sábado, 3 de octubre de 2009

El disgusto es mayor, pero por temor no lo expresan

Mayoría asambleístas acata sumisamente el acuerdo PLD-PRD por conveniencia

SANTO DOMINGO. El disgusto por la contrarreforma pactada por los Partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD), luego del trabajo realizado por la Asamblea en primera lectura y posteriormente por la comisión de verificación, no es exclusivo de la peledeísta Isabel Bonilla, quien asegura que el Congreso se gana el repudio de la población con los cambios impuestos al texto constitucional.

Otros colegas de su bancada como Minou Tavárez Mirabal, el reformista Frank Martínez y los de la Fuerza Nacional Progresista Pelegrín Castillo y José Ricardo Taveras se quejan de que se ha tirado por el suelo todo el esfuerzo de un trabajo serio realizado con el texto que fue sancionado en primera lectura y que gozaba de consenso.
Estos asambleístas son los que no temen expresar lo que piensan y aunque hay muchos que coinciden con ellos, no se atreven a expresarlo, por temor a no ser favorecidos por las altas instancias de sus respectivos partidos en el proceso interno que se avecina y en el posterior del 16 de mayo de 2010.

Para Tavárez Mirabal sin un Poder Legislativo fuerte, no hay democracia verdadera, por eso entiende que "no se puede dejar el camino abierto a aventuras autoritarias".

En ese sentido anunció que no renunciará jamás al sagrado deber de representar al pueblo según el mandato de su conciencia edificada por muchos esfuerzos, acciones y sacrificios por mejores días para el país. Castillo y Taveras se han quejado del curso de la reforma constitucional manifestando que la misma acusa "un grave vicio de origen, que lo ilegitimará históricamente", mientras que Martínez sostiene que es una falta de respeto al trabajo de la Asamblea imponer un acuerdo que revierte los logros aprobados en primera lectura.
De Socorro Arias Redactora Senior

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