AP. El presidente Barack Obama dejó ayer abierta la puerta para juzgar a los funcionarios del gobierno de George W. Bush que sentaron las bases legales para los interrogatorios que algunos equiparan a tortura, por considerar que Estados Unidos “se extravió moralmente” con el uso de esas tácticas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, observa al ex presidente Bill Clinton plantar un árbol en Jardines Acuáticos Kenilworth, Washington, EEUU.
AP/ Hoy.
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