Bellerive estimó que unas 100 mil personas habrían muerto, mientras Preval perdió incluso su propia casa y no tenía un techo para pernoctar |
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Según el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, unos tres millones de haitianos, un tercio de la población del país más pobre de América, resultaron afectados por el sismo de 7 grados en la escala de Richter.
El terremoto y las tres réplicas que le siguieron convirtieron las calles capitalinas en un hervidero de miles de personas, algunas que temen regresar a sus casas y otras que ya no tienen techo, y a la vez en un cementerio, según pudo constatar Efe.
Hay cadáveres tendidos en el suelo por todas partes en la ciudad, otros son trasladados por grupos de personas y muchos más se encuentran debajo de los numerosos edificios derrumbados o dañados por los sismos.
No hay cifras oficiales de muertos, pero ya se habla de "miles" o incluso "cientos de miles", como dijo hoy el primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive.
Por ahora, se ha podido confirmar que la cifra de miembros de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) fallecidos en el terremoto asciende a 16 y que hay cerca de 150 empleados desaparecidos, indicó Ban.
Además, murieron tres militares jordanos y un civil haitiano, dijo la responsable de la logística para las operaciones de paz de la ONU, Susana Malcorra.
Sobre la suerte del máximo responsable de Minustah, el tunecino Hédi Annabi, que estaba en el edificio de la ONU en Puerto Príncipe que colapsó por el sismo y ha sido dado por muerto por el Gobierno haitiano, Malcorra no tiene una versión oficial.
Del que sí se ha podido confirmar su deceso es del arzobispo de la capital haitiana, Segre Miot (61 años), cuyo cadáver fue hallado entre los escombros del arzobispado, según la agencia católica vaticana Misna.
También perdieron la vida once soldados brasileños, una misionera de esa misma nacionalidad y un gendarme argentino, tal como anunciaron sus respectivos países.
Pero las pérdidas no son solo humanas, como se puede observar en la arquitectura de Puerto Príncipe. Entre los edificios que no resistieron el embate del terremoto están la Catedral y el Palacio Nacional, sede de la Presidencia.
El mandatario René Préval y la primera dama, Elisabeth Debrosse Delatour, pudieron ponerse a salvo antes del derrumbe.
"El Parlamento se ha hundido, el edificio de impuestos, las escuelas, los hospitales. Hay muchas escuelas derruidas con mucha gente dentro". Los pocos nosocomios que quedaron en pie "están abarrotados con gente. Es una catástrofe", afirmó Préval al diario The Miami Herald.
Tanto Préval como el primer ministro han solicitado ayuda urgente a la comunidad internacional, algo que también reclaman los ciudadanos de a pie.
"Hay muchos muertos por todas partes. Yo quisiera dirigirme a todo el mundo en el extranjero: en Haití todos somos damnificados y tenemos mucha necesidad de ayuda para la gente más afectada", dijo a Efe Charles Le Bon, un joven que hoy recorría la plaza Champ de Mars, frente al derruido Palacio Presidencial.
Un llamado que está atendiendo con prontitud el mundo. Las primeras ayudas comenzaron a llegar, según el embajador de Haití ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Duly Brutus, quien señaló: "Nunca nuestro país ha necesitado tanto la ayuda de la comunidad internacional".
Aunque la torre de control del aeropuerto de la capital fue destruido, la terminal sigue funcionando, aunque a mínimos, confirmó hoy el máximo representante de la ONU.
Haití tiene "el apoyo total de Estados Unidos", que responderá "de forma rápida, coordinada y enérgica" a la catástrofe, prometió el presidente Barack Obama, cuyo Gobierno dijo que al menos tres estadounidenses podrían haber muerto en la nación caribeña.
El primer equipo con 72 expertos en búsqueda de sobrevivientes y el primer buque guardacostas de EE.UU. llegaron hoy a Haití para dar socorro a la población. Washington prevé que otras tres unidades lleguen a Haití entre este miércoles y jueves.
Latinoamérica también respondió con celeridad y países como República Dominicana, Venezuela, Chile, Cuba Ecuador, Colombia, Argentina, Perú, México, Brasil, Guatemala, Panamá y Nicaragua, entre otros, ya se han movilizado.
Por ejemplo, hoy partió un avión de la Fuerza Aérea venezolana con una veintena de médicos, 10 bomberos y 17 socorristas, así como medicinas, alimentos y agua. Y Brasil, que lidera la fuerza de la ONU en Haití, anunció una donación de 10 millones de dólares y de 14 toneladas de alimentos.
