El director nacional de Patología Forense, doctor Sergio Sarita Valdez, afirmó ayer que universalmente es condenable y criticable el entierro en fosa común de siete mil personas, víctimas del terremoto en Haití.
Recordó que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) elaboró en el año 2004 un manual de procedimiento para el manejo de cadáveres en caso de desastre y fue hecho en base a experiencias acumuladas de fenómenos naturales en distintas partes del mundo.
Dijo que además de ser condenable y criticable el entierro en fosa común, produce indignación en los familiares porque el muerto significa para los sobrevivientes algo sagrado y dificulta su identificación para la familia, la sociedad, el comercio, la banca y los seguros.
Manifestó que los terremotos no solo matan a los pobres, sino a los ricos, a la clase media y a los blancos y a los negros.
El doctor Sarita Valdez consideró que cuando hay un desastre tiene que haber un plan en el que primero se atienda a los heridos y lesionados, segundo el establecimiento de los servicios básicos y en tercer lugar el rescate, la ubicación, procesamiento, almacenamiento y entrega posterior de los cadáveres.
Expresó que si no aparecen los familiares se le hace la ficha a cada uno, sin importar la cantidad que sean, porque el procedimiento estandarizado indica medirlo, tomarle dos fotografías, una lateral y otra de frente, así como se le asigna un número.
Criticó que no haya coordinación ni un liderazgo en Haití que convoque al pueblo haitiano para entrar a una cruzada de salvación.
Se preguntó cómo es posible que a más de 48 horas del terremoto, de una intensidad de 7.3 en la escala de Ritcher, estén los cadáveres en la calle y no se haya organizado un plan mínimo para llevarlos a una morgue provisional, que se puede crear en cualquier lugar.
Dice que en Haití hay profesionales de la salud que pueden ayudar, así como muchos haitianos que pueden cavar en zona aledaña para enterrar con dignidad y con el protocolo a cada uno de los muertos.
No enferman
El doctor Sergio Sarita Valdez también dijo que no es cierto que los cadáveres de desastres naturales sean un foco de epidemia. Dice que huelen mal y producen un efecto negativo pero en términos de enfermedad no son vehículos. Explica que cuando el cadáver se descompone sí puede pasar a las aguas y contaminar pero si se trabaja con la situación no sucede. Dice que el entierro en fosa común de siete mil cadáveres del terremoto en Haití se hizo sin haber la necesidad y bajo el subterfugio de que había peligro de epidemia..
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