SANTO DOMINGO. El anuncio de enviar 1,300 militares a Haití para realizar labores de rescate junto a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), es considerado como un error por estudiosos del devenir histórico de la República Dominicana y el vecino país.
Aunque el sociólogo Celedonio Jiménez valora la necesidad de ayudar a la golpeada nación por el terremoto de siete grados, teme que esto se tome como una intervención militar.
"Reconozco que hay una situación bastante caótica, pero yo insisto, hay que tomar las debidas distancias para no emprender acciones y tomar medidas que puedan ser concebidas como parte de un plan internacional de intervención, bajo otras características, de Haití", dijo.
El historiador Lipe Collado señala que las tropas dominicanas probablemente sean vistas "como intrusas en vez de colaboradoras". "Haití es un país que está ocupado y, por lo demás, los ocupantes han demostrado una gran ineptitud porque no estaban preparados para un magno evento como el acontecido", dijo.
Destacó que sugirió que en la reforma constitucional se prohibiese el envío de tropas dominicanas a otros países, pero se dejó fuera.
De Mariela Mejía
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