Los padres de al menos tres de los menores presuntamente abusados presentaron denuncia formal en contra del religioso en la Fiscalía de Santiago, pero de acuerdo a una fuente del Ministerio Público la cantidad de víctimas podría ser superior a las 14
Santiago (R. Dominicana) 4 oct (EFE).- La Fiscalía de la provincia de Santiago respondió al sacerdote polaco acusado de pederastia, Wojciech Waldemar (padre Alberto Gil), afirmando que existen pruebas "suficientes" para llevarlo ante la Justicia.
En declaraciones a periodistas, la fiscal de Santiago, Luisa Liranzo, dijo que hay "muchas pruebas" que incriminan al sacerdote polaco, que era responsable de la misión parroquial y ministerial del Distrito de Juncalito, del municipio de Jánico, en Santiago, a 155 kilómetros al norte de la capital dominicana, en donde varias familias denunciaron que sus niños fueron víctimas de violaciones sexuales que cometió el religioso.
Según Liranzo, el Ministerio Público ha recabado pruebas "suficientes" en contra de Gil, pero que siguen investigando las denuncias y que en un tiempo prudente presentarán las conclusiones.
La Policía polaca anunció el pasado miércoles que localizó a Gil, quien desapareció desde que su caso se difundió en la República Dominicana en mayo pasado.
De acuerdo con la información, el sacerdote se había refugiado con sus padres en Modlica, un pueblo del sur de Polonia, y no fue detenido ese día porque Interpol sólo quería conocer su paradero.
En declaraciones telefónicas a la cadena de televisión polaca TVP Info, Gil rechazó hoy las acusaciones, y afirmó que su única culpa es haber depositado demasiada confianza en los jóvenes.
"No he hecho daño a los niños, y si debo disculparme es por mi ingenuidad por haber confiado demasiado en esa gente", dijo.
La fiscal de Santiago recordó hoy que el procurador general dominicano, Francisco Domínguez Brito, solicitó el pasado 26 de septiembre la captura internacional de Gil tras la decisión del Tribunal de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santiago (norte), que declaró en rebeldía al cura.
La declaración de rebeldía fue sustentada en virtud de que el sacerdote se ausentó de su domicilio y del país para sustraerse del proceso que se sigue en su contra por supuesta violación y agresión sexual agravada en perjuicio de varios menores de edad de la comunidad de Juncalito.
Los padres de al menos tres de los menores presuntamente abusados presentaron denuncia formal en contra del religioso en la Fiscalía de Santiago, pero de acuerdo a una fuente del Ministerio Público la cantidad de víctimas podría ser superior a las 14.
Los adolescentes supuestamente abusados están en manos de sicólogos, debido a los traumas que les ha provocado la situación.
La Unidad de Alta Tecnología de la Fiscalía ha asegurado que encontró "cientos" de fotos de niños en ropa interior femenina en la computadora del sacerdote polaco.
Al caso de Gil se suma el de otro sacerdote polaco acusado de abusos en la República Dominicana, el arzobispo y ex nuncio apostólico en la isla Jozef Wesolowski.
La Iglesia católica polaca pidió "perdón" recientemente, pero de forma genérica, a los menores víctimas de abusos sexuales en Polonia y la República Dominicana, y recordó que estos dos sacerdotes bajo sospecha son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario.
El cardenal dominicano, Nicolás de Jesús López Rodríguez, también pidió perdón a las presuntas víctimas de ambos y señaló que "estamos ante una situación que a los hijos e hijas de la Iglesia católica nos preocupa y avergüenza". EFE
La Policía polaca anunció el pasado miércoles que localizó a Gil, quien desapareció desde que su caso se difundió en la República Dominicana en mayo pasado.
De acuerdo con la información, el sacerdote se había refugiado con sus padres en Modlica, un pueblo del sur de Polonia, y no fue detenido ese día porque Interpol sólo quería conocer su paradero.
En declaraciones telefónicas a la cadena de televisión polaca TVP Info, Gil rechazó hoy las acusaciones, y afirmó que su única culpa es haber depositado demasiada confianza en los jóvenes.
"No he hecho daño a los niños, y si debo disculparme es por mi ingenuidad por haber confiado demasiado en esa gente", dijo.
La fiscal de Santiago recordó hoy que el procurador general dominicano, Francisco Domínguez Brito, solicitó el pasado 26 de septiembre la captura internacional de Gil tras la decisión del Tribunal de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santiago (norte), que declaró en rebeldía al cura.
La declaración de rebeldía fue sustentada en virtud de que el sacerdote se ausentó de su domicilio y del país para sustraerse del proceso que se sigue en su contra por supuesta violación y agresión sexual agravada en perjuicio de varios menores de edad de la comunidad de Juncalito.
Los padres de al menos tres de los menores presuntamente abusados presentaron denuncia formal en contra del religioso en la Fiscalía de Santiago, pero de acuerdo a una fuente del Ministerio Público la cantidad de víctimas podría ser superior a las 14.
Los adolescentes supuestamente abusados están en manos de sicólogos, debido a los traumas que les ha provocado la situación.
La Unidad de Alta Tecnología de la Fiscalía ha asegurado que encontró "cientos" de fotos de niños en ropa interior femenina en la computadora del sacerdote polaco.
Al caso de Gil se suma el de otro sacerdote polaco acusado de abusos en la República Dominicana, el arzobispo y ex nuncio apostólico en la isla Jozef Wesolowski.
La Iglesia católica polaca pidió "perdón" recientemente, pero de forma genérica, a los menores víctimas de abusos sexuales en Polonia y la República Dominicana, y recordó que estos dos sacerdotes bajo sospecha son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario.
El cardenal dominicano, Nicolás de Jesús López Rodríguez, también pidió perdón a las presuntas víctimas de ambos y señaló que "estamos ante una situación que a los hijos e hijas de la Iglesia católica nos preocupa y avergüenza". EFE
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