Las construcciones informales que se hacen, sin supervisión oficial, son también muy vulnerables
Las escuelas públicas y los hospitales están considerados por expertos en sismología como edificaciones vulnerables de ocurrir un terremoto en el país, por lo que alertaron a las autoridades sobre la necesidad de que se aplique un plan de reparación de las edificaciones con debilidades que no resistirían impactos de esa naturaleza. Los profesionales presentaron imágenes de una escuela de Puerto Plata que prácticamente colapsó por el paso de un temblor de tierra registrado en septiembre del 2004.
Las escuelas públicas y los hospitales están consideradas por expertos en sismología como edificaciones vulnerables de ocurrir un terremoto en el país, por lo que alertaron a las autoridades sobre la necesidad de que se aplique un plan de reparación de las edificaciones con debilidades que no resistirían impactos de esa naturaleza.
Al hacer las observaciones en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, los profesionales presentaron imágenes de una escuela de Puerto Plata que prácticamente colapsó por el temblor de tierra que afectó esa provincia el 24 de septiembre de 2003, y al compararla con algunas infraestructuras que cayeron en Haití en el terremoto del pasado día 12, no se perciben diferencias en los daños.
Sobre el particular, Leonardo Reyes Madera, presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosismica), informó que el ministerio de Obras Públicas tiene un reglamento mediante el cual no se exigen estudios sísmicos en edificios de cuatro plantas o menos.
La mayoría de las escuelas y hospitales tienen menos de cuatro pisos. Al considerar ese reglamento como un absurdo, dijo que desconoce quién se lo inventó “pero lo cierto es que es fatal”. Reyes Madera dijo que luego del temblor de tierra de Puerto Plata, el ministerio de Educación le pidió una evaluación de la escuela José Dubó, pero nunca se hizo nada.
“Peor aun, un módulo que le construyeron a la escuela Virgina Ortega lo hicieron igual a la que se cayó y en el mismo lugar”.
Héctor O’Reilly, ingeniero en sismología resistente, explicó que una prueba del peligro que representan algunas de las escuelas son los daños que sufrió una de esas infraestructuras en Santo Domingo, a causa del temblor de tierra que se sintió en el país el día 12 de este mes, el mismo que devastó parte de Haití.
“El secretario de Educación, Melanio Paredes, dijo que 101 escuelas sufrieron daños debido al terremoto, y una de ellas está ubicada a 350 kilómetros de Haití, y eso es preocupante”.
El ingeniero Rafael Corominas Pepín, especialista en construcción antisísmica, y quien dirigió la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones, dijo que las escuelas y hospitales que no resisten temblores de tierra pueden ser reparados y en algunos casos no implicaría una cuantiosa inversión.
Para Corominas Pepín es de suma importancia que se hagan las correciones lo más pronto posible, para evitar desgracias.
Mejor que Haití...pero. O’Reilly estuvo en Haití después del terremoto, y al presentar fotografías de las zonas afectadas en Puerto Príncipe explicó que el problema en el vecino país es que hay muchas construcciones de mala calidad.
Al margen de eso tampoco tienen un reglamento que trace las pautas para hacer las edificaciones.
En ese sentido, planteó que en la República Dominicana hay más rigor en la ejecución de las obras, y existe una normativa desde 1979 que rige para los diseños de las construcciones.
Mediante ese reglamento el Ministerio de Obras Públicas inspecciona las edificaciones.
En ese sentido, a los expertos se les preguntó si hay garantías de que la dependencia estatal haga cumplir la ley en esa materia. Reilly respondió que “ya eso es otra cosa”. Sin embargo, destacó que la calidad de las obras depende de otro factor, y es la seriedad del promotor y del constructor.
Sobre ese aspecto refirió que la mayoría de los constructores del país cumple con las normas, aunque destacó que otros quizás no. “Es muy difícil que un promotor inmobiliario que esté invirtiendo millones de pesos en un edificio le quite una viga para ahorrarse dinero. A lo mejor por desconocimiento se pueden cometer errores, pero a ciencia cierta un profesional que vive del negocio de la construcción no violaría los planos para ahorrar, porque el costo va a ser el mismo”.
Reyes Madera, al referirse a la calidad de las construcciones locales, dijo que la mejor respuesta será el terremoto en el momento en que ocurra.
Alerta máxima
Lo que más le preocupa a los expertos en sismología son las construcciones informales que se hacen en la República Dominicana. Se trata de las edificaciones que realizan los maestros constructores en los barrios, quienes normalmente utilizan materiales de mala calidad y a las mezclas les echan agua y arena sucias.
La consecuencia
Esas debilidades en la construcción van a generar estructuras sin diseños resistentes.
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