Atribuyó el origen de esa supuesta trama a la posición que ha mantenido sobre las ejecuciones de jóvenes pobres en la gestión del general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Dijo que la información sobre la reunión la recibió de un oficial de la Policía que habría participado.
Manifestó extrañeza por la preocupación que el jefe del organismo habría mostrado sobre la posibilidad de que el comentarista de televisión y escritor pudiera sufrir un atentado.
“Y si él tiene información de que a mí me podría pasar algo, ¿por qué no actúa? ¿O por qué no me llama y me dice tengo tal o cual información?”, dijo.
Expresó que tres ejecutivos periodísticos le comunicaron que el jefe policial les habría expresado preocupación porque “pudiera pasarme algo y que no quiere cargar con ese muerto”.
Señaló que Guzmán Fermín, como jefe de la Policía, tiene la obligación de garantizar el orden público y preservar la integridad física de los ciudadanos.
Dijo que si tiene alguna información de que existe algún sector que quiere agredirlo o tomar cualquier tipo de represalia en su contra, debe proceder, investigar eso y llegar hasta donde puede llegar esa amenaza.
Advirtió que no participa en intercambio de disparos, porque no anda armado y se detiene donde la Policía lo manda a parar.
“Yo no me dejo atemorizar. No voy a cambiar mis rutas, ni mis horarios, ni mi discurso, ni mi ejercicio”.
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