lunes, 12 de abril de 2010

Los polacos reciben el cuerpo de su presidente

Todo el país observa un duelo nacional, tras la tragedia
Respeto. Marta Kaczynski, la hija de Jaroslaw Kaczynski, y el hermano gemelo del presidente polaco, Lech Kaczynski, oran ante elféretro, en el aeropuerto de Varsovia, ayer.

Varsovia.- El cuerpo del presidente polaco Lech Kaczynski, que murió ayer sábado junto a otros altos cargos del país en un accidente de avión en Rusia, fue repatriado ayer domingo a Varsovia, donde sus compatriotas, de todas las tendencias políticas, se unieron para rendirle homenaje.

El féretro será expuesto al público hoy martes, anunció anoche un alto responsable de la Presidencia citado por la agencia PAP.

Un encuentro entre representantes de la presidencia y de la oficina del primer ministro para organizar los funerales está prevista el lunes, precisó Jacek Sasin, subdirector de la presidencia.

Los restos mortales de Kaczynski llegaron a la capital polaca poco después de las 15H00 a bordo de un avión militar que partió de Smolensk (oeste de Rusia) después de que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, le rindiese un último homenaje. En Varsovia, fue recibido por su familia y toda la clase política polaca durante una ceremonia oficial.

Sólo la madre del difunto, hospitalizada en muy grave estado de salud, no fue informada del trágico suceso por decisión de su otro hijo, el ex primer ministro polaco Jaroslaw Kaczynski, informó el portavoz del hospital militar de Varsovia, coronel Piotr Dabrowiecki. La hija del presidente, Marta, fue la primera en arrodillarse ante el féretro cubierto con la bandera polaca blanca y roja. Después fue su hermano gemelo, Jaroslaw, quien le rindió homenaje.

Altos responsables, entre ellos el presidente de la cámara baja del Parlamento, Bronislaw Komorowski -jefe de Estado interino-, se recogieron también uno a uno ante el féretro, que después fue trasladado abandonó el aeropuerto al son de la Marcha Fúnebre de Frederic Chopin.

LAS CONDOLENCIA DEL PAPA BENEFICTO XVI
El papa Benedicto XVI ofreció ayer domingo sus condolencias a Polonia después de que el presidente de ese país y otros altos funcionarios murieran en un accidente aéreo. El pontífice dijo que reza por las víctimas de la “querida” nación polaca.

Varios polacos que sostenían las banderas rojas y blancas de su país cantaron con tristeza después de que el Papa terminara su bendición del mediodía desde la residencia vacacional papal de Castel Gandolfo. Benedicto XVI dijo que se enteró con tristeza del accidente y las muertes. “Perecieron durante un viaje a Katyn, el lugar de ejecución de miles de miembros del ejército polaco asesinados hace 70 años”, dijo el pontífice en polaco, refiriéndose a los polacos ejecutados de forma sistemática por la oficina de seguridad de Josef Stalin, precursora de la KGB, en 1940.

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