Santo Domingo.- Solo el verdadero amor a sus semejantes puede mover la buena actitud en los hombres, y esa clase de amor al que se refiere Cristo, fue el que sintió el cantante Rubby Pérez cuando vio las imágenes del terremoto ocurrido en Haití el pasado 12 de enero. Un impulso de emoción que llevó al merenguero a solidarizarse de inmediato con los heridos haitianos que llegaban al día siguiente al hospital Darío Contreras.
Es allí que decide alquilar una vivienda para albergar a los pacientes que no tenían adónde ir. Desde entonces, su vida ha cambiado. Hoy vela por otros seres humanos a quienes considera su familia y espera una total recuperación para ellos.
Rubby: dispuesto a seguir ayudando
Un impulso natural en medio de la desesperación y al que se podría definir como amor al prójimo fue lo que condujo a Rubby Pérez a embarcarse en un proyecto que ha cambiado su vida para siempre.
Conocida la tragedia en Haití, al igual que muchos artistas en el mundo, Rubby no lo pensó dos veces y se lanzó en busca de ayuda. Hizo saber en los medios de comunicación que necesitaba una casa para los heridos que le habían dado de alta, y unos amigos le correspondieron. Así empezó todo; su hermano el pelotero Neiffi Pérez también se involucró en el proyecto y hasta el día de hoy es normal ver al pelotero de grandes ligas cargar cajas y clasificar la ayuda que cada día llega a esta casa hogar, ubicada en la calle Octavio Mejía Ricart 272 en el ensanche Ozama.
Aquí hay instalados unos diez heridos entre hombres y mujeres. Rubby también trabaja en conjunto con el padre Manuel Ruiz, quien tiene a su cargo el refugio de los niños damnificados.
Mucha gente se ha unido al cantante para ayudar; alrededor de unas 100 personas visitan a diario la casa, pero es el merenguero quien encabeza la labor humanitaria.
Recordó que el principio fue difícil, pero a un mes de emprender este proyecto la colaboración es constante, Rubby agradeció a la Fundación Sur Futuro, que encabeza Melba Segura de Grullón y al doctor Cruz Jiminián por el respaldo; otro de sus hermanos que ha ayudado es el doctor Micaías Pérez (cirujano), quien ya ha operado a dos de los pacientes.
Aunque hasta el momento al merenguero no le han faltado colaboraciones, solo su homólogo José Virgilio Peña Suazo fue el único merenguero que se acercó para respaldarlo en esta odisea. “Mi compadre Peña Suazo ha sido el único de los artistas que se me ha acercado. Gracias a Peña Suazo pudimos operar a tres personas”, confesó. Rubby no está molesto con la clase artística dominicana porque entiende que todos han colaborado en alguna que otra forma.
Un cargo para ayudar
Tras vivir esta experiencia Rubby manifestó el deseo de dirigir alguna oficina pública de donde podría canalizar ayuda para la gente necesitada. “No estoy pidiendo un cargo al Gobierno, pero me siento en la capacidad de dirigir una institución para facilitarle cosas a la gente. No te imaginas las personas, dominicanas y haitianas que se nos acercan a diario pidiendo que les ayudemos”, confesó el cantante que ahora espera concluir esta labor, la cual inició con el único deseo de ayudar.
UN CAMBIO DE VIDA Y DE PERSPECTIVA
Un día normal. Antes de involucrarse con la causa Rubby Pérez se levantaba a la 1:00 de la tarde, ya que la costumbre por trabajar hasta la madrugada su organismo le exigía dormir hasta tarde.
El cambio. Ahora el merenguero se tira de la cama a las 8:00 de la mañana y su primer trabajo del día es llegar a la casa albergue y encargarse de supervisar las comidas que ingerirán los enfermos y la que también llevan cada día al hospital Darío Contreras. La mayor parte del día lo pasa en la casa, sus actividades artísticas las ha combinado con este trabajo altruista que Dios sabrá recompensar a él, su familia y a todos los colaboradores. Ynmaculada Cruz Hierro -
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