Sobeida Félix Morel es centro de la atención nacional tras ser apresada en septiembre pasado, y luego, a mediados de octubre, aprovechar la fianza de una jueza para fugarse hasta la fecha. |
Santo Domingo.- Estratagema, o pura verdad, la historia sobre la desaparición y posible huida al exterior de Sobeida Félix Morel dio un vuelco ayer al conocerse que algún intruso violó los sistemas de informática de la Dirección de Migración para incluir su nombre, pero con el apellido Feliz, en una lista de viajeros a Madrid.
Migración asegura que el día 12 fue registrada una pasajera con ese nombre para abordar el vuelo de Air Europa a Madrid, pero que luego de comprobaciones, inclusive en España, se estableció que nadie con ese nombre había llegado a la capital española, ni en ese vuelo ni en los seis subsiguientes que tenían ese destino.
“Al parecer se trata de una desaparición virtual”, es decir, una estratagema para despistar a las autoridades, dijo una fuente a LISTÍN DIARIO, al señalar que la Policía Nacional había enviado un oficio a Migración, fechado el 11 de noviembre pero recibido el 16, solicitando información por Sobeida Félix (o Feliz) Morel, el mismo nombre de la que aparece en el registro aparentemente violado del sistema informático de esa dependencia.
“Alguien trata de querer dar la impresión de que ella se fue del país”, dijo la fuente, que sospecha que podría tratarse de una bola de humo para desviar la atención de las autoridades, ya que analizan que nadie con ese nombre, bastante publicitado en los diarios, se atrevería a presentarse a un aeropuerto para escapar de República Dominicana.
Pero otros indicios, observados en los últimos días, dan la sensación de que las autoridades están convencidas de que salió por alguna parte del país, ya que han bajado la guardia en la persecución y no se aprecian los masivos operativos en distintos sectores tras su búsqueda.
Calificada por el presidente Leonel Fernández como “una burla a la sociedad”, la desaparición de la mujer en cuya residencia descubrieron joyas y una jeepeta con 4.6 millones de dólares en efectivo, dio lugar hace más de dos semanas a una intensa movilización de agentes policiales y antinarcóticos, bajo la presunción de que podría ser hallada en República Dominicana.
Pero algunas fuentes consultadas ayer, a raíz de la publicación en El Nacional de una versión sobre la supuesta salida de la mujer por el aeropuerto internacional Las Américas el pasado día 12, se muestran inclinadas a dar crédito a dicha posibilidad.
El diario vespertino publicó recientemente fotografías de una mujer sentada en una habitación, amordazada y atada sus muñecas, que sus allegados confirman se trata de Sobeida, lo que dio lugar a que se activara su búsqueda. Y a principios de esta misma semana, sus abogados y familiares la dieron por “desaparecida”.
Del anonimato a la “fama”
La mujer alcanzó notoriedad desde el momento en que el hombre vinculado sentimentalmente a ella, José Figueroa Agosto, que usaba varias identidades, fue perseguido por agentes antidrogas sin que lograran apresarlo.
Una versión indica que la yipeta en la que iba fue alcanzada por disparos en las gomas traseras y el vidrio trasero, y que el hombre pudo eludir la persecución internándose en unos caseríos del ensanche Quisqueya, cargando un maletín presuntamente con dinero.
El hallazgo, en su yipeta, de un teléfono celular y documentos de propiedad de apartamentos condujo a las autoridades a un edificio de apartamentos de la avenida México, donde finalmente detuvieron a Sobeida, cuyas fotografías aparecían guardadas en el celular. Las diferentes llaves de vehículos que también se encontraban en la yipeta de Figueroa Agosto fueron probadas y con una de ellas se abrió el vehículo que ocultaba la suma de 4.6 millones de dólares.
Detenida y sometida a la justicia, un tribunal dictó contra ella medida de coerción por un año que luego fue variada por sentencia de la jueza Roxanna Vásquez, que la cambió por una libertad tras el pago de una garantía económica, amparada en el cuestionado Código Procesal Penal.
Se informó que las autoridades judiciales habían solicitado colocación de impedimento de salida del país, pero al parecer este mecanismo no “funcionó” en el presente caso, pues existe convicción en importantes niveles de la investigación que la mujer “salió del país” y lo habría hecho al amparo de una adulteración del pasaporte y, seguramente, pagando sobornos a sus cómplices. Por su localización, las autoridades ofrecían una recompensa de un millón de pesos.
Burla materializada
Cuando se produjo su “desaparición”, tras conceder una entrevista al diario El Nacional, otro juez dispuso la anulación de esa orden de libertad y su reapresamiento. Pero ya era tarde. Lo que definió el Presidente como una “burla” se había materializado.
Sin embargo, en el caso del ex esposo de Sobeida, Eddy Brito, este se encuentra en prisión cumpliendo una medida de coerción en Najayo. Es aparentemente el único eslabón en poder de la justicia sobre este caso, ya que las dos figuras principales -Figueroa Agosto y Sobeida- no parecen estar a su alcance por el momento.
La facilidad con que Figueroa Agosto y Sobeida han burlado a la justicia ha suscitado múltiples comentarios acerca de los alcances del contubernio de autoridades, a todos los niveles, con el narcotráfico o con figuras del crimen organizado, y también ha puesto en la picota el amplio espectro garantista del Código Procesal Penal, a cuyo amparo muchos delincuentes andan sueltos en las calles, algunos de ellos reincidiendo en sus conductas criminales.
UN CASO DECLARADO COMO COMPLEJO
Tomando en cuenta una petición del ministerio público de que faltan bienes por identificar y personas que podrían ser responsables del delito de lavado de activos, la jueza del Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional declaró complejo el caso seguido a Sobeida Félix Morel, José Figueroa Agosto y Eddy Brito, vinculados al decomiso de 4.6 millones de dólares.
La decisión reciente de la magistrada Clara Luz Almonte fue acogiendo un pedimento formulado en ese sentido por el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra. Miguel Franju/Listin Diario