Carlos Sánchez, el humorista de la clase media

Pachico Tejada

Santo Domingo

Hace 10 años que a Carlos Sánchez se le ocurrió hacerse humorista. Dejando sus estudios de leyes atrás, se convirtió en una especie extraña dentro de la fauna de comediantes dominicanos, al cultivar un género como el “stand up comedy”.
Un estilo de hacer reír con  el que se ha granjeado un nombre, y ha conseguido una legión de seguidores, muchos de los cuales lo acompañaron al show “Carlos Sánchez: grandes éxitos, décimo aniversario”, presentado el pasado sábado en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito. En esta fiesta, en la que presentó un repaso de lo mejor en la última década, se hizo acompañar de amigos que ha ido haciendo en el camino.
En ese sentido, su show contó con intervenciones del cubano Boncó Quiñongo, el venezolano Laureano Márquez, y los dominicanos Jochy Santos y Tony Almont.
Cada uno de ellos se tomó una parte del espectáculo que se hizo un poco largo (casi tres horas) para realizar rutinas y monólogos, que aportaron variedad.
Atuendo
Vestido con su acostumbrada camiseta negra y sus jeans azules, Sánchez llegó al escenario iniciando la noche con sus monólogos, hilvanando una idea con otra, realizando una maraña verbal que buscaba, como todo buen humorista, y encontraba detalles hilarantes a las actividades más triviales que realiza cualquier simple mortal. En ese sentido, sus chistes giraron en torno a los detalles como una visita al dentista, la paternidad, las relaciones con sus padres, o elementos de las formas de comunicación de la vida actual.
El  show trajo ese tipo de humor que viene realizando desde que inició su carrera, y que lo aleja del típico comediante costumbrista y popular, que puede verse en programas de la televisión local, un elemento que lo ha conectado con un público de clase media alta dominicana.