El 16% de la energía que utilizan los haitianos es a base de carbón vegetal, que en un 86% les llega de la República Dominicana.
Los depredadores de la industria carbonífera viven mejor que el agricultor clásico de provincias como Baoruco e Independencia. Poseen vehículos y su liquidez es tan buena que pagan por adelantado a los peones que se encargan de los hornos de la devastación en por lo menos 23 lugares de la zona en la sierra de Baoruco.
La distribución del carbón dominicano en Haití es un monopolio de tres personas, dice un estudio.
El 16% de la energía consumida en Haití proviene del carbón vegetal y se estima que el 86% del carbón consumido en ese país proviene de la República Dominicana y alcanza las 22,170 toneladas por año, según el estudio sobre comercio de ese producto elaborado por la Dirección Provincial de Independencia de la Secretaria de Medio Ambiente a través del Programa Medioambiental Fronterizo (PMT).
El fuerte de la producción de carbón se encuentra en las provincias Independencia y Baoruco con 23 comunidades, y aunque la investigación afirma que muy pocos dominicanos están involucrados con la producción de carbón, establece que autoridades nacionales “son los contactos desconocidos y poco estructurados que se requiere para poder realizar el tráfico de carbón a través de la frontera”.
Añade que “no es posible identificar ninguno por su nombre, pero es totalmente conocido y repetido en todas las encuestas y entrevistas, la vinculación de militares y otro tipo de autoridades fronterizas en el negocio, a cambio de dádivas y sobornos”.
Se identificó la existencia de una cadena simple pero efectiva para la producción, tránsito y mercadeo del carbón en Haití. Se trata de tres eslabones principales compuesto por: productor primario, que son personas del estrato más humilde de la sociedad local y que actualmente son de nacionalidad haitiana. Trabaja por un jornal y por la alimentación diaria. Carece de otra oportunidad de empleo y vive en condiciones muy precarias. Continua AQui
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