Miami.- El gobierno estadounidense extraditó ayer lunes al ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega hacia Francia, donde es requerido por cargos de lavado de dinero, informaron fuentes oficiales en Washington y París.
“La secretaria de Estado (Hillary Clinton) firmó la orden de extradición”, dijo Mark Toner, vocero del Departamento de Estado. Noriega viaja rumbo a París en un vuelo de Air France, acompañado por funcionarios franceses, agregó por su parte una fuente cercana a la operación en París.
Previamente, las cadenas de televisión estadounidenses CNN y CBS habían mostrado imágenes de un hombre que identificaron como Noriega, subiéndose a una camioneta rumbo al aeropuerto de Miami.
“Ahora que todas las apelaciones judiciales a la extradición de Noriega fueron resueltas, la Secretaria de Estado emitió una orden para su extradición a Francia”, explicó el vocero estadounidense.
La Corte Suprema de Estados Unidos había dado a fines de marzo vía libre a la extradición de Noriega a Francia, al rechazar su último recurso para impedirla.
En París, el portavoz del ministerio francés de Justicia, Guillaume Didier, confirmó la decisión. “Esta extradición fue notificada a Francia hace quince días”, señaló el vocero.
El abogado de Noriega, Frank Rubino, dijo en Miami que no había sido notificado de la decisión. “Ni el Departamento de Estado ni el de Justicia han tenido la cortesía de llamarme y decirme que la orden fue firmada y el general Noriega estaba siendo sacado del país”, indicó.
Prisionero de guerra
La defensa de Noriega exigían que por ser un prisionero de guerra debía ser devuelto al país donde fue capturado, Panamá, y no a Francia.
Noriega, de 74 años, fue derrocado y capturado en 1989 por el Ejército estadounidense durante su invasión EFE a Panamá, y la justicia estadounidense le reconoció su condición de “prisionero de guerra”.
Como tal, permanecía en una cárcel en el centro de Miami bajo condiciones especiales de encierro, apartado de los presos comunes, y conservó su grado militar y su uniforme.
En cada presentación ante la Corte federal de Miami, el ex hombre fuerte de Panamá no aparecía con las túnicas marrones que usan los presos en este distrito, sino con su uniforme de general, sus insignias y condecoraciones.
Por su condición, su hija Sandra Noriega dijo que su extradición es un “exabrupto” que viola los derechos establecidos en la Convención de Ginebra. “Este exabrupto es una violación más a los derechos humanos y los derechos de la Convención de Ginebra que protege a los prisioneros de guerra”, dijo a RPC Radio, en Panamá. El gobierno panameño indicó que respeta la decisión “soberana” de Estados Unidos de extraditar a Noriega.
UNA PAPA DEMASIADO CALIENTE
El ex general panameño Manuel Antonio Noriega ha pasado de ser el hombre fuerte del país a convertirse en una papa caliente que nadie quiere en Panamá. El Gobierno panameño no ha hecho nada por obtener la extradición de Noriega, dijo su abogado en este país, Julio Berrío, nada más conocer la decisión del Gobierno estadounidense de permitir su extradición a Francia. “Es una historia con un final anunciado”, agregó.
Noriega, que desde 1983 y hasta la invasión militar estadounidense a Panamá de diciembre de 1989 fue el “hombre fuerte” de este país, el poder detrás de los Gobiernos de turno, sigue siendo un asunto incómodo para los panameños. Nació en la Ciudad de Panamá en el seno de una familia humilde el 11 de febrero de 1935, según su registro en el Seguro Social.
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