El ejército egipcio comenzó ayer a desmantelar las instituciones del régimen del ex-presidente Hosni Mubarak, que le cedió el poder, anunciando la disolución del Parlamento y la suspensión de la Constitución. El Consejo Supremo de las fuerzas armadas también indicó que "asume la dirección de los asuntos del país de manera provisional por seis meses, hasta que se celebren las elecciones legislativas...”
EL CAIRO. AFP. El ejército egipcio comenzó ayer a desmantelar las instituciones del régimen del ex-presidente Hosni Mubarak, que le cedió el poder, anunciando la disolución del Parlamento y la suspensión de la Constitución.
En su "Comunicado numéro 5", el Consejo Supremo de las fuerzas armadas también indicó que "asume la dirección de los asuntos del país de manera provisional por seis meses, hasta que se celebren las elecciones legislativas y de la presidencia de la República".
El Consejo Supremo, instancia formada por unos veinte generales, decidió "la disolución de la Asamblea del Pueblo y de la Shura", ambas cámaras del Parlamento, y "la suspensión de la Constitución", así como la creación de una comisión para enmendar y organizar un referéndum sobre esos cambios.
La disolución del Parlamento, después de las elecciones de fines de 2010, marcadas según la oposición por fraudes masivos, y la revisión de la Constitución, que limita las condiciones de candidatura a la presidencia, hacen parte de las reivindicaciones de los manifestantes que condujeron a la caída de Mubarak.
El ejército reiteró que Egipto sigue ligado a los tratados internacionales firmados, lo que fue considerado un mensaje para calmar las inquietudes de Estados Unidos e Israel, preocupados por las consecuencias de los drásticos cambios ocurridos en Egipto sobre los acuerdos de paz israelo-egipcios.
Estos acuerdos hacen de Egipto un socio imprescindible para los esfuerzos de paz en la región.
Egipto firmó la paz con el Estado hebreo en 1979, pero la población sigue masivamente opuesta a esta normalización de las relaciones.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, dijo ayer que lo sucedido en Egipto no presenta "ningún riesgo" para las relaciones con Israel, al descartar que ocurra allí una deriva de tipo iraní.
El Consejo también indicó que gobernará por decreto ley durante el periodo de transición, y que su jefe, el mariscal Mohamed Hussein Tantaui, estará encargado de representarlo "en el interior y en el exterior", convirtiéndolo casi en jefe de Estado. El gobierno de Ahmad Shafiq, encargado de los asuntos corrientes, se reunió el domingo por primera vez desde la salida de Mubarak por presión popular.
Shafiq declaró que su primera prioridad es "restaurar la seguridad y facilitar la vía cotidiana de la población".
Aseguró que el ex-presidente seguía en Sharm el-Sheij, estación balnearia egipcia en el mar Rojo, y desmintió rumores de un viaje al extranjero.
Ayer, un retrato de Mubarak fue retirado de un muro en la sala de reunión del gobierno. Cerca de 400 policías desfilaron ante el ministerio del Interior "por su honor", reclamando alza de salarios y la ejecución del ex ministro Habib el-Adli, revocada a fines de enero por presión de la calle.
Los policías aseguraron que recibieron órdenes para reprimir con brutalidad las manifestaciones.
Roban piezas del museo egipcio
El secretario de Estado encargado de las antigüedades, Zahi Hawass, anunció que ocho piezas de gran valor, que representan en especial al faraón Tutankamón, desaparecieron del Museo egipcio de El Cairo.
El Museo está cerca de la plaza Tahrir (Liberación), epicentro de la protesta contra el régimen durante 18 días. Un inventario efectuado luego de que desconocidos penetraron al edificio el 28 de enero, durante una manifestación en la plaza Tahrir, reveló que una estatua en madera cubierta de oro de Tutankamón, cargada por una diosa, y otras dos de Akenatón y Nefertiti, también fueron robadas.
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