TAMBIÉN ACUMULA UNA DEUDA DE RD$814 MILLONES
La Junta Central Electoral (JCE) desarrolla sus actividades administrativas en medio de precariedades económicas, al quedar con un déficit superior a los 700 millones de pesos luego de las elecciones, que le dificulta cubrir parte de la nómina.
La institución acumula además una deuda de 814 millones de pesos, cuyo pago de esos compromisos pospuso para concentrar los recursos en la organización de las elecciones del pasado 16 de mayo, las cuales estima le costaron por encima de 2,000 millones de pesos.
El gobierno sólo asignó a la JCE para los gastos electorales un presupuesto de 1,217 millones 306 mil 464.
Ese monto representa 167 millones 658 mil 774 menos que lo asignado para el proceso electoral del 2008, cuando recibió 1,384 millones 965 mil 238 pesos, según se establece en un documento obtenido por Listín Diario.
Indica el documento que para las recién pasadas elecciones congresuales y municipales, la JCE tuvo que usar todas las previsiones y reservas que disponía, porque resultaron mucho más complejas y costosas que las del nivel presidencial celebradas en el 2008.
Para enfrentar los problemas financieros, la Cámara Administrativa calculó que necesita 600 millones de pesos, lo cual estimó le permitirá manejar la situación con sus acreedores y mantener el buen crédito de la institución. En el presupuesto complementario que aprobó el Congreso, el gobierno le asignó una partida de RD$450 millones la JCE, pero esos fondos aún no han sido desembolsados.
Según se supo, la JCE se está manejando financieramente con los recursos que recauda por las tarifas de los servicios que presta en el registro civil, la cedulación y padrón electoral, como parte de la política de autogestión que aplicó desde el 2007.
Gracias a esa política de autogestión, la JCE percibió ingresos por un monto de 364 millones 506 mil 173.17, a junio de este año, según consta en la rendición de cuentas de la Cámara Administrativa.
Expectativas
Empleados, funcionarios medios y jueces de la JCE se mantienen a la expectativa de la designación de los nuevos miembros del organismo. Jueces y funcionarios medios ya tienen preparados sus “bultos” para abandonar la institución, en caso de no ser ratificados en los puestos que ocupan. Muchos empleados están ansiosos porque su situación laboral se defina ante posibles cambios de autoridades. Ayer se escuchó decir a algunos que desean que llegue la nueva JCE para irse para sus casas o para sus oficinas privadas, tal vez porque no tienen esperanza de que sus superiores continúen allí.
¿Qué se dice por ahí? es una pregunta común que hacen trabajadores de la institución, en espera de recibir alguna información sobre cuáles jueces serán ratificados o no, o saber quiénes serán los nuevos miembros. Trascendió que algunos jueces, incluso, ya se desvincularon de la JCE, entregaron vehículos oficiales y andan en su transporte privado.
ADVERTENCIAS SOBRE MEDIDAS DRÁSTICAS
A principio de este mes, la Cámara Administrativa distribuyó una circular, en la que requirió estricto y fiel cumplimiento del horario regular de labores, establecido de 8 de la mañana a 4 de la tarde, con la advertencia de que el no cumplimiento de esa disposición implicará la adopción de medidas drásticas.
Durante este período de transición, la Cámara Administrativa inauguró varias oficialías, pero luego de que el Senado empezó el proceso de selección de la nueva JCE se ha observado poca actividad.
Se han limitado mayormente a actos de rendición de cuentas, tanto de la Cámara Administrativa como de la Escuela de Formación Electoral.
El Pleno de la JCE lleva alrededor de dos meses sin reunirse.
Empleados de la Cámara Contenciosa aún trabajan en la elaboración de sentencias que quedaron pendientes de los más de 200 casos que falló, de los cuales inicialmente solo emitió los dispositivos.
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