Eso es lo que han hecho los investigadores de una universidad en California, que confirmaron la influencia de los hábitos "de la casa" en personas que lograron rebajar de peso y mantenerse contra los que no lo conseguían y sufrían del efecto yo-yo.
Los del primer grupo, habiendo conseguido rebajar y mantenerse, aprendieron que muchos de los hábitos responsables de su aumento de peso comenzaron en sus casas y lograron (algunos con ayuda, otros por sentido común) hacer los ajustes de lugar. Y es que mantenernos en un peso ideal en el tiempo implica continua vigilancia, conciencia de lo que se come y ejercicio físico.
¿Cómo se ayuda en su casa?
Recomponga nevera y despensa: Vamos a hacer un ejercicio. Vaya a la nevera, ábrala y tome nota de lo primero que ve. Le gusta, verdad?
• Generalmente acomodamos las cosas a nuestro gusto y colocamos delante nuestras preferencias para que cuando necesitemos un "snack" de media noche no nos de mucha brega alcanzar el queso.
• Igualmente la despensa está llena de picaderas; meriendas pensadas para niños en crecimiento con más calorías de las que un adulto procesar al mismo tiempo.
• No salga al supermercado sin llevar una lista de imprescindibles y aténgase a ella. Si su intención es bajar de peso y mantenerlo, aprenda a comprar las opciones más saludables de las comidas que consume: Bajas en grasa, en sal y calorías. Haciendo eso no solo se ayuda usted, si no que va marcando pautas de nutrición saludables a los demás miembros de su familia.
• Si debe tener merienda de funditas, bollería industrial y galletas de todo tipo, haga que otro lo guarde, para usted ni siquiera sepa dónde lo ponen. ¡Cuidado con la TV! ¿Ha calculado cuántas horas de televisión consume al día? De manera sorprendente, los investigadores descubrieron que en las casas de las personas que lograban perder peso y mantenerse... había menos televisores.
• Las horas que pasa frente a la televisión es un tiempo dedicado al sedentarismo, además de que está continuamente bombardeado por comerciales que se han diseñado para motivar el consumo de ciertos alimentos y a ciertas horas.
• Si quiere ayudarse en casa a perder peso, saque la televisión de su habitación y colóquela lejos de la nevera. ¡Bajará de peso... garantizado! La casa, fuente de motivación: Otra variable que encontraron los investigadores y que les dio resultado a los que lograron bajar de peso fue que convirtieron su casa en un recordatorio constante de sus metas.
• Tenían a la mano equipos portátiles de ejercicio, videos especializados y los usaban (los brazos de la caminadora no son para secar ropa). No estamos diciendo que tiene que salir a comprarse una "caminadora" o un juego de pesas carísimo si no los va a utilizar. Pero es importante tenerlos a mano para ir creando el hábito o por lo menos provocarle cierto nivel de culpa.
• Colocaban en sus habitaciones o baños fotografías de personas con las medidas que querían conseguir o simplemente frases motivadoras para seguir intentándolo.
• Consiguieron cercar el acceso a la nevera y lograron rellenarla de alimentos "permitidos" sin dejar de ser deliciosos. ¿La moraleja? Perder peso es un reto que nos cuesta y lo que hacemos en casa puede ayudar o perjudicarnos en la tarea. Haga los ajustes, cree conciencia y déjenos saber cómo le fue. himilcetejada@live.com
De Himilce Amelia Tejada
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