Asimismo, Félix Morel acusó a Mary Peláez de emitir cheques en favor de varios puertorriqueños, entre ellos procesados por narcotráfico en la vecina isla, y citó a un hermano de José David Figueroa Agosto, al que le emitió un cheque por 100 mil dólares, y aunque aclaró que no tiene esa documentación, sí la tiene la DEA, el FBI y las autoridades de Puerto Rico.
Explicó que no puede reclamar los bienes porque cuando pasen 20 años y sus hijos le pregunten con qué compró los apartamentos, no podría responderles, y advirtió que cada vez que uno de los imputados suba al estrado a negar sus declaraciones ella irá nuevamente a decir su verdad.
Opinó que todos los imputados deben reflexionar y admitir los hechos, porque la Fiscalía tiene pruebas suficientes que los comprometen en la comisión de lavado de activos.
Dijo no explicarse por qué Mary Peláez declaró la semana pasada que ella abandonó a sus hijos para irse a Puerto Rico y mandar una foto fingiendo un secuestro, tras indicar que las razones por las que se fue no las puede explicar, pero que ninguna madre abandona a sus hijos en situaciones así.
El proceso contra los implicados en el crimen de lavado de activos y narcotráfico cobró un giro interesante tras las declaraciones de Sobeida Félix Morel y Leavy Nin Batista, quienes optaron por declararse culpables de los cargos de lavado de activos y narcotráfico, en procura de una reducción de la pena que les corresponden por esos delitos.
Sobre un supuesto acuerdo entre las autoridades judiciales y las dos implicadas, monseñor Agripino Núñez Collado, consideró que las negociaciones del Ministerio Público, Félix Morel y Nin Batista no tendrían sentido si no se dan a conocer todos los nombres de los vinculados en el caso.
El imputado Juan José Fernández Ibarra, a quien se vincula al caso Figueroa Agosto, se declaró inocente de los cargos en su contra alegando que vendía vehículos y que Figueroa Agosto fue un cliente más.
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