"La propuesta ha llegado a las embajadas que existen en Pyongyang. Estamos intentando aclarar la situación", afirmó Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, que se encuentra de visita en Uzbekistán.
Lavrov precisó que las autoridades del régimen comunista presentaron hoy la evacuación como una propuesta debido al agravamiento de la situación en la península coreana, pero no como una decisión final.
"Estamos en estrecho contacto con nuestros socios chinos, al igual que con los estadounidenses, surcoreanos y japoneses, es decir, con los participantes en las negociaciones a seis bandas", añadió.
La embajada rusa es precisamente una de las pocas misiones diplomáticas extranjeras acreditadas ante el régimen comunista norcoreano.
Además, figuran las embajadas de Alemania, Reino Unido, China, Irán, Cuba, Brasil, Suecia, Polonia, República Checa, Bulgaria, Rumanía, India, Pakistán, Siria y de varios países árabes y asiáticos.
Seguidamente, un portavoz informó de que la Cancillería rusa está estudiando la posible evacuación de su personal diplomático en Pyongyang, ya que, "ahora, la seguridad de nuestros ciudadanos pasa a primer plano".
No obstante, matizó que "evacuar una embajada es tarea no de un día, ni de dos, ni de una semana".
"Consideramos categóricamente inaceptable la línea de instigar la histeria militar. Confiamos en la máxima moderación y sangre fría por parte de todas las partes implicadas", añadió la Cancillería en un comunicado.
Además, Rusia considera "inadmisible el inicio de acciones militares en la península coreana".
La propuesta de evacuación de todas las embajadas fue confirmada por China, Alemania y Reino Unido, país que explicó que la nota oficial señalaba que Corea del Norte no puede garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas y organizaciones internacionales en caso de conflicto a partir del próximo 10 de abril.
La noticia coincide con las informaciones desde Seúl de que Corea del Norte ha colocado en lanzaderas móviles dos misiles Musudan, cuyo alcance se estima en unos 4.000 kilómetros, y desplegado dos buques para interceptar proyectiles en el Sur.
En opinión de Alexandr Zhebin, director del Centro de Estudios Coreanos ruso, "Corea del Norte quiere llamar la atención de Rusia, China y otras potencias sobre el peligro de la situación en la península coreana".
"Los norcoreanos no están satisfechos con la reacción de la comunidad internacional. Probablemente tengan miedo a un ataque de EEUU, ya que Washington está desplegando portaaviones y buques en la región", dijo a Efe.
Zhebin, antiguo corresponsal de la agencia soviética Tass en Pyongyang, considera que la propuesta norcoreana "no es muy acertada", ya que decir a las embajadas que abandonen el país es una decisión que tiene siempre consecuencias políticas.
"Ellos no tienen medios de alerta de un ataque, por lo que siempre deben estar en zafarrancho de combate. Con todo, además de retórica, difícilmente Corea del Norte se propone atacar a Estados Unidos o Corea del Sur", señaló.
El experto ruso cree que "el Norte entiende que si hay guerra, la perderá, y nadie se está preparando para una guerra", por lo que "no se puede justificar la presencia militar norteamericana en la zona".
"EEUU provoca a Corea del Norte. Por ahora, esta espiral es sólo una guerra psicológica y propagandística. Pero si sigue, la situación puede descontrolarse", dijo.
El experto asegura que los norcoreanos están indignados con las sanciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU tras el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance, castigo que no sufrió Corea del Sur cuando hizo lo mismo.
Corea del Norte ha decidido "convertirse en una potencia nuclear, de facto", como Pakistán, India o Israel, a las que nadie reconoce su estatus nuclear, pero todo el mundo sabe que tienen armas atómicas y nadie les sanciona, apunta.
Además, agrega, "con los recientes ensayos nucleares los norcoreanos se sienten más seguros y por su retórica dan a entender al mundo que Estados Unidos no puede hacer con Corea lo mismo que con Libia o Irak".
Y subrayó que el nuevo dirigente norcoreano "Kim Jong-un no es una marioneta" de los militares, y que el objetivo de Pyongyang es "defender su régimen, su orden político y su soberanía", y para ello exige garantías de seguridad. (Ignacio Ortega)
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