Donna Cassata
AP/Washington. El presidente de los Estados Unidos, Barck Obama celebró con los campeones mundiales Yanquis de Nueva York por sus hazañas y actitud y lamentó que sus Medias Blancas de Chicago no pudieran igualar el éxito de Nueva York.
En una ceremonia abarrotada en la Sala Este, el presidente señaló que la última vez que los Yanquis, ganadores de 27 títulos, brindaron en la Casa Blanca fue en el 2001.
“Han pasado nueve años desde su último título - que deben haberse sentido como una eternidad para los fanáticos de los Yanquis. Creo que otros equipos se sentirían bien con eso. Los Cachorros, por ejemplo”, dijo Obama, lo que motivó los aplausos y la risa de jugadores, coaches, miemtros de su gabinete y el Congreso, entre otros invitados.
Agregó que sus Medias Blancas se han acercado, incluyendo con un título en el 2005.
Los Yanquis ganaron la Serie Mundial en seis partidos el año pasado, venciendo a los Filis de Filadelfia.
El dirigente de Nueva York, Joe Girardi le entregó a Obama una camiseta de los Yanquis firmada con el número 27 en la espalda.
La visita a la Casa Blanca es la quinta para un grupo de cuatro de los Yanquis -Derek Jeter, Mariano Rivera, Andy Pettitte y Jorge Posada - quienes tienen anillos para todos los dedos de una mano. Se han reunido con Bill Clinton, en los 90, George Bush en el 2001 y ahora Obama.
Obama elogió a los jugadores por su trabajo fuera del terreno, desde una beca que estableció el primera base Mark Teixeira con un cheque de US$75 mil, hasta el trabajo que Jorge Posada hace con las familias que tienen niños enfermos y la calidad de Jeter como atleta.
Un poco antes en el día, miembros del equipo visitaron el Centro Médico del Ejército Walter Reed, que varios jugadores describieron como algo pasmoso. El antesalista Alex Rodríguez, quien llevaba su anillo de campeón, llamó a los veteranos como “verdaderos héroes” y el lanzador Andy Pettitte elogió su sacrificio.
Pettitte dijo que algunos de los heridos, fanáticos de los Medias Rojas, apreciaron la visita de los Yanquis -aunque no se quitaron las gorras. Obama dijo que bajo su uniforme rayado, los jugadores y los coaches “comparten la idea de que cualquiera que tiene un talento de primera clase también tiene una obligación de ser una persona de primera clase”.
Algunos presentes bromearon que el fanático principal de Chicago gozó con el trofeo.
La frase
Barack Obama
Han pasado nueve años desde su último título - que deben haberse sentido como una eternidad para los fanáticos de los Yanquis. Creo que otros equipos se sentirían bien con eso”.
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