El féretro con los restos del oficial fue cubierto con la Bandera Nacional
Pedro BRanD. En medio del llanto y el dolor de todo un pueblo que se vistió de luto fueron sepultados ayer los restos del primer teniente de la Policía, Francisco Antonio Vargas Peralta, muerto de seis balazos en medio de un enfrentamiento a tiros con cuatro supuestos delincuentes.
El oficial policial deja en la orfandad a cuatro menores y su viuda Angelina Durán, una consagrada oficial del Ejército Nacional, dedicada por años a impartir docencia.
"Estamos despidiendo a un héroe de la patria, que murió en el cumplimiento de su deber y que su espíritu vivirá por siempre en cada uno de los corazones de nosotros los policías", dijo el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín quien encabezó el cortejo fúnebre desde la residencia del occiso hasta el cementerio del sector de Eduardo Brito en este municipio.
Guzmán Fermín dijo que la Policía tiene una deuda con el malogrado oficial "que es la de endurecer la lucha contra la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico.
Ayudará la familia El jefe de la Policía anunció una ayuda por RD$700 mil a la viuda y los hijos del oficial y garantizó el pago de los estudios de los hijos de Vargas Peralta.
Dijo que la entrega del dinero se realizará esta misma semana con el fin de que puedan seguir su normal. "Hemos perdido a un buen policía, a un buen padre, a un buen hijo y a un buen esposo y ahora sólo nos queda seguir su ejemplo para hacer de esta una sociedad segura", dijo.
Vargas Peralta fue sepultado al compás de la música del himno de la Policía y de la marcha conocida como "Más cerca de ti Dios Mío". En el cementerio una salva de tres cañonazos anunciaba la despedida de los restos del oficial.
De Adonis Santiago Díaz
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