Fue dado de alta ayer el héroe nacional general Antonio Imbert Barreras luego de permanecer recluido en la clínica Abel González desde antier por una “pequeña arritmia cardíaca”, según explicó su esposa Iralda de Imbert.
A su salida de la clínica, al ser preguntado sobre cómo se sentía, el general dijo: “Vivo, ¿no me ve? Estoy bien”. Imbert Barreras permaneció desde antier bajo la observación de doctor Pedro Ureña.
La esposa del general también reiteró que éste está bien. “Ya en dos ocasiones ha salvado su vida en una fecha como hoy (ayer), pues hace 44 años, sufrió un atentado y él mismo llegó a su casa, herido, conduciendo el vehículo”, dijo.
Imbert barreras salió de la clínica vestido con un pijama a rayas y llevado en una silla de ruedas. Junto a él estaban su esposa, su asistente personal, coronel Ciro Castillo y algunos miembros de su seguridad. Abandonó el centro de salud a las cinco de la tarde.
El ex Secretario de las Fuerzas Armadas fue uno de los sobrevivientes del ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo.
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