martes, 26 de enero de 2010

Los cadáveres se convierten en calaveras en las calles de Puerto Príncipe

PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- Al cumplirse este lunes 13 días del terremoto de 7.0 grados en la escala Richter que afectó destruyó la capital haitiana, los cadáveres se descomponen en las calles, atrapados en escombros que son hurgados por decenas de personas que tratan de extraer cualquier desperdicio que les sirva para la venta o para su propio provecho.

Kelvison Cáceres, coordinador de las brigadas de emergencias de la Defensa Civil dominicana, explica que “hace cuatro días que paramos la recuperación de escombros y la remoción de cadáveres porque están muy descompuestos y, como tú sabrás, eso provoca bacterias que le hacen daño al cuerpo humano”.

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Cáceres entiende que la remoción de los cadáveres en lo delante debe ser una misión de las fuerzas que componen la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH).

“Se necesita maquinaria pesada, porque ya no podemos arriesgar una persona viva para recuperar un muerto”, dice.

Desde el día siguiente del terremoto, la Defensa Civil dominicana mantiene unos 200 voluntarios en forma permanente en esta capital. A estos se suman una unidad élite integrada por 38 especialistas en movilización de escombros, que tiene estudios en Arquitectura, Medicina e Ingeniería.

Esos especialistas se encargan de evaluar las edificaciones a las que los rescatistas deben penetrar como parte de sus labores.

Pero, como dice Cáceres, en la actualidad se requieren máquinas pesadas. La maquinaria que en la actualidad está en labores es insuficiente para levantar una ciudad que quedó convertida en escombros.

Ciudad de escombros

El domingo los haitianos de la parte central de Puerto Príncipe se movilizaban en medio de edificios y viviendas destruidas por el terremoto.

Entre los escombros sobresalían las calaveras. Los cadáveres de personas que quedaron atrapadas entre los edificios en ruina ya pierden los músculos y la piel en un proceso en el que sus fluidos se descomponen en plena vía pública, una situación que -como han advertidos especialistas de la Medicina- podría desencadenar en epidemias.

Las personas evaden las calaveras para buscar entre los escombros pedazos de madera, alambre, muebles y todo tipo de objetos.

Algunos llevan mascarillas, otros sencillamente resisten el olor a muerte que circunda esta ciudad destruida por la furia de la naturaleza.

Al problema de los cadáveres se suma la falta de remoción de escombros que todavía representan peligro para la vida humana, debido a las constantes réplicas del terremoto que se han sentido en Puerto Príncipe en los últimos días.

La zona de Petion Ville, en donde está ubicada la embajada de República Dominicana, resultó entre las más afectadas por el terremoto. Cientos de viviendas todavía mantienen sepultadas a un sinnúmero de personas.

En medio del desastre, la embajada asiste a damnificados haitianos de sus alrededores y a los dominicanos que acuden a la sede diplomática en busca de apoyo, sobre todo para retornar a sus pueblos de origen.

El ministro Consejero de la Embajada, Pastor Vásquez, explicó que desde el pasado viernes se dio por cerrado el proceso de evacuación de los dominicanos. Dijo que el operativo se extendió debido a que muchas personas residían en lugares distantes de la sede diplomática, a lo que se sumaron las dificultades de desplazarse en una ciudad convertida en escombros.

Explicó que el viernes fueron enviados 85 dominicanos a Santo Domingo. “Cerramos el proceso de evacuación que en tiempos normales no puede durar más de 72 horas. Hoy domingo llegaron dos muchachas que las mandamos de inmediato a la frontera de Jimaní con un compañero de trabajo”.

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