Los asesinatos de múltiples balazos y de forma profesional del ex coronel José Amado González y González y de Omar Antigua Polanco ha llevado a algunos observadores a preguntarse ¿quién quiere silenciar a los allegados a Figueroa Agosto? La Policía ha descrito a los dos asesinados como personas muy cercanas al entorno del fugitivo puertorriqueño José Figueroa Agosto. Se trata, de ser cierta la versión policial y de la DNCD, de personas que sabían mucho sobre los nexos y actividades de su jefe.
El asesinato de Omar Ramón Antigua Polanco, vinculado a Figueroa Agosto, guarda similitud con la forma en que fueron ejecutados Vianesa Capellán (Bianca la Gorda) y el ex coronel José Amado González y González, también ligados a la red que encabeza el fugitivo puertorriqueño José Figueroa Agosto.
La hipótesis es manejada desde ayer por los investigadores del caso, quienes observaron que en las tres muertes fueron realizados más de 12 disparos, todos dirigidos al costado izquierdo y parte posterior izquierda del cráneo.
A Bianca la Gorda le hicieron 30 disparos, González y González fue impactado por 13 y el cuerpo de Antigua Polanco presenta 16 disparos.
Por esta última muerte los procuradores adjuntos a cargo del caso profundizan las investigaciones y ayer, aunque no se supo si fue por el reciente asesinato de Antigua Polanco, fue interrogado Ricardo Ivanovich Sméster, acusado de lavado de activos en el caso Figueroa Agosto.
Ivanovich, a quien se le ocupó un Ferrari propiedad del prófugo puertorriqueño, fue trasladado desde la cárcel de Najayo hasta la Procuraduría pasadas las 10:30 de la mañana y fue interrogado hasta la 1:15 de la tarde por los procuradores generales adjuntos Bolívar Sánchez y Frank Soto, así como por el fiscal adjunto Bienvenido Fabián Melo.
Las madejas de Figueroa. Mientras la comisión que investiga el paradero de Figueroa Agosto y las ramificaciones de su red en el país, en cinco semanas han sido asesinados dos de sus relacionados: el ex oficial González y González y Antigua Polanco.
Desde hace cinco meses el Ministerio Público, la Policía y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) andan tras las pistas del engranaje criminal que permitió que el narco boricua operara en el país -durante diez años- medrando en los medianos y altos estamentos de la sociedad.
A partir de su espectacular fuga cuando era perseguido por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, en octubre de 2009, empezaron a caer los naipes de un castillo de lavado de activos en el que cohabitaban, según las autoridades, Mary Peláez, Juan José Fernández Ibarra, Luis Antonio Matos Mendoza, Kelvin Fernández Fláquer, Eddy Brito, Ricardo Ivanovich Sméster y Sammy Dauhajre, quienes guardan prisión en la cárcel de Najayo.
Una de las piezas clave de la red es Sobeida Félix Morel, amante de Figueroa-Agosto, quien fue apresada el 4 de septiembre del pasado año cuando se le incautaron 4.6 millones de dólares que las autoridades atribuyen su procedencia al lavado de activos.
El 6 de septiembre le dictaron un año de prisión como medida preventiva, pero al variarse esa medida de coerción, por una garantía económica y presencia periódica ante la Fiscalía, en octubre la acusada desapareció del escenario como por arte de magia.
Tanto el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra, como el procurador de la República, Radhamés Jiménez Peña, han reiterado en varias ocasiones que la investigación no ha concluido y que seguirán interrogando a otros presuntos involucrados.
Los plazos. Las autoridades tienen cuatro meses, de un plazo de ocho que le otorga el Código Procesal Penal, para presentar acusación.
Pero si al terminarse ese período las pesquisas aun no concluyen, pueden solicitar la extensión para seguir las investigaciones.
Policías y militares
Las autoridades no han encontrado a los asesinos de González y González. Pero el 4 de enero Moscoso Segarra dijo que la comisión que investiga ese hecho ordenó suspender al coronel de la Policía Miguel Sánchez Martínez y al coronel del Ejército Manuel Díaz Medina, investigados al respecto, “aunque no significa que estén vinculados a esa muerte”. Una placa hallada en el vehículo desde el que le dispararon a la víctima, el 24 de diciembre de 2009, estaba asignada al ex mayor Bienvenido Saviñón, quien laboraba en el DNI.
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