Santo Domingo.- El guión es una pieza clave dentro de un espectáculo, es como si se tratara de la espina dorsal del cuerpo humano, y los premios Casandra dependen mucho de él para mantener al público, presente y televidente, entretenido, atentos e inquietos por saber el desenlace.
Y es por eso, que cuando se anunció que los comediantes Raymond Pozo y Miguel Céspedes serían los conductores de la XXVI entrega de los premios Casandra el público lo recibió con agrado y se preparó para esperar un buen show de la mano de Edilenia Tactuk y con el guión escrito por Giovanna Bonnelly, quien ha demostrado ser experta en esta materia.
Lo cierto es, que desde el primer momento en que Raymond y Miguel salieron al escenario la gente de inmediato comenzó a reír y gozarse su trabajo. De una manera muy natural los muchachos comentaban que hubo gente que no concebía que fueran ellos los conductores de una gala tan importante en el espectáculo dominicano.
Se rieron de sus orígenes y hasta bromearon con los artistas, cuando hicieron saber que este era el único país en donde los artistas se mencionaban ellos mismos en sus canciones; también aprovecharon el momento para dejar claro algunas reglas en el escenario como ser comedido al momento de dar la gracias y no excederse con las emociones.
Así de acertado comenzó el ceremonial, y con esta buena descarga de gracia, que dio paso a la sobria, fina y elegante Mariasela Álvarez. Experta comunicadora, que no necesitaba de un telepronte para lograr una buena presentación, pero tan profesional que sabía llevarlo a la perfección.
El primer desacierto
Todo iba de maravillas hasta que subieron a recoger la estatuilla de la serie de televisión ganadora “Juanita Gran Salón” y a la comediante Jacquelinne Estrella se le ocurrió poner la nota discordante cuando vociferó a su madre que no pusiera pestillos a la puerta porque esa noche ella iba a beber. Mariasela respiró hondo y exclamó: ¡así son las ocurrencias de los dominicanos!”. Y es que las palabras que utilizan para dar las gracias al final termina siendo parte del conjunto del ceremonial.
Gianni Paulino
Por eso las palabras entre- cortadas de Gianni Paulino, por la emoción al recibir su primer Casandra en la categoría Revista Semanal del Variedades, hicieron saber al público que también se trataría de una entrega de muchas emociones y sustos, que sintió la producción cuando ganó Guillermo Cordero en la categoría Teatro Musical.
Todos estaban con las expectativas de lo que sucedería si Guillermo aparecía a recoger el premio, luego que días antes un grupo de los actores que reclama el pago por haber trabajado en ‘El violinista en el tejado’, había dado a conocer en diferentes medios de comunicación la situación por la que atraviesan. El desenlace: Guillermo Cordero no fue y quienes lo hicieron fueron Robmariel Olea y Josué Guerrero, quienes aún esperan por su pago; Robmariel aprovechó el escenario para pedir respeto por los actores cuando suben a un escenario. Y continuando con la gente del teatro, Kenny Grullón, en vez de palabras dejó escapar muchas lágrimas, cuando ganó como Actor del Año por su participación en “El violinista en el tejado”.
El premio transcurría su curso y el trabajo de Raymond y Miguel se hizo notar; uno de los momentos más gozados fue cuando “El cabo Azulado” intervino con la comunicadora Vielka Valenzuela, quien reside en México. La gente se divirtió con esta intervención en donde el cabo Azulado le exigía a Vielka que fuera a parquear su vehículo. Otra ocurrencia divertida fue cuando Raymond y Miguel le propusieron al presidente de la Cervecería, Rafael Menicucci, que le permitiera tocar en el Festival Presidente, ya que arrasarían con su tema “Te lavaste la cara y el mono no”. “Con ese tema nosotros podemos hacer un cierre espectacular”, sugirió Raymond Pozo.
