martes, 5 de octubre de 2010

Bidó Medina exige castigar corruptos

Por Roberto Valenzuela

Bidó Medina sentenció que ningún funcionario o dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) “que no tenga nada que esconder” debe molestarse con la prensa cuando destapa un escándalo de corrupción, porque –según dice– los medios de comunicación son el mejor aliado del Estado y la sociedad”.

¿Se siente decepcionado en cuanto a la lucha de la corrupción?

En el Partido hay mucha gente, es posible que algunos de los viejos pudiera degenerar, y lo que están haciendo eso está mal, pero hay mucha gente buena que ha venido al Partido, pero otros vienen frente al auge de que el Partido ha llegado al poder, no vienen para compartir ideas y principios con la filosofía bochista del poder. Los bienes del Estado son sagrados.

¿Hay corrupción en el Gobierno?

Los que van a una función en el Estado van como representantes del conjunto, la sociedad, pero hay gente que cree que los puestos son para encumbrarse y que están por encima de los demás. Por eso es que el que está en una función pública tiene que rendir cuentas de sus funciones, porque está manejando patrimonio ajeno por voluntad de la mayoría, pero hay gente que confunde el patrimonio personal con el patrimonio estatal.

Pero también existe la creencia de muchos, que no tienen funciones públicas ni nada parecido, de que porque una cosa es del Estado ellos pueden disponer de ella y se meten en una tierra del Estado, hacen maniobra para apropiarse de los bienes del Estado.

Yo dije hace más de un año, cuando comenzó el escándalo de robo de las parrillas, tapas de hidrantes y desagües, alambres del tendido eléctrico y telefónico, que esto se producía por la voracidad de algunos y la complicidad de otros.

Eso no se sacaba del país en un sobre manila, eso había que sacarlo en embarcaciones, lo cortaban en complicidad con un vigilante y alguna autoridad, porque alguien tenía que verlo y nadie decía nada.

El Presidente no puede estar metido en cada cubículo de todo el aparato del Estado, cada supervisor es responsable en la dependencia donde trabaja.

La debilidad consiste en no vigilar lo que sucede en su entorno. Cuando una persona actúa mal, aunque sea una sola vez, queda la impronta entre las personas que lo conocen de que esa persona no es confiable.

El hombre tiene que cuidar su imagen más que la niña de sus ojos. Los bienes son necesarios, pero los bienes no son el fin de la vida. La muerte moral es peor que la muerte física: prefiero morir antes de avergonzar a mi familia y a la sociedad.

Tampoco se puede generalizar, yo no creo en la gente que generalice porque esa es una forma irresponsable de no decir las cosas como deben ser. Si usted tiene un dato y lo dice, usted contribuye con el Gobierno.

El Estado es moral por definición. Cuando falla alguien en el Estado es el individuo que traiciona al Estado. Cuando pasa algo en la Iglesia no es la Iglesia católica, es el miembro de la iglesia que ha hecho algo malo.

La sociedad de consumo incentiva la corrupción cuando se lleva al exceso. Hay gente que cuando ve dinero se vuelve loca, hay gente que quiere llevar una vida abundante, cómoda, una vida de lujo.

La gente quiere meterse en gustos que su producción no puede mantener, entonces se ven tentados a meterse en cualquier maquinación para ganar dinero fácil.

¿Cómo se frena la corrupción?

Si el robo de las cosas del Estado comienza por cosas sencillas terminan utilizando los fondos para hacer negocios, dejándose corromper de algún capitán de industria.

No se puede decir en la proporción en que está, pero en las estructuras de la sociedad, en el sector público y sector privado hay gente buena, pero hay unos que han hecho diabluras.

Castigo. “Cualquier funcionario que viole las normas éticas e incurra en corrupción debe ser castigado no importa que sea un funcionario del PLD o de los partidos aliados”.

Oportunistas. “Muchas figuras políticas adversaban rabiosamente a Juan Bosch, pero que cuando el PLD llegó al poder corrieron como ‘la mosca a la miel’ a lucrarse del Estado”.

Honrado. “Yo fui rector de la UASD y salí del cargo cogiendo carros públicos, varias veces se me rompió el pantalón del traje porque las guaguas ‘voladoras’ estaban muy deterioradas”.

Quién es

Edad: 78 años
Profesión: Abogado
Oficio: Político

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