viernes, 23 de octubre de 2009

Redes ejecutaron 20 secuestros en un año

PÉRDIDAS. LOS FAMILIARES DE VARIAS DE LAS VÍCTIMAS HAN PAGADO MÁS DE RD$40.9 MILLONES POR LA LIBERACIÓN DE SUS PARIENTES DE MANOS DE LOS SECUESTRADORES
Predominio. En todos los casos en que los cautivos han sido ejecutados se han detectado nexos con el narcotráfico y que el motivo del secuestro y matanza fue la venganza o la presión para que salden deudas pendientes.

Santo Domingo.- Unos 20 secuestros se han producido en el país desde noviembre del 2008 hasta este mes de octubre de 2009, siendo el más espectacular por sus características y desenlace, el caso del joven Eduardo Antonio Baldera Gómez, de 23 años, quien logró escapar de sus captores y luego la Policía mató a dos de los secuestradores.

El caso de Baldera Gómez mantuvo en vilo a los investigadores policiales durante los 23 días de su cautiverio y ha sido el de mayor atención pública desde el 5 de noviembre del 2008, cuando un grupo de hombres secuestró en su residencia de San Francisco de Macorís al comerciante Luis Manuel Lantigua Saladinas, cuyos familiares pagaron por su rescate RD$3 millones. En ambos casos los investigadores involucraron desde el principio a Cecilio Díaz y a Arcadio Genao (El Chino), el primero muerto en el desenlace del secuestro de Baldera y el segundo arrestado previamente por el mismo caso.

Interés económico
Los secuestros se han producido en casi todas las regiones, siendo más frecuentes y mejor planeados en la zona de Francisco de Macorís y el Cibao Central. Entre los raptados hay empresarios, comerciantes, menores de edad y familiares de personas involucradas en casos de drogas. En la mayoría de las acciones primó el interés económico, pues los secuestradores han exigido sumas millonarias.

Hace apenas dos días que agentes de la Unidad Antisecuestros de la Policía rescataron a un niño de 5 años, hijo del ingeniero San Agustín Jiménez, sin que sus familiares pagaran ningún rescate.

Desde el 2005 el promedio de secuestros ronda entre los 20 por año, tiempo en que esta actividad criminal parece haberse convertido en un “negocio” muy lucrativo.

Los familiares de varias de las víctimas han pagado más de RD$40.9 millones para la liberación de sus parientes.

No obstante, según las cifras policiales, la mayoría de la larga lista de secuestrados y raptados han sido liberados sin pagar rescate, mientras otros han escapado de sus captores, y en todos los casos en que los cautivos han sido ejecutados se han detectado nexos con el narcotráfi co.

Cuatro raptos se produjeron en Santiago en diciembre de 2008 y todas las víctimas aparecieron asesinadas.

Los rescates
En enero, la Policía rescató en Guayubín al agricultor Luis Ernesto Rivas, quien junto a su esposa y un hijo fueron secuestrados por narcotrafi cantes que buscaban un alijo de drogas lanzado desde un avioneta. Un mes después tres desconocidos raptaron a una jovencita en Santiago y pidieron US$200 mil, pero luego la dejaron libre en la carretera de Jacagua.

En febrero, la Policía rescató en la capital en medio de una balacera a dos hermanas que fueron plagiadas en Boca de Yuma, La Altagracia, y pedían RD$300 mil por el rescate.

Región recurrente
En la zona de Nagua y San Francisco se han producido la mayoría de los secuestros.

Hace más de un año cinco hombres secuestraron al comerciante Nadio González y sus familiares pagaron RD$5 millones de RD$35 millones que pedían los plagiarios.

Por el rescate del empresario Lantigua, secuestrado en su residencia de San Francisco de Macorís, se pagaron RD$3 millones, con la intermediación del padre Rogelio Cruz, y éste fue dejado libre cerca de Bonao, tras 13 días de cautiverio.

Tanto en el caso de Baldera Gómez, como en el de los empresarios Lantigua y Rolando Benjamín González, de Nagua, y por quien pagaron rescate en 2005, la Policía involucró en el 2008 a Cecilio Díaz y Arcadio Genao (El Chino), pero nunca fueron arrestados pese a que hacían vida pública.

En La Romana un grupo de hombres secuestró al joven de 18 años Juan Pablo Cedeño, hijo de un empresario, a quien le exigieron la suma de RD$6 millones para su entrega, de cuyo monto fueros pagados RD$3.2 millones.

En el sector Los Mina de la capital fue secuestrado Juan Ramón de los Santos Marte, y pidieron RD$200 mil, y semanas después fue liberado Marcio Contreras, secuestrado en San José de Ocoa, tras el pago de RD$8 millones.

Fueron secuestrados, además, Andrés Zabater, por cuyo rescate su familia pagó RD$5 millones, el comerciante Juan Francisco Gobaira cuyos familiares radicados pagaron la suma de RD$1.2 millones, mientras que la familia Araujo Estrada pagó RD$2.5 millones por el rescate del joven Miguel Araujo Estrada.

En San Francisco se han producido más de siete secuestros y las familias han pagado rescate.

Se pagaron rescates por secuestros en Bávaro, La Vega, Santo Domingo, Azua, Baní, Puerto Plata y Santiago. En el caso de Pedro Carlos Mejía Aguasvivas, sus captores le sacaron las uñas de las manos y los pies, y pidieron un rescate de US$125 mil.

La mayor cantidad por rescate se pagó en Nagua y San Francisco de Macorís.

LA POLICÍA CUENTA LA METODOLOGÍA DE RAPTO
Según los investigadores, el “modus operandis” del último secuestro de Eduardo Antonio Baldera Gómez es semejante a cuatro anteriores que se cometieron en la zona de San Francisco y Nagua.

Los raptores portaban llaves de esposas, armas, brújulas, indumentaria militar y documentos falsos.

Un cuadro comparativo de cinco secuestros, los denominados Caso Ulerio, en San Francisco de Macorís en agosto del 2000; el Caso Capellán, en Santiago, en agosto del 2002; el Caso Gringo, en noviembre del 2005; el Caso Lantigua, en San Francisco de Macorís, en noviembre del 2008 y el Caso Baldera, en septiembre de este año, muestran que se produjeron entre los meses de agosto y noviembre, en una línea territorial definida, de Santiago a Nagua.

Todos estos secuestros se perpetraron entre las 8:00 y las 9:00 de la noche y en todos se pidió un rescate de 3 millones de dólares promedio.

En el Caso Ulerio se pagaron US$1.5 millones, en el Caso Capellán US$1 millón 175 mil y en el Caso Lantigua RD$3 millones.

Los cinco fueron raptos en residencias, con uso de vehículos robados, ropas militares, armas largas y aplicación de violencia.

La Policía ha advertido a estos grupos que sus hechos no quedarán impunes porque las autoridades tendrán mano dura contra los reincidentes. Ramón Urbáez/Listin Diario

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