viernes, 2 de julio de 2010

De típica a sinfónica

Amalfi Eguren
FEFITA LA GRANDE COMENTA QUE PARA ADAPTAR UN CANTANTE TÍPICO DE ACORDEÓN A UNA ORQUESTA SINFÓNICA “ES DIFÍCIL”, PERO ELLA ASUMIRÁ EL RETO MAÑANA SÁBADO

A Fefita la Grande siempre se le ve con atuendos, maquillaje y peinados extravagantes. Dice que no le toma mucho tiempo arreglarse, que en cinco minutos puede cambiar su vestuario ya que está acostumbrada.

“Tengo personas que me asesoran muy bien. Ivelisse, mi seguridad, me ayuda y es muy creativa. Mi maquillista es Paola Olivo, quien también me va a maquillar para el evento”, cuenta a LISTÍN DIARIO en su casa previo a su concierto “Fefita sinfónica”, que se presentará el sábado en la Gran Arena del Cibao.

Durante el show, “La Mayimba” usará tres vestidos. Aclaró que el diseñador Leonel Lirio no le cobrará 600 mil pesos como se comentó.

“No son un dominicano ni dos los que están esperando a la Vieja Fefa en Nueva York".
Fefita La Grande, merenguera típica.

Dice esperar en Dios que todo salga bien y ofrece disculpas anticipadas por cualquier inconveniente que pueda presentarse.

“La gente debe entender que para adaptar un cantante típico de acordeón a la sinfónica es difícil”, señala. Explica que la música típica es de oído y no se estudia.

Seis hijos, 13 nietos y un gran acordeón
Le gusta comer de todo, pero no en grandes porciones. “Nunca he comido mucho. Siempre que puedo elijo chivo, yuca, moro de gandules, carne de guinea, y me encanta el chicharrón”.

Aunque no parece así, a Fefita La Grande no le gusta bailar. Disfruta todo tipo de música y solo baila en sus presentaciones “cuando se emociona”. Sus miles de seguidores la hacen sentir en plenitud mientras ejecuta, en sus actuaciones.

Ama a los animales, en especial a sus mascotas Tomy, su perrito, y a sus gatitos Nino y Nina.

Los amores de Fefita son sus seis hijos, sus trece nietos y su acordeón. “Mis hijos son mis seis pedacitos de corazón y mis nietos me adoran, son mis fanes”. Recibí mi mayor tesoro cuando Dios me hizo madre. Adoro a mis hijos, son mi vida. Y claro mi acordeón, ese es mi corazón”.

Se describe muy hogareña. “Disfruto cada rinconcito de mi casa, sobre todo mi oficina. Me gusta hacer de todo, si no fuera artista fuera una tremenda ama de casa. Me encanta cocinar, fregar, trapear. Hay una sola cosa que no me gusta y es arreglar mi cama, pero me gusta que esté arregladita”, relata.

Placas y trofeos en ambiente laboral
Oficina.
Las paredes de su oficina están cubiertas de placas, trofeos, medallas, estatuillas de premios, fotos con el presidente Leonel Fernández y otras personalidades. Para ella todos son especiales.

“Todos significan lo mismo; cada premio de esos es un logro más de Fefita La Grande, maravillosos todos”, aunque para completar su colección dice estar esperando un premio muy deseado entre los artistas.

”Estoy esperando algo que todos saben, El Soberano”, expresa entre risas la artista.

La Vieja Fefa se ha caracterizado por lucir tonos fuertes en su color de pelo y peinados muy bien elaborados. Actualmente lleva unos rizos rubios con pollina y para cada atuendo que usará en “Fefita Sinfónica” lucirá un peinado distinto.

Fefita personalmente ha asistido a varios programas de televisión en Santiago promocionando el concierto de mañana, a partir de las 8:00 de la noche.

Las taquillas cuyos precios son 500 pesos entrada general; dos mil VIP y Special Guest RD$3,000.

Según José Capellán, ideólogo y productor de “Fefita Sinfónica”, en el guión está la participación del Orfeón de Santiago, que dirige el padre César Hilario.

Sueña ir a Nueva York; “eso se va a resolver”
Fefita La Grande, la Vieja Fefa o la Mayimba será este sábado “Fefita Sinfónica”. Bien ataviada de la cabeza a los pies abrió las puertas de su casa y su corazón para hablarnos del homenaje en vida que se le ofrecerá y un poco más sobre su persona.

“Muy feliz y dándole gracias a Dios y a Capellán por dignarse a hacerme este homenaje en vida”. Así se siente la Vieja Fefa. Esta artista del acordeón cuenta los inconvenientes que ha tenido para adecuarse a los acordes sinfónicos. “La sinfónica no es fácil, pero me están ayudando, yo tengo un coro de cinco personas profesionales muy buenas. Adaptar a Fefita a una sinfónica es bastante diferente. Ha sido difícil pero no imposible. Hemos estado ensayando mucho y esta semana estaremos de lleno en eso”.

Es bien conocida la admiración que siente Fefita por el presidente Leonel Fernández y le encantaría ver cumplido su deseo de verlo entre el público de Fefita Sinfónica, en Santiago, la noche del sábado. “Ojalá y Dios quiera que doña Margarita y Leonel, nuestro presidente, puedan pisar la Arena del Cibao y vean a la Vieja Fefa trabajando y en otra faceta, ahora sinfónica”.

Sueña con NY
Desde el año 2001 la cantante de “La chiflera” y “Vamo’ a hablar inglés” no pisa territorio estadounidense ya que debido a inconvenientes legales que la Vieja Fefa tilda de “malos entendidos” su visa de paseo y de trabajo le fue quitada. “Con Dios delante ya eso se va a resolver, no son un dominicano ni dos que están esperando a la Vieja Fefa”.

Según la veterana artista, el deseo de visitar Estados Unidos es exclusivamente el de cantarle a los miles de dominicanos que admiran su trabajo y están en espera de que vaya a presentarse allá.

El cine
A la Fefita la hemos visto actuar en películas criollas, dentro de su repertorio se encuentran “Nueva Yol 3”, “Perico ripiao” y “La maldición del Padre Cardona”. Sus aspiraciones no se limitan al suelo dominicano. “Me gusta el cine, ojalá y un día poder llegar a trabajar en Hollywood, creo que tengo material de sobra. No quiero morirme sin hacer una novela, no tengo vena de actriz pero yo nací artista y cuando eres artista y dices que vas a hacer algo lo haces bien. Yo hago las cosas con amor, mi trabajo lo amo, amo mi acordeón hasta morir. Ojalá me echen uno en la caja cuando me muera, aunque sea chiquita”, confesó

Aunque es funcionaria (Ayudante Civil del Presidente) y tiene muchos amigos políticos, a Fefita La Grande no le gusta la política y dice que le han hecho varias propuestas, pero que no le interesa incursionar en ese campo.

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