Generadores funcionan como oligopolio para controlar el mercado eléctrico

SANTIAGO (R. Dominicana).- El círculo vicioso en que se encuentra el sistema eléctrico dominicano es difícil de romper. Tantas promesas incumplidas de solución de los apagones han terminado diezmando la confianza en el gobierno de una sociedad que se ha visto forzada al permanente “trago amargo” de pagar una de las tarifas eléctricas más caras de la región. Las nuevas autoridades del sector parecen moverse como el minotauro en su laberinto, donde cada vuelta remite a pisarse su propia cola. Rubén Bichara lo dijo desde el mismo día en que ocupó por primera vez su despacho de vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE): “Lo que encontré fue una deuda de 2,000 millones de dólares”. Sin contar con las cuentas por cobrar de otros suplidores, el último corte de las facturas de los generadores, luego de un pago de 600 millones de dólares, ubicó la deuda en alrededor 700 millones de dólares, al finalizar este año la cuenta cerrará en cerca de 900 millones de dólares. La respuesta que ha dado el gobierno de Danilo Medina a esta situación es la de buscar un préstamo con la banca local para seguir abonando a la factura que mensualmente los dueños de las plantas generadoras hacen llegar al despacho de Rubén Bichara. No bien se hace un pago cuando el gobierno ya está endeudado. La deuda se acumula y los generadores recurren al mecanismo de los apagones como presión para cobrar la cuenta que se vence cada dos meses. Así ha andado y anda el sector eléctrico desde la capitalización y la estructuración del negocio en manos de un selecto club de generadores privados que de acuerdo con José Luis Moreno San Juan, director del Instituto de Energía de la UASD, actúa de manera oligopólica fijando el precio de la energía con márgenes de ganancia muy por encima de los estipulados en el mercado internacional. Al ser entrevistado por 7dias.com.do, el experto en energía aseguró que el problema de fondo hay que buscarlo en la estructura misma del negocio y, específicamente, en la fijación de precios que hacen los generadores a los distribuidores de electricidad. Para Moreno San Juan ese sistema ha significado una sangría de recursos del Estado que ha ido como “ganancias” a los bolsillos de los dueños de las plantas generadoras. “Los precios son establecidos a través de mecanismos que los generadores imponen en un mercado oligopólico que ellos mismos controlan con el apoyo de organismos financieros internacionales”, explicó Moreno San Juan al plantear que mientras se mantenga la actual estructura del negocio eléctrico no habrá energía más barata, con el inconveniente de que los generadores cuentan con el “mecanismo” de los apagones para presionar cuando el gobierno se atrasa en el pago. De acuerdo con el académico, la situación del sector eléctrico está tan enredada que lo conveniente sería “romper” el sistema actual y sustituirlo por otro que posibilite hacer más transparente el negocio poniendo a funcionar el mercado. Agregó que antes de hablarse de un aumento de la tarifa eléctrica, como se conjetura entre algunos actores del sector, lo mejor sería hacer un “alto” en el camino y evaluar distintas alternativas entre las que no puede faltar la integración de nuevas plantas de generación que operen con combustibles más baratos, como son el carbón y el gas natural. El gobierno anunció hace algunos días que llamará a licitación para construir dos nuevas plantas de generación a carbón de 300 megavatios cada una para lo cual el presidente Danilo Medina incluyó un préstamo de 150 millones de dólares para adelantarlo a la empresa que gane el concurso. La construcción de las dos plantas anunciadas tiene un costo proyectado de 1,200 millones de dólares y en todo caso entrarían en funcionamiento al final de este periodo gubernamental, lo que deja claro que la solución definitiva de la problemática de los apagones está fuera de la vista inmediata. La situación se torna más delicada si se toma en cuenta que para no caer en un déficit de generación, de acuerdo con las mismas proyecciones oficiales, en el 2013 deben entrar 1,200 nuevos megavatios y 300 en el 2014, pero solo entrarán 400 megavatios de las plantas Quisqueya I y Quisqueya II (ambas de generación a gasoil) al finalizar el 2013, la primera del grupo Ege Haina y la segunda del Grupo Vicini. Sin embargo, en lo que luce una señal de cambio de estrategia de Danilo Medina con respecto a la seguida por su antecesor Leonel Fernández, con la instalación de las dos nuevas plantas de carbón anunciadas se busca es cambiar la matriz energética que en este momento, según datos del instituto uasdiano de energía, tiene un 49% de plantas de motores de gasoil, el combustible más caro del mercado y el que más contamina el medio ambiente. Basados en la actual matriz los generadores venden a las distribuidoras a  un promedio de 18 centavos de dólar el kilovatio/hora, y las distribuidoras a los consumidores a un precio promedio de 21 centavos de dólar el kilovatio/hora. Estos precios están por encima de los países competidores de la República Dominicana. Bichara ha reconocido que construir una planta no es una tarea fácil. “Hay que tomar en cuenta que solamente disponer de algunos de los equipos se lleva 28 meses”, dijo el funcionario al anunciar la licitación de las dos nuevas plantas en las que también, aseguró, el presidente Medina ha puesto “todo su empeño”. Mientras tanto, la población sigue recibiendo largas tantas de apagones y pagando una tarifa eléctrica cuya estructura está hecha para engordar el selecto grupo de los generadores, a los que algunos señalan como intocables por ser uno de los sectores que “más recursos” aportaron para financiar la campaña presidencial de Danilo Medina.  Ante ese tipo de comentarios Rubén Bichara ha respondido de manera indirecta: “Nosotros no estamos inventando nada, se va a realizar todo lo que se ha dicho que se hará y en eso estamos enfocados”. En lo que se ponen en marcha las soluciones de largo plazo, las autoridades intentan amortiguar la situación de la deuda “viciosa” con los generadores, además de con un préstamo con la banca privada, con la emisión de bonos y la búsqueda de combustibles más baratos para la producción eléctrica. Para ello Bichara viajó recientemente a varios países en lo que ha sido definido por el gobierno como una “ofensiva” en la gestión de soluciones al problema eléctrico, que para el funcionario traerá sus frutos en un plazo “mediano y largo”. Alfonso Torres/7dias.com.do