domingo, 15 de mayo de 2011

Heat y Bulls en final crucial desde hoy en conferencia Este

El principal dolor de cabeza para Miami será como detener a Derrick Rose
AP
Miami

LeBron James tratará de frenar a Derrick Rose en las finales de la Conferencia Este de la NBA. Pero no será exclusivamente tarea suya: también tendrán que ayudar Dwyane Wade, Mike Bibby, Mario Chalmers e incluso, por momentos, Chris Bosh.

La creencia generalizada es que no lograrán frenar al Jugador Más Valioso de la NBA.

Sin embargo, lograr contener a Rose aunque sea en forma parcial es la prioridad de Miami y probablemente será un requisito para vencer a los Bulls de Chicago y llegar a la final de la NBA.

El primer juego de la final de la Conferencia Este es el domingo en Chicago, la ciudad a la que Rose condujo a los cuatro finalistas de la NBA por primera vez desde que Michael Jordan lo hizo hace trece años.

“No regalamos nada”, aseguró James, al discutir cómo frenar a quien puso fin en esta temporada a su reinado de dos años como el Jugador Más Valioso. “No está en nuestra naturaleza. No jugamos así al básquet. Tenemos demasiados muchachos con demasiado orgullo como para permitir libertades a nadie”.

“Su equipo va a jugar bien, pero nosotros estamos a la altura del desafío”, agregó.

Puede que sea su mayor desafío hasta ahora. Rose ha aportado el 29% de los disparos de Chicago en los playoffs y sus 256 intentos suman casi tanto como los disparos totales de la segunda y tercera opción de los Bulls, Luol Deng (154) y Carlos Boozer (119), en la postemporada.

Además tiene 90 asistencias en los playoffs, más que cualquier suma de otros tres jugadores de Chicago. “A veces se cuela y ejecuta jugadas increíbles”, dijo Bosh. “Va a suceder”.

Al igual que James y Wade, Rose es una verdadera pesadilla para los rivales.

“Es un jugador fenomenal”, reconoció Wade. “Ha descifrado cómo ser grande en esta liga y lo ha hecho rápidamente.

Sabemos que va a anotar. Va a hacer cosas deslumbrantes. Nuestra tarea es asegurarnos de que se lo hagamos lo más difícil posible”. Mientras tanto, en Oklahoma City, Kevin Durant tenía problemas para dormir. Tras la peor actuación en playoffs de su joven carrera, el máximo anotador de la liga intentaba olvidar que apenas anotó 11 puntos en la derrota del Thunder que llevó su semifinal del Oeste ante los Grizzlies de Memphis a un decisivo séptimo partido este domingo.

Durant intentó nueve de sus 14 disparos desde detrás de la línea de tres puntos y sólo consiguió una canasta después de los tres minutos iniciales. “Fue difícil”, dijo Durant. “Así es esta liga, esto es algo que pasa”.

“En especial, al ser uno de los jugadores principales, suelo cargar con gran parte de la presión y echármela encima”, agregó. “Pero así es como son las cosas, debo luchar para superarlo. Tengo que seguir siendo positivo con los muchachos y avanzar desde allí”.

Al menos mientras dormía, Durant mejoró su porcentaje de efectividad.

“Convertí muchos de mis tiros en mi sueño, por supuesto.


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