Por su parte, España, que coordina la ayuda humanitaria europea hacia Haití como presidente de turno de los Veintisiete, fletará hoy tres aviones con ayuda de emergencia. Además, la Comisión Europea anunció el desbloqueo de tres millones de euros de ayuda de urgencia.
La ONU, entre tanto, anunció la movilización de sus equipos de emergencia para que ayuden a coordinar la llegada de asistencia humanitaria y autorizó una partida de 10 millones de dólares de su fondo de emergencias.
Mientras las labores de rescate y ayuda continúan, la otra gran prioridad ahora es la seguridad en las calles, en donde se han visto escenas de pillaje en establecimientos comerciales, como reportó la emisora capitalina Radio Metropole.
Por ello, la Minustah movilizó a sus 3.000 efectivos militares y policiales en Puerto Príncipe para que protejan los puntos más importantes, como el aeropuerto, y mantengan el orden.
Sin embargo, el primer ministro Bellerive dijo a CNN que, pese a la horrible situación que vive el país, la población se está comportando con "calma" y "madurez". "La gente está tratando de ayudarse unos a otros, tratando de organizarse", dijo
Víctimas
Las autoridades de América Latina se volcaron al envío de ayuda a Haití tras y a buscar a sus compatriotas que integran las misiones diplomáticas o las fuerzas de paz de Naciones Unidas.
Brasil informó de la muerte de 11 de sus soldados, Argentina del fallecimiento de gendarme, mientras que Chile, Uruguay y Costa Rica reportaron funcionarios desaparecidos.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió sus condolencias a las familias de las víctimas brasileñas, en tanto el ministro de Defensa, Nelson Jobim, se trasladó de emergencia a Haití junto a los comandantes en jefe del ejército, general Enzo Martins Peri, y de la armada, almirante Julio Soares,
Brasil encabeza la misión de paz de la ONU (Minustah) con 1.266 efectivos militares.
También desde Brasilia se informó que la pediatra Zilda Arns murió en el desastre. Era coordinadora de la Pastoral de la Infancia, un organismo ligado a la Iglesia Católica, quien había visitado el país caribeño para impartir conferencias.
La Gendarmería Nacional de Argentina informó que falleció Gustavo Gómez, uno de los 20 gendarmes (policía de frontera) que integran la misión humanitaria de la ONU.
En Santiago de Chile, el coronel de la fuerza aérea Duncan Silva dijo que se encuentran desaparecidas las chilenas María Teresa Dowling, esposa del general Ricardo Toro, asignado a las fuerzas de paz en Haití, y Andrea Loi, colaboradora del Minustah.
En Montevideo, se informó que el teniente coronel Gonzalo Martirené, del ejército uruguayo de la misión ONU, permanece desaparecido. Estaba destacado en el edificio central de ONU en Puerto Príncipe.
El canciller costarricense Bruno Stagno dijo que están desaparecidos los siete miembros de dos familias que son voluntarios de una ONG, e informó que tampoco se conoce la suerte de la cónsul honoraria de Costa Rica en la isla, Marie C. Sonja Carlstroem.
El gobierno de Santo Domingo reportó la muerte de dos dominicanos empleados al derrumbarse el edificio de la empresa constructora dominicana Mera Muñoz y Fondeur en la capital haitiana, donde trabajaban. Las víctimas fueron identificadas como José Medina y Guillermo Peña.
Los comandos militares de los países andinos informaron que sobrevivieron al terremoto los 216 peruanos, 60 ecuatorianos y 26 colombianos que trabajan con Minustah.
En tanto, las autoridades de Argentina, Bolivia, Brasil, El Salvador, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Mexico, Panamá, Perú y Venezuela dispusieron rápidamente envíos de toneladas de medicinas y alimentos y equipos humanos, que incluye a médicos, bomberos y socorristas. México anunció además el envío de brigadistas con perros adiestrados para la búsqueda de personas entre los escombros.
Argentina, adicionalmente, indicó que "está coordinando con la Unión Internacional de Telecomunicaciones para facilitar el envió al gobierno de Haití de equipos de telefonía satelital que permitan establecer redes de comunicación de vos y datos", según un comunicado del gobierno.
La Cruz Roja informó que enviará desde su sede regional para las Américas, ubicada en Panamá, ayuda humanitaria para unas 45.000 personas. La oficina de UNICEF en la región dijo que en coordinación con otras agencias de la ONU proporcionará suministros básicos para permitir el acceso cuidaos médicos, agua y saneamiento.
Desde Montevideo, el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, pidió a la comunidad internacional "una rápida presencia en Haití con toda la ayuda humanitaria posible".
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