, y no le rindió cuentas a nadie, a ninguno de los dirigentes del PRD que son miembros de esa famosa Comisión Política.
Miguel Vargas preside el Comité Ejecutivo Nacional, pero ese organismo no se reúne hace más de un año. Hay que suponer que el presidente del PRD debe rendir informes de sus actuaciones en ese CEN, pero no lo hace. ¿Tiene estatutos el PRD? Hay que suponer que sí los tiene. ¿Quién exige o reclama que esos estatutos se cumplan? Al parecer nadie.
Miguel Vargas hizo cambiar los estatutos del PRD, para que el candidato presidencial se convirtiera en presidente del PRD. Las cosas no salieron como Vargas esperaba, y el candidato es otro, pero él sigue siendo presidente del PRD, en contra de su propia disposición y adversando al candidato presidencial.
¿Quién le dice a Miguel Vargas que es ilegítimo, irracional o ilegal su proceder? El presidente del PRD es ahora una piedra en el zapato de Hipólito, y lo está disfrutando, en plena faena de venganza. Acusó a Mejía de haberle ganado la convención con apoyo del PLD, y ahora es él quien ayuda al partido de gobierno, quien pacta con el presidente Fernández y quien es un clarísimo adversario del candidato de su partido.
¿Es eso posible en el PLD? No es posible, ni lo es en el PRD de Panamá, ni el PRI de México, ni en el Partido de los Trabajadores en Brasil, ni el Partido Socialista Obrero Español, y que se sepa no es algo que haya ocurrido en ningún partido de la Internacional Socialista, de la que Miguel Vargas es vicepresidente para América Latina.
¿Está secuestrada la dirección del PRD? ¿Es posible que Miguel Vargas secuestre la dirección de un partido político que en las elecciones presidenciales pasadas obtuvo el 42% de los votos? ¿Que secuestre la dirección de un partido que salió delantero en la presente campaña electoral?
Parece que es posible y que es legítimo. Los dirigentes del PRD que estuvieron con Miguel Vargas en muchas de sus iniciativas, los que le han apoyado en sus aspiraciones ¿Siguen apoyándole ahora? ¿Lo han emplazado a reflexionar sobre su futuro político? ¿Es ya un caso perdido, y por tanto tendrá que dejar el PRD? ¿Si Mejía pierde las elecciones es posible que Miguel Vargas vuelva a controlar el PRD?
Hipólito Mejía ha cometido un grave error al darle cancha abierta a Miguel Vargas para reconquistar el espacio público, con contradicciones, con documentos eficientemente elaborados para sembrar la duda o para incordiar al candidato del partido que él preside. Es un caso patético de la irracionalidad política dominicana. Hay que suponer que él sabe lo que hace y la naturaleza de los vientos que siembra. Y sabrá las tempestades que podría cosechar.
Mientras tanto, el país observa cómo uno de los partidos básicos del sistema político dominicano se coloca piedras en su camino hacia las elecciones del 20 de mayo, ahorrándoles esfuerzos y engergías a sus competidores.