Bartolo Colón lucía con seis años menos el miércoles. O al menos su brazo derecho.
Dependiendo de sus rectas de dos y cuatro costillas, tirando a hasta 96 millas por hora con mucho comando, el dominicano frenó a los Medias Blancas al permitirles apenas una carrera en ocho entradas. El resultado fue un triunfo por 3-1 de los Yankees.
Esta actuación no fue tan diferente a lo que hizo Colón en el 2005, cuando tuvo 21-8 por los Angelinos y ganó el Premio Cy Young de la Liga Americana. De hecho, cuando a Colón se le preguntó cómo se sentía ahora comparado con hace seis años, contestó lo siguiente:
“Me siento mejor ahora, porque puedo tirar más strikes.” Wow.
Es poco común que un lanzador tenga este tipo de repunte. Generalmente no pierden el brillo de una manera tan drástica, para luego recuperarlo tantos años después.
Por supuesto, el 2005 fue la última vez que Colón lanzó lo que se pareció a una temporada completa. Un historial de lesiones, combinada con el hecho de que se acerca a los 38 años, lo hacía un candidato poco probable para la rotación de los Yankees, o para la de cualquier otro equipo.
Además, su corpulencia no es propia de alguien en óptimas condiciones físicas, otro factor que parecía estar en su contra. Oficialmente, el quisqueyano tiene 5 pies y 11 pulgadas de estatura con 265 libras.
La estatura parece ser una pequeña exageración nada más. Pero el peso, bueno...parece un estimado bien conservador. De todas maneras, Colón ha ganado 155 juegos en Grandes Ligas sin lucir esbelto en ningún momento de su carrera.
Y en dos aperturas, el derecho ha convertido lo improbable en lo plausible.
“Nos continúa impresionando”, dijo el manager de los Yankees, Joe Girardi.
Los Yankees sí deberían estar impresionados.
Después de tres presentaciones como relevista, Colón realizó una sólida apertura al ganarle a Toronto. Esto fue hasta mejor.
Y fue necesario también. Los Yankees tratan ahora mismo de determinar la causa del síndrome “brazo muerto” de Phil Hughes.
Un problema circulatorio es una posibilidad, y el derecho será enviado a la ciudad de San Luis para verse con un especialista.
Sea lo que sea el problema de Hughes, ante su ausencia los Mulos neceistan otro abridor confiable. En Colón, tienen algo mucho más-por el momento. Aparentemente Colón ha vuelto a descubrir su mejor material. Ahora es cuestión de salud.
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