No hubo campanas
A diferencias de las otras entregas, esta vez, “el tin tin” de la impertinente campanilla no estuvo presente, para advertir a los ganadores que se estaban pasando con sus discursos, pero sí hubo una “musiquita” y los aplausos del público que le decían a estos habladores que su tiempo había terminado. A mucha gente hubo que tocarle la dichosa musiquita y aplaudirlos par de veces porque no quería callar como en el caso de Brenda Sánchez y Jacqueline Estévez, quien al final dijo: “A mi papá que está ahí sentado, que tuvo que coger dinero prestado cuando vinimos a cantar por primera vez a la Capital”.
Michael Miguel exigió el tiempo que le correspondía del año pasado cuando por error entregaron su estatuilla a Nelson Javier “El Cocodrilo”, y él no tuvo la oportunidad de lucirse.
Los precisos
Pero también los hubo quienes fueron precisos y concisos con sus discursos, como Luis Miguel del Amargue, dio las gracias y dijo lo que tenía que decir. El bachatero Luis Segura cuando subió a recibir su Casandra al Mérito. “El Añoñaíto” aprovechó la ocasión para quejarse y hacer saber los 45 años que cumplió en el arte para ser reconocido.
A diferencia de otras premiaciones los integrantes del grupo Aventura se comportaron muy bien cuando subieron a recoger las seis estatuillas que ganaron. Durante las seis oportunidades los muchachos pudieron agradecer y decir lo primero que venía a la mente. Anthony Romeo cuando recibió El Soberano, máximo galardón de los Premios Casandra, después de la emoción, se dio cuenta de que no le habían tocado la musiquita y dijo: “No me tocaron la musiquita, así que voy a seguir hablando y aprovechar para dedicarle este premio a los grandes genios de la bachata como Anthony Santos, Luis Vargas, Frank Reyes, Luis Segura y Joe Veras, y a aquellos que se me olvidan”, dijo el joven bachatero.
El pronter
Para algunos el telepronter resultó una dificultad que se les hizo difícil superar, pero el caso más notable fue el de Félix Sánchez y la cantante puertorriqueña Melina León.
La participación de Félix Sánchez fue apoyada por Miguel Céspedes, quien traducía en su manera de hablar lo poco que pudo leer el corredor. Melina León también exclamó que no podía ver lo escrito en la pantalla y para salir del paso, improvisó algunas palabras que le quedaron muy bien.
Palabras de agradecimientos salieron de la boca de Wyclef Jean, quien recibió un Casandra Internacional; traducido por Alicia Ortega, Wyclef dijo que cuando viniera a Santo Domingo agradecería al país el apoyo que le ofreció a su natal Haití, tras el terremoto del 12 de enero.
PALABRAS, PALABRAS...Y MÁS PALABRAS
OTROS DETALLES
Un detallazo que se observó con una alta profesionalidad fue la voz en off de Mauvi Espinosa, su trabajó quedó perfecto.
Víctor Víctor no habló, pero su camiseta negra con letras blancas sí lo hizo con el mensaje: “Ninguno vale la pena. Vota por ninguno”.
Las palabras de Héctor Acosta cuando recibió su Casandra como Orquesta del Año dijo: “Yo sé que el público se preguntará por qué yo no había subido a recibir un premio y gracias a Dios que Aventura no le ha puesto saxo ni tambora a la bachata, porque si no, no me iba a llevar ni uno”, dijo. Un premio didicado a su competencia fue el que recibió Nuria Piera. Ella se lo dedicó a Alicia Ortega y a los fenecidos Micky Bretón, Jeannette Rodríguez y a otros como Anita Ontiveros y Horacio Lamadrid.
Palabras auténticas y fruto de la emoción fueron las de la actriz Zoe Saldaña, quien exhortó a la juventud a luchar por sus sueños, aunque sean ese un hoyito donde se encuentren.
“¡Celebremos con alegría! Porque una vez más, izamos la bandera del arte nacional”, dijo Rafael Menicucci.
Ynmaculada Cruz Hierro
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