Estos son carros nuevos que las aguas del tsunami que siguió al terremoto que sacudió al Japón ahogaron y dejaron de manera inservible.
La Toyota Motor los ha estado recogiendo y poniendo en un parqueo en el puerto de Sendai. Por otro lado, el operador de la accidentada central nuclear de Fukushima empezó ayer a verter 11,500 toneladas de agua débilmente radiactiva al océano para permitir la reparación de los circuitos de enfriamiento de los reactores y evitar una catástrofe peor que la de Chernobyl.
Por otra parte, Japón dejó entrever que el desastre ocurrido el 11 de marzo en el noreste del país y el accidente nuclear posterior podrían tener un impacto en su política medioambiental.
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