Ramón Orlando, músico y productor. |
Son dos los nuevos retos para el artista que busca reinsertarse en el mercado de la música, pero con el ritmo de moda, la bachata. Con arreglos musicales que ha acomodado a los tiempos, confía en que el público haga el tema “Enfermo de amor” un hit musical.
“Si a la gente le gusta, pues grabo otra bachata, el público será el que decidirá”, dijo al tiempo que aseguró que jamás podría considerarse bachatero, ya que su esencia es la de un merenguero.
Otro desafío para el maestro con este tema es emplazar a muchos creyentes, quienes, según el merenguero, lo acusan de hacer música no apta para el Señor.
“Quiero sacudir el elemento religioso de algunas personas. Lo que quiero significar es que no existe tal cosa, como dicen música diabólica, porque algunos religiosos dicen que la música que hago no es de Dios, entonces este tema sería el peor”.
Definitivamente que Ramón ha mantenido un enfrentamiento con sus hermanos creyentes por las canciones que ha escrito desde que hace más de 20 años se declaró seguidor del Señor y proclamador de su palabra.
Canciones de amor
“Lo único que pido a la gente que me critica es que vean mis canciones de una manera artística, porque mis canciones no hablan de obscenidades, sino de amor. Por ejemplo algunos no saben apreciar el tema ‘Las mil maneras’. Mis canciones son canciones de amor”, dice.
No podía faltar quien le critique su famosísimo merengue “El venao” con el que, según versiones, hasta fue provocó varias muertes, por aquello de que a los hombres no le gusta que le digan venao.
“¡Eso es mentira! No sé de dónde sacan tantos inventos, pero sí te digo que es una canción con un alto contenido religioso, porque le está diciendo al hombre que la infidelidad es algo muy malo”, aseguró. El músico aprovechó para recordar y explicar éxitos como “Te compro tu novia” y “No voy a volver a llorar”.
“Grabé esta bachata para que la gente aprenda a apreciar la belleza de una hermosa prosa, son cosas que nos rodean de la vida cotidiana de una pareja, pero que se dicen de manera muy bonita”.
Con esta incursión en la bachata Ramón Orlando entiende que los artistas deben de ir acorde con los tiempos por eso ha hecho merengue a lo maco, balada romántica y salsa.
Posición: Al continuar su exposición sobre el efrentamiento que sostiene con algunos creyentes de Dios que lo acusan de no ser un verdadero seguidor de Cristo, explica que algunos religiosos sólo entienden que la vida se resume en: “Gloria a Dios y aleluya”. “Practicar una vida religiosa es mucho más que eso. Hay hermanos que no han entendido mi profesión, yo la he usado para predicar y para dejar expresar la belleza de la vida. Nunca he escrito canciones que incentiven a la bebida ni a darse un jumo”.
Con tantos temas que hablan de situación de la pareja, se le preguntó a Ramón si era un hombre fiel a su esposa, a lo que respondió: “No soy fiel a la mujer, soy fiel a Jesuscristo, mi fidelidad está basada en Jesús. No hay manera de serle infiel a Jesucristo”.
Al parecer Ramón se enfrenta cada día al escrutinio de religiosos que, según él, deberían dejarlo en paz, y no juzgarlo.
“Porque el único que me pued juzgar es Dios”. Ynmaculada Cruz Hierro -
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