 Asesinato. Vienesa Cesarina Capellán Pérez (La Gorda) acribillada a tiros en diciembre de 2008. |
Santo Domingo.- A más de un año del asesinato de Vienesa Cesarina Capellán Pérez, mejor conocida como Bianca La Gorda, el rumbo de las investigaciones se diluyó o por lo menos sus resultados, si los hubo, nunca fueron revelados, a pesar del revuelo que causó este crimen y el tipo de trabajo al cual se dedicaba.
Un nuevo elemento que, según entienden algunos sectores de opinión, ha debido revalidar el curso de estas investigaciones son las revelaciones dadas en diciembre del 2009 por el asesor en materia de drogas del Poder Ejecutivo, Marino Vinicio Castillo, quien dijo que las armas utilizadas para cometer el crimen están vinculadas al prófugo José Figueroa Agosto.
Estas declaraciones ni siquiera movilizaron a reactivar el expediente sobre una ejecución de más de cuatro balazos, de 30 disparos que le hicieron en diciembre del 2008 desde una yipeta en marcha en la avenida Independencia.
Al principio, oficiales del Departamento de Investigaciones Criminales manejaron varias hipótesis sobre los motivos que originaron el asesinato de Bianca la Gorda, y en su momento se explicó que una de ellas apuntaba hacia un chisme que ella alegadamente habría contado al acaudalado amante de una amiga, a quien le habría sido infiel.
El cadáver de Capellán Pérez fue sometido a una autopsia en el Instituto Nacional de Patología Forense y los investigadores examinaron una supuesta guía de amigos y amigas de la Gorda para desenmarañar los motivos del crimen.
Investigación
La Policía llevó a cabo una investigación a partir de la lista de clientes, amigos, allegados y compañeros de Capellán Pérez, que estimaba a su vez, los montos que ésta cobraba por sus servicios y gestiones de entretenimientos nocturnos.
“También investigaron una de las hipótesis más comentadas, según la cual, Capellán Pérez se habría enemistado con una amiga a la que había puesto en contacto con un rico empresario residente en los Estados Unidos”, dijo entonces un oficial que quiso guardar su nombre en el anonimato.
Conforme a esa hipótesis, Bianca La Gorda pudo haber sido castigada por contar al rico amante de su amiga, que ésta le dedicaba su tiempo a otros amantes mientras él permanecía en los Estados Unidos. Hay quienes creen que con la denuncia hecha por el jurista Marino Vinicio Castillo, las autoridades debieron abrir un nuevo cerco en sus investigaciones sobre el caso Figueroa Agosto.
Castillo explicó que en el edificio de los lugartenientes de Agosto aparecieron dos fusiles y unos 264 kilos de cocaína y que según las pruebas de balística, estas armas fueron las que se utilizaron para el homicidio de la Celestina ejecutada a balazos. En sus declaraciones Castillo indicó que estaba diciendo que Agosto había disparado.
CUATRO BALAZOS DE 30 DISPAROS
“La versión que yo oí no se refiere a que él –Agostola tuviera, ese individuo tenía esa arma y está preso; hay uno preso y uno fugitivo que le respondían a Figueroa Agosto y eran sus lugartenientes”, llegó a expresar Vincho Castillo.
Al participar en el programa “Hoy Mismo”, el funcionario indicó que el hecho procesal está en la Justicia, pero que desconoce cuál de las Fiscalías tiene el expediente.
A juicio del asesor en materia de Narcotráfico del Poder Ejecutivo, Figueroa Agosto y Sobeida Félix Morel, ambos prófugos de la Justicia, permanecen en la República Dominicana.
La mujer, de 38 años de edad, había perecido a causa de complicaciones provocadas por cuatro heridas de bala, una de ellas en el costado izquierdo, se informó en esos días. La oficina de relaciones públicas de la Policía había explicado que se depuraban varias informaciones para dar con los asesinos de Capellán Pérez, quien vivía en un apartamento de un condominio, en la avenida Independencia, próximo a Malecón Center.
Se dijo que es hija de Hugo Capellán, un oficial retirado de la Policía que sirvió durante muchos años en el departamento de Robo en Santiago. Néstor Medrano
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