Santo Domingo.-Lo que en principio parecía ser un simple suceso policial se ha convertido en un caso que pone al descubierto un oscuro mercado en el que la mercancía son niños vendidos por mujeres pobres a extranjeros, que usan intermediarios que luego matan a las madres para no pagarles lo acordado.
El caso salió a relucir cuando la Policía Nacional esclareció el asesinato de una mujer de 36 años, Milva Ogando, cuyo cadáver fue encontrado el pasado seis de marzo dentro de un saco envuelto en sábanas en un solar baldío del barrio La Piña, del municipio Los Alcarrizos.
Según el reporte policial, el asesinato lo cometieron Cirilo Rosario Bureo, Yomery de la Cruz Buret y Miguel Santos Vásquez para no pagarle el dinero que habían acordado con la víctima por la venta de su hijo de tres meses de nacido, el cual sería comprado por un italiano residente en Boca Chica.
Los investigadores policiales determinaron que el 5 de marzo Ogando salió de su residencia del sector La Cuaba, en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, en compañía de De la Cruz Bureo y del bebé. Posteriormente De la Cruz dejó a la mujer en la entrada de Los Alcarrizos junto a Santos Vásquez y se trasladó a Boca Chica con el niño, el cual dejó en la casa de una amiga suya identificada sólo como Mariana a los fines de vendérselo a un italiano.
Rosario Bureo entonces mató a Milva Ogando con una mandarria en su vivienda de la calle María Trinidad Sánchez, del sector Libertador, Los Alcarrizos. Aprovechó un aguacero para sacar el cuerpo y tirarlo al solar baldío donde fue encontrado. Por el crimen le pagarían 50 mil pesos.
La Policía rescató al niño que era objeto de la transacción y lo devolvió a los familiares de su fenecida madre. Las investigaciones se profundizan en procura de lo que pudiera ser una red de tráfico de personas que vende niños a extranjeros o si existe un centro clandestino para esos fines en la comunidad de Boca Chica o en otras poblaciones de los alrededores de la Capital.
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