El Gobierno de Ecuador decretó hoy el estado de excepción en todo el territorio nacional y delegó en las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país.
El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo en una rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno que se declara el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad.
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) fue convocado a una reunión de emergencia el jueves para analizar la crisis en Ecuador, mientras líderes de la región expresaban su solidaridad al presidente Rafael Correa y a la democracia ecuatoriana.
Perú, además, ordenó el cierre de sus fronteras con Ecuador hasta que retorne la calma.
La OEA anunció en un comunicado que convocó a una reunión de urgencia en su sede en Washington para analizar la situación en Ecuador, donde cientos de policías tomaron el principal cuartel policial de Quito y otras sedes policiales en ciudades en rechazo a una nueva ley que aducen les quitará beneficios económicos.
El presidente Correa, quien fue agredido por los rebeldes cuando intentó acercarse a uno de los edificios tomados, acusó a la oposición de intentar un golpe de Estado.
Miles de partidarios y opositores se lanzaron a las calles, mientras que por ausencia de la policía se reportaron saqueos en comercios de algunas localidades.
"Están tratando de tumbar al Presidente Correa. Alerta los pueblos de la Alianza Bolivariana! Alerta los pueblos de Unasur! Viva Correa!!", escribió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en su cuenta de Twitter.
El presidente de Perú Alan García anunció que el cierre de la frontera con Ecuador hasta que se restablezca la autoridad democrática de Correa.
"Rechazamos enérgicamente cualquier acto de insurgencia ...consideramos repudiable cualquier insubordinación que hubiere", sostuvo el mandatario. "El gobierno de Perú y estoy seguro la sociedad peruana, respaldan plenamente el derecho democrático y la autoridad democrática del presidente Correa".
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo que dialogó con su colega ecuatoriano y "le expresé al pueblo ecuatoriano, al orden constitucional y a la democracia en el Ecuador el más absoluto y total respaldo de parte de Chile y del gobierno de Chile".
Argentina, por su parte, "rechaza de manera categórica la sublevación de fuerzas militares y policiales que ponen en riesgo las instituciones democráticas en Ecuador", dijo a través de su cancillería.
Agregó que "condena estas acciones desestabilizadoras" y que "América Latina no acepta más ataques a la democracia ni intentos de burlar la voluntad popular que se manifiesta en las urnas".
En tanto, que España también dio su apoyo al gobierno de Correa.
"Ante las noticias de un intento de golpe de Estado en la República de Ecuador, el gobierno de España quiere condenar firmemente cualquier ruptura de la legalidad constitucional y reitera su apoyo al gobierno legítimo y a las instituciones democráticas de Ecuador", dijo la cancillería española.
En Costa Rica, la presidenta Laura Chinchilla dijo no estar al tanto de la situación, al explicar que conocía que Correa estaría en un hospital por una dolencia física. Sin embargo, adelantó que llamaría a su colega, quien fue uno de los mandatarios presentes en su toma de poder en mayo pasado. En agosto ambos sostuvieron una cita bilateral en Bogotá.
"Dios quiera que no sea eso", dijo Chinchilla sobre la posibilidad de un intento de golpe. "Recordemos que en algún momento Ecuador fue el país con más golpes de Estado... ojalá no volvamos a eso", comentó.
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