Hoy/Pedro Sosa
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Mientras los cárteles han adquirido un poder formidable con su dinero y en su uso de la República Dominicana como uno de los puentes importantes del tráfico, la Dirección Nacional de Control de Drogas, creada en 1988, se quedó con la estructura insuficiente con que nació.
Al describir el panorama, el presidente de la entidad, mayor general Rolando Mateo Rosado, dijo que al llegar al cargo hace dos meses encontró una situación de atraso de cara al crimen organizado.
Para poner a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en condiciones de competir frente al narcotráfico habría que dotarla de equipos modernos y mejorar el entrenamiento.
Así lo afirmó ayer el presidente de la DNCD, mayor general Rolando Rosado Mateo, quien planteó que al organismo hay que hacerle las modificaciones estructurales para que pueda competir con éxito contra el narcotráfico.
Al hacer un balance de un poco más de dos meses de su gestión al frente de la DNCD, Rosado Mateo dijo que cuando llegó al puesto dispuso la realización de un diagnóstico institucional.
Señaló que cuando la DNCD fue creada en 1988 nació con una estructura y organización que para ese momento era la que requería el narcotráfico.
Recordó que las primeras manifestaciones incipientes del nacimiento del narcotráfico habían tenido una respuesta desde 1975 con la creación del Departamento Antinarcóticos de la Policía.
Expresó que en 1988, el narcotráfico en el país no constituía un problema grave.
Indicó que las estructuras internas de la DNCD estaban destinadas a hacer labores de inteligencia y operaciones para combatir y reprimir la droga que iba hacia Estados Unidos.
Precisó que, bajo ese esquema, el organismo funcionaba a la perfección y posiblemente años después operaba igual.
Recordó que con los años el comercio de la droga fue evolucionando, debido a las medidas tomadas por Bolivia, Colombia, Estados Unidos y el país para reprimir el narcotráfico internacional.
Mercado interno. En un principio la droga que pasaba por aquí se pagaba en efectivo y luego en especie, lo que generaba un mercado interno en el país, sostuvo.
Precisó que ese mercado, producto de la disponibilidad de la droga, se fue expandiendo.
Indicó que en el período de 1992-1998 empezó Estados Unidos a deportar los primeros dominicanos por drogas, lo que expandió el mercado interno de la droga.
Mientras eso sucede, la estructura interna de la DNCD continuó igual, a pesar de que la comercialización de las drogas sufre variaciones.
Dijo que a la DNCD no se aplicaron las transformaciones internas para reprimir y prevenir el narcotráfico internacional, así como el tráfico interno.
Manifestó que se entró a la primera década del siglo XXI sin que se hicieran las adecuaciones en la DNCD para responder a la lucha contra el narcotráfico internacional y la comercialización interna de estupefacientes.
A su juicio, ese mercado interno fue creando los primeros capos dominicanos.
“Las estructuras internas de la DNCD no fueron sometidas a esas transformaciones estructurales que estuvieran destinadas a determinar, con inteligencia y con operaciones, esos sujetos que ya tenían un mercado interno propio”, manifestó.
Explicó que, fruto de esa situación, el país tiene redes de narcotraficantes y patrocinadores.
Haciendo un símil, Rosado Mateo dijo que la DNCD es en la actualidad un carro modelo 1988 compitiendo en el 2009 contra otro carro (el narcotráfico internacional), que ha cambiado de modelo.
Dijo que el accionar de la DNCD se ha limitado a dos ámbitos: interno, con la profilaxis, y el combate hacia fuera del narcotráfico internacional, pero al mismo tiempo combatiendo con la misma energía el mediano y microtráfico.
La DNCD está inmersa en la modificación de la ley sobre drogas para adecuarla a una nueva realidad.
Salarios DNCD
El salario de los 2,200 miembros de la DNCD no es el más adecuado, dijo el presidente de la DNCD, mayor general Rolando Rosado Mateo.
“A pesar de que las tentaciones a los agentes están a la orden del día, el personal es sano”, señaló.
El salario promedio mensual es de RD$7,500. Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía reciben, además, otro salario de la institución a la que pertenecen.
El coronel Rafael (Cucho) Abreu, director del Programa de Desarrollo Comunitario, devenga RD$25,000; John Garrido, consultor jurídico, RD$25,000; el general de brigada Alberto Bienvenido Olivo, director administrativo, RD$40,000, y Roberto Lebrón, relacionista, RD$41,000.
La cantidad de agentes de la DNCD no son suficientes para la demanda del combate al narcotráfico, dijo Rosado Mateo.
Sin embargo, señaló que cuando la DNCD necesita 100 miembros acude a las Fuerzas Armadas.
“En apariencia nosotros somos 2,200, pero en realidad tendríamos que sumarle una gran cantidad de miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía”, dijo.
27 agentes han sido separados del organismo en su gestión.
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