El presidente Leonel Fernández instruyó a los integrantes del Consejo de Seguridad y Defensa para que se cree un mecanismo especial para castigar los casos de sicariato.
Marino Vinicio Castillo, miembro de ese Consejo, explicó que durante la penúltima reunión que sostuvieron a finales del pasado año, el mandatario le manifestó la necesidad de introducir una medida que castigue el sicariato en forma severa.
El Presidente planteó, agregó Castillo, que se castigue de forma ejemplar a los que promueven ese crimen.
“Es decir, sacar al autor intelectual de la posición, más o menos cómoda, de cómplice que ahora tiene, para llevarlo a la autoría, que aunque sea inmaterial, es muy peligrosa”, añadió.
Además de penas rígidas, el jefe de Estado propuso implementar muchas restricciones de beneficios procesales, “porque son tipos de hechos sumamente delicados”.
“En esa reunión, el Presidente asumió esa posición, precisamente por los casos que se estaban sucediendo. El incluso fue el que llevó la voz cantante y él nos dijo a los demás miembros del consejo la necesidad de impulsar la ley”, añadió el asesor del Poder Ejecutivo en entrevista telefónica.
Una ley especial
Castillo manifestó su solidaridad con el jurista Ramón Antonio Veras (Negro), padre de Jordi Veras, quien propuso una legislación especial para castigar los asesinatos por encargo, y dijo desconocer aún el proyecto que propone el Colegio de Abogados.
Al insistir en la peligrosidad del sicariato, el jurista y dirigente político dijo que el sicariato se usa para resolver casos como pasión, préstamo, herencias, narcotráfico, entre otras. “Es que ya hay deudores que mandan a matar a sus acreedores, o a los familiares, o herederos o coherederos que puedan tener una disputa por unos bienes. La utilización de esas bandas es peligrosísima, porque terminan por establecerse casi en términos industriales”, apuntó.
Consideró que no se puede esperar que se apruebe el Código Penal, sino que se enfrente mientras tanto con una ley especial, aunque lo ideal es que se incorpore a esa legislación, pendiente de aprobación en el Congreso.
“La urgencia social es para tenerla ya, en lo que se discute el Código, es muy delicado”, concluyó.
Grandes casos de sicariato
El 11 de diciembre del 2001, cuatro hombres penetraron a una residencia en la zona oriental de Santo Domingo donde asesinaron al senador Darío Gómez, hecho considerado por sus familiares como una muerte por encargo. A pesar de que al apresar a los responsables materiales, la Policía lo atribuyó a un caso de delincuencia común, para algunas personas es el primer gran caso de sicariato en el país. Esta tesis fue reforzada por las revelaciones de Carlos Evertz Fournier, acusado de organizar una trama para matar al senador y quien fue asesinado después en circunstancias aún no esclarecidas.
El 2010 madrugó con los grandes casos de sicariato, con el asesinato en enero de Ramón Omar Lantigua, vinculado a la red de José A. Figueroa Agosto.
El 28 de marzo fue asesinado en la cárcel de La Victoria, José Gabriel Arias Castillo (Alex El Pelotero), a quien junto a Lantigua se le ocupó 278 kilos de cocaína en Villa Mella.
Estos dos casos de sicariato supuestamente fueron ordenados por el prógufo Figueroa Agosto, que cerraron el 2009 con la muerte del teniente coronel José Amado González, acribillado la noche del 24 de diciembre cuando regresaba a su residencia, junto a su esposa Madeline Bernard, que resultó herida.
El asesinato del empresario Rubén Soto Hayet fue el más espectacular de los grandes crímenes ocurridos durante el 2010. Soto Hayet, quien mantenía una vieja relación con el asesinado coronel González, fue ejecutado de tres disparos en la cabeza la tarde de 13 de mayo al llegar al parqueo de su negocio La Francesa, en la avenida Abraham Lincoln. Dos empleados del centro comercial murieron en el atentado.
El atentado criminal contra el abogado y comunicador de Santiago, Jordi Veras, por parte de dos sicarios pagados por un empresario desde la cárcel, provocó una gran perturbación del ánimo público en el país. El jurista salvó milagrosamente la vida pese a que una bala le penetró en la cabeza y le afectó el ojo izquierdo.
El 3 de agosto, el fisiatra Sergio Rojas Soriano fue asesinado por cuatro individuos en los alrededores del Jardín Botánico.
El 29 de octubre en el exclusivo vecindario de Naco asesinaron de dos balazos en la cabeza al ingeniero civil Rafael Humberto Pérez Saviñón, de 79 años, cuando estacionaba su vehículo frente a su apartamento, de la calle respaldo Rafael Augusto Sánchez. En el mismo lugar, el 24 de diciembre de 2009, fue asesinado de la misma forma su hijo mayor Víctor Pérez Duvergé.
El 2010 cerró con el asesinato, el 8 de diciembre, del comerciante Juan María de Jesús Santiago, crimen en el que la Policía vincula a su esposa Georgina López.
LA MAYORÍA ESTÁ RELACIONADA AL NARCO
Durante todo el 2010 en casi todo el territorio nacional se produjeron crímenes cometidos por sicarios y por pandilleros callejeros que se dedican al tráfico de drogas y al cobro de deudas. Uno de los más espeluznantes y sobrecogedores ocurrió en junio en el barrio San Carlos, donde fue secuestrado Jean Carlos Martínez, un presunto vendedor de drogas que tenía una deuda con su suplidor, según sus familiares.
Su cadáver fue encontrado con las manos y el pene cercenados, con 11 balazos en la cabeza y en el abdomen.
Los asesinatos de dos testigos en Higu¨ey, la decapitación de dos jóvenes en una zona rural de San Cristóbal, y la muerte de tres jóvenes de Baní por “malos negocios” de drogas, se sumaron a los hechos sangrientos que contribuyeron con el auge de la violencia y la inseguridad.
Más de 170 personas fueron ejecutadas por sicarios y en disputas por drogas de enero a septiembre, según cifras policiales.
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