Los aficionados anhelan ver coronar año repleto de gallardetesAunque esta ciudad alcanzó en el 2010 dos coronas a nivel superior, anhela conseguir una tercera, tan apetecida que desde ya el pueblo proclama tres días de fiesta si ven a los Toros conquistar el campeonato en el béisbol por primera vez en quince años.
Y el preludio de este acontecimiento se exhibió la noche del miércoles cuando un par de minutos después de que Kevin Barker remolcara con sencillo la carrera de la victoria, cientos de simpatizantes de los Toros se agolparon en la explanada frontal del Francisco Micheli para festejar en grande el triunfo del club, que lo coloca a las puertas de avanzar a su cuarta serie final en sus 27 años de historia.
Decenas de vehículos con música estridente, tambores, cornetas, pitos, convirtieron de manera rápida las afueras del parque en una fiesta taurina, donde fanáticos disfrutaron por más de una hora el triunfo de los Toros 2-1 sobre el Escogido, con lo cual aseguran un empate en uno de los puestos de clasificación en ruta a su primera final desde 1994-95, precisamente el año en que obtuvieron su único cetro en la pelota dominicana.
El ambiente es contagioso, los fanáticos apoyan en masa a su equipo, tanto así que este año la venta por concepto de entradas tuvieron un incremento de un 40 por ciento con relación al 2009, con todo y que Licey y Águilas hace rato que están fuera del escenario.
“Al principio realizamos ofertas como noche de damas y los famosos combos para la familia, pero el equipo ha jugado tan buen béisbol que hace rato no lo hacemos, aunque siempre tratamos de realizar actividades para mantener siempre motivada a la fanaticada”, expuso Serafín Portes, administrador del Francisco Micheli con una gran satisfacción.
Como aconteció el miércoles cuando Marcial Morla (Cayito) sacó cinco billetes de a mil pesos y organizó una competencia de disparos al barril entre damas, lo cual se convirtió en todo un acontecimiento.
En la actualidad, el Francisco Micheli es el parque más divertido y no es para menos.
El equipo suma ya 37 victorias contando la serie regular, dos menos que en el 2008-09, incluso tienen su God Bless You América (Dios Bendiga América) o Take Me Out to de Ball The Game (Llévame al partido de béisbol), lo cual se convierte en una especie de rito cuando se arriba al séptimo episodio.
Y la mayor diversión gira en torno a una agrupación creada hace dos años, de nombre la “Pote Band”, que dirige el pintoresco Ricardo Bello, y viaja a cada parque llevando la alegría a la fanaticada taurina.
“Aquí no hay espacio para el estrés, ni siquiera cuando estamos debajo en el marcador, nuestra alegría alcanza su máxima expresión cuando jugamos en el hogar”, expresa Bello.
Las diez victorias del club representan apenas la tercera ocasión que llegan a doble dígitos en 14 participaciones y con una más empatarán su mejor marca en un todos contra todos, alcanzada en el 2008-09, oportunidad donde no pudieron alcanzar la clasificación.
Pero, en esta ocasión esperan escalar el mismo sitial que alcanzó el equipo de voleibol superior de esta provincia que conquistó el torneo nacional a mediados de año y el de los Cañeros que obtuvo el torneo de la Liga Nacional de Baloncesto.
Andrés Portorreal, un niño de apenas trece años no había nacido cuando el equipo romanense exhibió el gallardete, pero tiene un corte de pelo que se lee “Aquí to somos Toros” y tiene la insignia del animal en su cabeza.
Los Toros están para conseguir algo grande y esto se manifiesta en la entrega de cada uno de sus jugadores, el trabajo de la directiva y el soporte de una fanaticada que a cada momento grita a viva voz. Aquí To Somos Toros.
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