Salud. Multitud de haitianos en busca de información desbordan instalaciones del hospital Darío Contreras. |
Unos 70 pacientes de los 134 ingresados hasta ayer en el hospital Darío Contreras han sido operados y están en capacidad de salir del hospital, pero pocos han podido ser egresados, entre ellos 14 que se encuentran recluidos en una casa alquilada por el cantante Rubby Pérez. La misma situación se vive en hospitales de la región Sur del país.
El director del hospital Darío Contreras, Héctor Quezada, anunció que ese centro sería militarizado para poder controlar la masiva presencia de haitianos que llegan allí en busca de información, causando, incluso, daños a la infraestructura física.
Otros centros
No obstante, esta dificultad no afecta grandemente a centros como el hospital general de la Plaza de la Salud o Centro de Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), donde los pacientes que han llegado por lo general han sido bajo la coordinación de la Minustah, de embajadas, familias, y congregaciones religiosas que una vez reciben el alta médica son asumidos por sus diferentes misiones.
De los 32 pacientes que han recibido el hospital general de la Plaza de la Salud, seis han sido dados de alta, entre ellos cuatro religiosas que fueron acogidas en la casa de las monjas que habitan en el centro de salud, y los dos restantes fueron asumidos por sus familiares.
En Cedimat, donde se han ingresado 23 miembros de la Misión de las Naciones Unidas, tres fueron dados de alta y recogidos por sus respectivas misiones.
Otros hospitales de la capital donde hay ingresados pacientes son el Salvador B. Gautier, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), donde hay siete; el hospital infantil Robert Reid Cabral y el materno infantil San Lorenzo de Los Mina.
Al respecto, el secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, aseguró que están buscando solución para los pacientes víctimas del terremoto que son dados de alta y no tienen un lugar para alojarse, para lo cual se están habilitando casas para darles albergue y seguirles dando tratamiento de forma ambulatoria.
Doris Pantaleón
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