El grupo de sicarios, que se presume ejecutó al coronel de la Policía José Amado González y a otros presuntos miembros de la supuesta red criminal de José Figueroa Agosto, atentaron contra la vida del capo boricua tres días después que éste se escapara del cerco que le tendieron las autoridades de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el 4 de septiembre de 2009, en un edificio de apartamentos de la capital dominicana.
Una semana después, el 11 de septiembre, Figueroa Agosto escapó en una lancha rápida hacia Puerto Rico y hasta allí viajaron los sicarios para cumplir su encargo de muerte, reveló ayer el periódico El Vocero, citando fuentes federales.
Antes de que Figueroa Agosto fuera arrestado el 17 de junio de este año se había comunicado en dos ocasiones con la autoridades federales, a través de su padre, buscando un arreglo para entregarse porque temía ser asesinado, “debido a que era asediado por sicarios dominicanos que viajaron hasta la isla para matarlo”, dijo la fiscal federal Carmen Márquez.
El Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), confirmó que hubo conversaciones para entregarse, pero nunca se concretaron. A raíz de la captura, la misma fiscal Márquez dijo que “Figueroa Agosto temía ser asesinado por la Policía dominicana”. El caso ha tomado un nuevo giro desde el pasado lunes, cuando un tribunal federal presentó doce cargos criminales contra Figueroa Agosto, los cuales podrían llevarlo a prisión de por vida, al igual que a varios miembros de la red capturados hace tres días en la isla, y las implicaciones se han extendido a varios dominicanos que han sido acusados de pertenecer a la organización criminal.
Tras la fuga en Santo Domingo de Figueroa Agosto, el 4 de agosto de 2009, se produjeron cuatro asesinatos en serie que las autoridades le atribuyeron al capo puertorriqueño. No obstante, las acusaciones que se presentaron el lunes no se le implican en ningún homicidio, ni aquí ni en Puerto Rico.
El primero en caer fue el coronel González, espaldero e intermediario en los negocios de Figueroa Agosto.
El 30 de diciembre, seis días después de la ejecución, alguien que se identificó como Figueroa Agosto llamó a la Z-101 para decir que no era responsable de la muerte del oficial policial.
Un mes después, el 30 de enero de 2010, mataron al presunto jefe operativo de la red, Ramón Antigua Polanco, próximo al parqueo de un supermercado. El 27 de febrero, la misma persona que se dijo era Figueroa Agosto llamó nuevamente a la referida emisora.
El 26 de marzo asesinaron, mientras estaba prisionero, a Gabriel Arias Castillo (Alex El Pelotero), vinculado a la banda. La cuarta víctima fue el empresario Rubén Soto Hayet, asesinado en la Panadería La Francesa el 14 de mayo, cuando entraba a ese negocio de su propiedad.
La Policía entonces dijo que Figueroa Agosto había ordenado estas muertes, pero hasta el momento no hay ninguna acusación por estos asesinatos contra el capo en ningún tribunal, ni en Puerto Rico ni República Dominicana.
En el país Figueroa Agosto se agenció el auxilio de muchas personas para llevar adelante sus actividades criminales y operaciones de lavado de dinero provenientes del narcotráfico. Las autoridades dijeron que una de las primeras personas que reclutó fue al coronel González, quien, gracias a sus funciones policiales, protegió todas sus transacciones.
El coronel Gonzalez fue asesinado el 24 de diciembre de 2009, cuando llegaba a su casa.