El Noveno Censo Nacional de Población y Vivienda conllevará una inversión de RD$600 millones, de los cuales están asegurados RD$420 millones.
El Censo de Población y Vivienda de este año cuantificará, entre otras novedades, los recursos humanos con nivel universitario con que cuenta el país, la vulnerabilidad a fenómenos naturales de las personas y la tasa de muertes neonatales.
También servirá como un pre censo agropecuario, ya que registrará datos del sector que podrán ser usados en un estudio más amplio de esa actividad.
Así lo informaron los principales ejecutivos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), quienes participaron en el Almuerzo Semanal del Grupo Corripio. Estuvieron Pablo Tactuk, director general; Francisco Cáceres, encargado de la gerencia de Censos y Encuestas, y Mildred Martínez, encargada de la División de Censos de Población y Vivienda.
También estuvieron Danilo Duarte, gerente de Tecnología y Sistemas de Información; Claudio Peri, encargado de Planificación y Desarrollo Organizacional; Martha Torres, encargada de Relacioes Públicas, e Isabel López, asistente de ese departamento.
En cuanto a la educación, Tactuk apuntó que se buscará saber cuántos dominicanos han cursado una carrera universitaria y si cuentan con estudios especializados.
Señaló que es importante para la nación conocer los niveles educativos de cara a la implementación de la Estrategia Nacional de Desarrollo que ha preparado el gobierno.
En torno a la vulnerabilidad a fenómenos naturales, explicó que se busca conocer cuál y cómo la población puede ser afectada por determinada ocurrencia natural, para planificar intervenciones de asistencia con mayor control y precisión.
Agro En este punto, Tactuk explicó que el censo de población no abarcará de manera completa un censo agropecuario, porque los censos son procesos muy complejos que requieren especialización en la capacitación del personal que trabaja en ello.
Dijo que si se juntan un censo de población y uno agropecuario se corren varios riesgos, como formular mal algunas preguntas de uno u otro aspecto, que se hagan muchas preguntas y que el entrevistado termine demasiado cansado.
“Todo eso redunda e influye en la calidad del dato recolectado, de manera que no es recomendable mezclar muchas cosas cuando se hace un censo”, argumentó Tactuk.
Señaló que que la tendencia en investigaciones estadigrafas es tratar de reducir la cantidad de preguntas de un censo de población y vivienda porque cada pregunta que se incluye, además de elevar la complejidad del proyecto censal, aumenta el costo del mismo.
Al respecto, Cáceres apuntó que de manera normal en el censo de población y vivienda la unidad de estudio es el hogar, mientras que en el agropecuario es la explotación, por lo que son dos metodologías extremas que tienen que ser aplicadas de manera separada.
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