Manny llegó con su "Soga" a Santiago

Santo Domingo.- El actor dominicano Manny Pérez se echó a llorar ante más de 400 personas que abarrotaron el auditorio del Cursa-UASD en el estreno de “La soga”, filme que concibió hace siete años y rodó en su pueblo natal. La historia, filmada en Baitoa, Santiago, fue aplaudida de pie por el público que antes hizo fila para posar a su lado en La Barranquita.

Acentuando su lenguaje cibaeño, la alegría de Manny Pérez se resumió en la confesión: “Venimos de uno de los festivales más grandes del mundo, el de Toronto, pero hoy estamos en Santiago, con mi gente y eso es lo que vale. Ustedes son más que América y Europa, t’ó junto”.

Con la premier de La soga se formalizó la inauguración del III Festival de Cine Global Dominicano a nivel nacional, desde Santiago. Antes de vestirse de negro para la premier, Manny Pérez, el director de La soga, Josh Crooks; los actores Juan Fernández y Hemky Madera, así como Jaime Whitgock, ofrecieron una rueda de prensa en Tetté Club, donde el primero manifestó su alegría por presentar su historia en Santiago de los Caballeros.

“Esta es una historia que se da en muchos sitios”, expuso el actor, quien hizo la salvedad de que La soga nada tiene que ver con el policía dominicano apodado “La Soga”, a quien se le atribuyen decenas de muertes. Antes de rajarse a llorar y agradecer el apoyo de su pueblo, Pérez dijo que la soga o cuerda que aparece en todo el filme es un símbolo que refleja la atadura del protagonista al poder estatal, militar y económico del país.

Al finalizar la proyección, el actor de ojos galanos y corazón humilde, no quiso quedarse con todo los créditos. Invitó al escenario del Cursa al pueblo, o sea, a su gente de Baitoa que aparece en el filme.

SATISFECHO CON LOS RESULTADOS
ALEGRÍA: Rebosante de alegría porque su ‘bebé’ había sido visto en Santiago, el actor confesó que aún no tienen una propuesta significativa para llevarla a grandes salas de cine. “La soga” fue presentada con críticas muy favorables en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Una fuente muy confiable dijo que la comunidad de Baitoa fue generosa, pues le apoyó en todo, le daban café, comida, etc. Grisbel Medina R.