A pesar de que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) cuenta con la mayor infraestructura física del país, entre las academias superiores; con un gran cuerpo docente y numerosos proyectos de desarrollo, sustentados por el Gobierno para impulsarla hacia la modernidad, la institución estatal se ha quedado rezagada.
Sus edificaciones, construidas entre 1944 y 1959 constituyen un Patrimonio Monumental de Arquitectura Moderna de la República Dominicana, pero contrastan con las limitaciones de equipos, butacas deterioradas y baños inoperantes.
En los proyectos de modernización ha predominado el remozamiento del campo académico y construcción de algunas nuevas edificaciones, mas los esfuerzos por convertirla en una universidad modelo aún no han llegado a las aulas.
Los laboratorios tecnológicos y las propias investigaciones se han quedado atrás, debido al escaso presupuesto destinado a estos renglones.
El presupuesto, que apenas alcanzan para pagar la creciente empleomanía, no le han permitido a sus autoridades establecer una política de mantenimiento y rescate de sus aulas de clases y laboratorios, los cuales se deterioran con el tiempo.
En los últimos seis años en gestiones de gobierno del presidente Leonel Fernández se han construido ciudades universitarias en diferentes provincias del país, y en la sede central fue iniciado un complejo universitario para oficinas administrativas, laboratorios tecnológicos, edificio de parqueos y comedor universitario; sin embargo, algunas de estas obras están paralizadas.
Sus frutos
El 70% de los profesionales del país se ha formado en esta casa de estudios, y es la que tiene mayor demanda de estudiantes por el fácil acceso a ella. Unos 200 mil profesionales han egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la más vieja casa de estudios de América, contribuyendo a hacer importantes aportes al desarrollo cultural, científica, económico, social y político de la República Dominicana.
Por las aulas de esta institución han pasado los más brillantes profesionales que han tenido en sus manos la conducción del país, durante las últimas décadas.
El bajo costo de la matrícula ha provocado el crecimiento vertiginoso de su población estudiantil, que en los últimos semestres ha superado los 170 mil estudiantes, cifra jamás alcanzada por una universidad nacional, convirtiéndola en la tercera más poblada de América.
Actualmente la UASD tiene una matrícula de más de 172 mil estudiantes, alrededor de 2,500 profesores y más de 3,000 empleados. La integran nueve facultades: Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Económicas y Sociales, Ciencias Jurídicas y Políticas, Ciencias Agronómicas y Veterinarias, Humanidades, Ingeniería y Arquitectura, Artes y la recién creada Facultad de Educación.
Recursos económicos
Tradicionalmente la UASD ha mantenido una lucha constante para que se cumpla con la ley que establece entregarle el 5% del Presupuesto Nacional.
La falta de mantenimiento a sus edificaciones más antiguas han contribuido a su progresivo deterioro. La mayoría de sus aulas carecen de las condiciones necesarias para garantizar un ambiente de estudio adecuado, a lo que se suma el problema de la sobrepoblación que duplica la capacidad del espacio docente.
El proceso de modernización a que ha sido sometida la UASD por parte del Gobierno no ha incluido el aumento del número de aulas para la docencia, lo que se contrapone al crecimiento de su matrícula.
A esto se atribuye el hecho de cientos de secciones se quedan en campo abierto (sin aulas) cada semestre, y otras en las que se inscriben hasta 90 bachilleres, en espacios para 35 alumnos.
La Universidad estatal tiene disponibilidad de 600 aulas, tanto en la sede central como en sus centros regionales, en las cuales se distribuyen cada semestre 23 mil secciones.
Oferta académica
La UASD mantiene una oferta académica muy diversa, que va desde las carreras tradicionales como medicina, derecho, filosofía y letras, e ingeniería, hasta las más demandadas como educación, contabilidad, administración de empresas, mercadeo y otras que requieren de altas tecnologías.
Los estudiantes pueden optar por unas 115 carreras, incluyendo las menos demandadas como estadística, antropología, física, geografía y filosofía, las cuales no reúnen los 50 bachilleres.
Los egresados promedian los 7,000 por año, en un total de 23 investiduras de grado y postgrado que se realizan anualmente en la sede central y los centros regionales.
El crecimiento del alumnando incrementa también la demanda de un mejor servicio en los procesos de inscripción, pago y solicitud de documentos, situación por la que cada día hay más quejas.
Esta masificación estudiantil ha contribuido a disminuir la capacidad de asientos, por lo que las autoridades plantean un déficit de siete mil butacas.
“Cuando nosotros venimos a tomar las clases siempre tenemos buscar butacas en otros cursos, porque quizás hay 50 asientos pero la sección tiene 60 estudiantes, y uno tiene que sentarse en el piso o rebuscar a ver si encuentra”, expresó la estudiante Carolina Peña, al hablar de las vicisitudes por la que atraviesan ante la falta de butacas. La falta de higiene en los baños de la mayoría de las facultades ha sido un problema constante y una de las principales quejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario