Santo Domingo.- Mañana, a partir de las 10:20 de la noche, el Juego de Estrellas de la NBA estará buscando establecer una marca para la mayor cantidad de personas observando un partido de baloncesto en los Estados Unidos. Y todo gracias al Cowboys Stadium, el hogar de los Cowboys de Dallas en el fútbol de la NFL, inaugurado el año pasado.
El estadio, situado en la ciudad de Arlington, Texas tiene techo retráctil y sus instalaciones pueden recibir 80 mil fanáticos con la posibilidad de expandirlo hasta 100 mil asientos.
A mediados de semana, la venta de boletos para ver a los estelares de la NBA andaba cerca de los 92 mil por lo que puede acercarse o llegar al número mágico.
El récord de asistencia a un estadio para ver un partido de baloncesto en los Estados Unidos es de 78,129 espectadores que asistieron el 13 de diciembre de 2003 al Ford Field de Detroit para un enfrentamiento del basket universitario entre Michigan State y Kentucky.
Un par de arcos de 91 metros de alto y anclados al suelo por ambos extremos del estadio atraviesan el domo completo de la estructura.
Posee un techo retráctil capaz de abrir o cerrar en un aproximado de nueve minutos; puertas de cristal, aire acondiciona- do y una enorme pantalla doble de LCD de alta definición colgando por encima del campo de juego. Las pantallas de más de 1,075 metros cuadrados son las más grandes del mundo en un recinto deportivo.
El Cowboys Stadium fue diseñado por la firma de arquitectos HKS Inc. establecida en el área de Dallas y será utilizado para una gran variedad de deportes, además de conciertos y otro tipo de eventos.
Su costo original era de 650 millones de dólares, sin embargo, la cantidad final ascendió a más de $1.15 billones (1,150 millones).
Es uno de los recintos deportivos más caros.
Para ayudar a Jerry Jones, dueño de los Cowboys, los ciudadanos de Arlington votaron a favor de implementar impuestos adicionales al consumo en pequeños porcentajes.
El gobierno de Arlington aportó un total de 325 millones y la NFL cerca de 150 millones como parte de su política de apoyo a los equipos para financiar nuevos estadios.
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