Precisó que centenares de personas se beneficiaron con ese procedimiento de agilización, el cual defi ió como normal y rutinario en la JCE, porque solo había que justificar la urgencia para ser favorecido.
Morel Cerda fue enfático en asegurar que nunca firmó una autorización para agilizar el expediente de cédula a ningún familiar, amigo o conocido.
“Nosotros no teníamos que conocer la persona porque iban al centro de cedulación primero, el centro de cedulación se lo pasaba a uno de los jueces y el juez si consideraba que la urgencia estaba justificada, pues autorizaba esa agilización”, explicó.
Argumentó que las autorizaciones se emitían luego de los problemas generados con el proceso de cedulación iniciado en el 1998 cuando él todavía no laboraba en la institución, porque se trabajó con un solo servidor informático que no estaba en línea.
“Estábamos tratando de cedular al país entero, y había personas que justificaban la urgencia, ya sea para viajar al exterior y algo así, centenares de personas se beneficiaron de eso, porque solamente tenía que justificar la urgencia y en vez de entregarle la cédula en un mes o tres meses, se le entregaba en cinco días”, señaló.
Duplicidades
Morel Cerda manifestó que con ese sistema de cedulación una persona podía tener la facilidad de poder obtener tres, cuatro y hasta cinco cédulas.
Sin embargo, precisó que eso se corrigió cuando lograron instalar varios servidores y entregar la cédula en línea.
“Pero muchas de las personas que tenían cédula así, que la habían obtenido antes de que el proceso se pusiera en línea se quedaron con esas cédulas y algunos sacaron una cédula verdaderamente genuina, válida para todo el mundo y otros se beneficiaron con distintas identidades para obtener esa cédula”, expresó.
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